Capítulo 39 -Joya de perdición-

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Hurrem remueve su caja con joyas que usa frecuentemente, pero al no ver lo que busca sigue lanzando y removiendo todas sus cosas, entra Amine y se queda sorprendida en la puerta luego de ver la escena.

-¿Qué sucede sultana?-

-Mi anillo, no lo encuentro por ningún lado- Levanta el colchón de su cama, pero al no verlo lo deja despectivamente y continua su búsqueda.

-Tranquilícese por favor sultana, la ayudare a buscarlo-

-Si... Ve a los baños, a la habitación de Mariham... ¡Busca por todos lados! No puedo perderlo...- Se sienta en su banco frente a la chimenea agotada y con los ojos cristalinos.

Amine la observa y se acerca, le toca el hombro.

-Por favor sultana... Todo estará bien, verá que lo encontrare...-

-Ya lo sabes... ¿No es verdad?- Espeta Hurrem, sujetando el rostro con sus manos.

-¿De qué habla sultana?-

-Sobre Mehmet y Azmahan... Los rumores del harén corren rápido...- Se levanta y la abraza. –Lo lamento tanto... No sé porque mi hijo se comporta así... Es vergonzoso...-

-Sultana... Por favor... No es nada, no tiene de que preocuparse...-

-Todo el mundo lo sabe... He tratado de hablar con él, pero no me abre la puerta...- La suelta y camina por la habitación. –Y eso no es todo... Ahora pierdo el anillo... Esto no es una buena señal... ¿Saben algo de Olena?...-

-Lo lamento sultana... He tratado de informarme, pero lamentablemente nadie sabe cómo ni cuándo se fue... Sus aposentos están vacíos, es muy extraño-

-Ayer vi... A Ibrahim, entró a los aposentos del sultán y... De alguna manera siento algo diferente en él, un peligro abrasador...- Golpea la pared. -¡Maldición! Tenemos que acabar con el cuanto antes-

-Usted ordene sultana, haré lo que me pida-

-No...- Se sienta en uno de sus largos sillones. –Primero debemos resolver lo de Mehmet... Estoy segura que la sultana Shahrazad envió a su hija... Amine, prepara el carruaje-



Ibrahim entra a los aposentos que comparte con Hatice y la contempla, se encuentra leyendo un libro al lado de la ventana.

-Sultana... Me han dicho que no está tomando la medicina-

-No hace falta- Cierra su libro y lo observa atentamente. –Me siento bien, Ibrahim- Esboza una pequeña sonrisa.

-Debes tomarla, es por tu bien-

-Desde que deje de tomarla... He mejorado mucho, solo trato de enfocarme en mis hijos y lo que quiero hacer, acaso ¿no es lo que querías?-

-¿De qué hablas?-

-Te sentías atrapado... Ahora, trato de no intervenir en tus asuntos- Se levanta y pasa a su lado para salir, pero Ibrahim la sujeta del brazo.

-Por favor... Solo quiero que estés bien- Susurra Ibrahim.

-Te he dicho que lo estoy...- Desvía su mirada al lado opuesto.

-Te he traído esto...- Saca de sus vestiduras un collar largo de plata que tiene un colgante con una gema color verde.

Hatice lo observa y luego dirige su vista al dedo índice donde lleva aquel anillo inusual con las gemas del mismo color que están separadas.

-Eso es...-

-Si sultana...- Se posiciona detrás de ella, toma gentilmente sus largos cabellos castaños, los posiciona sobre el hombro izquierdo y le coloca el collar con suavidad. –Es el acompañante del anillo que usa... Representa la unión de las gemas, lamento haber tardado tanto, pero... Encontrarlo fue muy difícil... El nombre de esta piedra es turquesa, quien hizo estas joyas las oculto en lugares separados-

Tormentosa obsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora