Capítulo 12 -Humillación-

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Mustafá y Mariham entran al palacio de Hatice, ella los recibe en su estancia.

-No esperaba verlos... ¿Sucede algo?-

-Pensamos que mi madre podría estar aquí... Pero veo que no es así...- Espeta, Mariham con preocupación.

-La sultana Hurrem salió esta mañana pero no fui informado al respecto... No tenemos idea de donde puede estar- Manifiesta, Mustafá.

-Hurrem siempre hace lo que quiere- Comenta, Hatice sin interés mientras toma asiento en uno de sus largos sillones. -Probablemente este paseando... Y solo quiere crearte problemas con su majestad-

-¿Qué sucede?... Hijo mío- Se acerca Mahidevran.

-Madre- Besa su mano. -La sultana Hurrem se encuentra desaparecida-

-Esa serpiente... Solo busca provocarte más problemas... Como si no fuera suficiente todo lo que ha hecho-

-¡Sultanas! Están hablando de la esposa de nuestro señor, no se sobrepasen- Expresa, Mariham molesta.

-Vamos... Conoces a tu madre y lo que hace...- Apunta Hatice -No quiero problemas entre nosotras pero ella solo vive para crear desastres a su alrededor... Sin importar a quien dañe en el proceso-

Mariham incrementa su enojo, se acerca a Hatice y al levantar su mano para abofetearla, Mustafá la detiene.

-No es momento para discutir, solo veníamos a reunir información, pero ya que no la hay volveremos al palacio- Se lleva a su hermana de la mano y se retiran.

-Espero que le haya ocurrido algo terrible- Dice Mahidevran.

-Este podría ser su final... Por fin podremos tener paz...- Finaliza Hatice.



Tulay esta concentrada, trata de encontrar la energía de la sultana, pero sin éxito, abre y vuelve a cerrar los ojos, respira profundamente y esta vez trata de sentir todo a su alrededor, de pronto le llega ira... Satisfacción... Pensamientos impuros, esto ultimo la derrumba son demasiado pesados al punto que cae desmayada.



En la estancia del palacio de mármol, Hurrem reflexiona sobre su situación pero, al pensar en la mujer que la vigila, decide hacer conversación.

-Aun estas enamorada de Ibrahim... ¿O me equivoco, Firial?- Cuestiona, Hurrem mientras observa a través del ventanal un enorme jardín.

-Yo... Yo solo quiero recuperar a mi hija sultana... Compréndame... Usted también es madre-

-¿Qué tiene pensado hacerme?-

-Creo que... Eso ya lo sabe muy bien sultana...-

-No lo permitiré... ¿Me escuchaste Firial?- Se levanta y se pone frente a ella -¡Jamás voy a permitir que me haga algo así!-

-Ya no hay alternativa... ¿Se le ofrece algo?-

-Solo quiero que me atienda Chiara, mi sirvienta-

-Lamentablemente ella no podrá hacerlo-

-¿Qué le has hecho Firial?-

La muchacha trataba de deshacer los amarres que tenían las cuerdas, pero estaban muy resistentes, el frio y húmedo ambiente del calabozo la asustaba, quería salir de ahí cuanto antes ya que si le sucedía algo a la sultana entonces ya no tendría la mínima posibilidad de volver a su tierra, se esforzó nuevamente y logro desatar el amarre de sus muñecas, ahora podía usar sus manos por lo que pudo quitar la cuerda de sus piernas y con ayuda de una daga corta un trozo de la cuerda y la guarda entre sus ropas, solo era cuestión de esperar el momento adecuado para poder salir de allí.

Tormentosa obsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora