Capítulo 10 -Partida inminente-

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El invierno daba paso a la primavera, las flores renacen entre la poca nieve que se derretía, el césped resplandecía y dominaba los campos, el agua brotaba de la enorme cascada que se descongelaba con velocidad. Una joven cubierta por un velo blanco caminaba lenta y pausadamente, a lo lejos detecto la presencia de alguien y acelera el paso hacia él. Baly bey analiza el terreno, pero no termina de entender el porqué está allí ,entonces al ver a la mujer que se acerca todo se hace más claro.

-Armin... - Trata de acercarse a ella pero se detiene.

-¿Por qué insistes en buscarme?-

-Estamos casados... Aunque tu estés en la eternidad, algún día te alcanzare y podremos estar juntos...-

-Malkocoglu... Diste alegría a la parte de mi vida que estaba estipulada... Finalizó hace tanto, no puedes seguir así...- Acaricia el rostro de él con suavidad. -Estas vivo... Yo te agradeceré por todo, siempre... Por eso es que quiero verte feliz con una esposa e hijos que criar... Tu legado debe mantenerse después de todo-

-Íbamos a hacer todo eso juntos Armin...- Se le escapan un par de lágrimas que ella seca con dulzura.

-Lo sé... Pero ya no estoy en ese plano amado mío, deja de buscarme... De serme fiel... De esperarme... Solo te harás daño a ti mismo- Se aleja despacio dando pasos hacia atrás.

-Armin... No me dejes por favor...- Trata de alcanzarla pero desaparece.

Despierta empapado en lágrimas, este tipo de sueños eran los que había tenido hace tiempo cuando ella falleció, pero de eso ya había pasado bastante tiempo por lo que creyó que estaba en paz consigo mismo, abre el cajón de su mesa de noche y saca un collar, lo contempla por un momento y seca sus lágrimas con un pañuelo.

A pesar del tiempo no eh podido olvidarte, tus ojos me vislumbraban a un futuro maravilloso y lleno de dicha, nuestro porvenir estaba lleno de risas y sueños que cumpliríamos juntos, pero de pronto todo me fue arrebatado por tu enfermedad... Yo solo quería hacerte feliz... Protegerte... Pero tu luz se apagó... A la primera de nuestras pruebas no pude protegerte... ¿Tengo el derecho de vivir y ser feliz?Toda mi vida se ha regido por un código de conducta impulsado por la dinastía otomana, cuando me convertí en soldado jure protección, lealtad y respeto... Esa era mi convicción y estoy orgulloso. No cometería ningún acto que avergonzase al imperio y me regiría con el honor que gane en cada una de mis batallas... Soy Malkocoglu Baly bey... Comandante de baja división, chambelán del pabellón real, mano derecha del Sultán Suleiman el magnifico. Algo revivió dentro mío y no se si deba aceptarlo.



El día de partir a la campaña llegó, la familia real esperaba en fila para despedirse del sultán, primero su hermana Hatice seguida de la esposa oficial al lado de su hija y por último las dos consortes.

-No se porque estas aquí Mahidevran, este palacio no ocupaba tu presencia- Dijo, Hurrem.

-Ya deberías saberlo... Pero te lo repetiré para que quede claro... Yo siempre iré al lado de mi hijo... Es el príncipe de la corona después de todo- Respondio, Mahidevran con sorna.

-Es una lastima que no tenga el honor de dirigir la campaña... Pero es claro que el príncipe Mehmet, tiene más experiencia y qué mejor prueba para demostrarlo-

-Sé que tu estas detrás de todo esto, Hurrem...- Se voltea hasta poder mirarla. -No descansaré hasta ver como te consumes en tu propio veneno-

-Di lo que quieras, es claro que estas aburrida en Manisa, ahora aprovecharas el tiempo para culparme de cada cosa mala en tu vida-

Tormentosa obsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora