Capítulo 49 -Dictamen-

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El gran día había llegado, los preparativos finalizaban, Amine se encontraba en los aposentos de la sultana Hurrem, se veía al espejo una y otra vez, no se reconocía. Lucía un hermoso vestido rojo que enmarcaba tu abultado cuerpo, con brillantes morados en el frente marcando su moderado escote y mangas de seda fina a medio brazo, también usaba un collar de plata que llevaba un dije amatista en un tono rojo brillante, al verlo le llegaron los recuerdos.

-Sé bien que... Todo este tiempo ha sido muy difícil, pero quiero que entiendas que en verdad siento algo muy fuerte por ti- Expresa, Mehmet.

-Príncipe... Yo...-

-Por favor... El día se acerca y quisiera que uses esto- Le extiende un collar. –Esta es una piedra muy rara... Mi padre me la otorgo hace tiempo para que fabricase algo con ella... Quiero que la lleves- Sonríe.

Amine lo contempla, asiente con la cabeza y lo toma.

-Estaremos juntos y yo... Prometo hacerte feliz por el resto de mis días-

-Y yo... Prometo... tratar de ser una esposa digna- Sonríe con tristeza.

Mehmet le acaricia la cabeza.

-Puedes irte-

Ella hace reverencia y se retira, al salir se recarga en la puerta y suspira.

Me ha dado todos sus sentimientos aquí... En este objeto... ¿Podre enamorarme de él algún día?... No soporto verlo así... Tratando de mantenerse bien ante mí... Me siento mal, estoy siendo muy cruel con él...

-¿Estás bien?- Cuestiona, Hurrem al entrar a los aposentos.

-Si... Sultana-

-¡Vaya! Pero si te vez muy hermosa- Sonríe.

-Si... Le agradezco mucho por esto-

-Espera...- La toma por la barbilla. -Algo aquí... No está bien... ¿Piensas sobre lo que harás esta noche?-

-Yo... Si...- Responde, Amine ocultando su sentir.

-Bien... No tienes de que preocuparte, estaremos contigo y yo también iré-

-Pero... Sultana, usted no debería involucrarse-

-No te preocupes, es algo que debo hacer- Se posiciona detrás de ella y le indica que tome asiento, comienza a cepillar sus oscuros cabellos.

-Sultana no... No tiene que hacerlo en serio- Se levanta, apenada.

-Tranquila, vas a ser la esposa de mi hijo y hemos compartido tanto... Me has demostrado tu fidelidad en muchas formas... Yo... Nunca estaré lo suficientemente agradecida contigo- Le indica tomar asiento de nuevo.

La chica obedece y se mira al espejo.

-La vida en este palacio... Creí que sería maravillosa, pero solo me daba cuenta que... Las tristezas eran mayores... Siempre me han humillado, subestimado, tratado de un modo tan... Detestable... Había momentos en que solo quería escapar y entonces pensaba en su majestad... En mis hijos... Ellos me mantienen aquí, es por eso que yo te aseguro algo... Nunca vas a sufrir, me asegurare que seas tratada con dignidad y la vida que te espera con mi hijo será maravillosa, vas a ser muy feliz- Manifiesta, Hurrem mientras peina los cabellos de la chica hacia el lado izquierdo.

Amine hace su mejor esfuerzo por sonreír, aunque su mente está hecha un caos no piensa fallar, cumpliría con aquello que le habían encomendado y demostraría su eterno agradecimiento.



Rustem recorría el palacio de mármol una y otra vez, se aseguraba que todo marchase de modo debido y que todos aquellos que servían allí no fuesen un obstáculo.

Tormentosa obsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora