Capítulo 36 -Falacia-

460 34 3
                                    

Luego de la triste ceremonia, el cuerpo de la sultana Mahidevran descansa eternamente en la mezquita junto a la sultana Hafsa; todos sentían tristeza y no lograban comprender, que hecho fue el que provoco todo esto, Mustafá caminaba de regreso al palacio junto a su padre y a pesar del apoyo y consuelo que le brindaba no lograba sentirse bien ya que no pudo verla antes del viaje de caza, debido a que le fue prohibida la entrada a sus aposentos, ese día sabía que algo ocurría, pero decidió no molestarla pues pensaba que se trataba de la decisión tomada respecto a su hijo.

-Mustafá... Tienes que ser fuerte, entiendo por lo que pasas, pero no puedes dejarte vencer- Dice Suleiman.

-No puedo... Dejar de sentir que todo esto es mi culpa...Debí haber entrado a verla... ¿Qué clase de tristeza invadiría su corazón?-

No podemos cuestionar las decisiones de Alá... Nada en este mundo es eterno hijo, se nos ha demostrado muchas veces- Finaliza, Suleiman mientras le da un par de palmadas en la espalda.

Es verdad... Desde que era muy pequeño mis maestros se esforzaban en repetirme esto... Nada en este mundo es eterno, no importa cuán poderoso sea, no puedo ir contra la muerte... Esta llegaba sin avisar en cualquier momento... Podía estar feliz disfrutando de las recompensas obtenidas a lo largo de mi vida, en el campo de batalla peleando por mi objetivo, compartiendo momentos maravillosos con mi familia... Incluso a punto de ascender al trono... Y si Alá decidía que mi final llegaría no podría evitarlo... Muchas veces escuche que se llevaría uno a uno a mis seres más queridos... Incluso podría llevarse a todos... Y que yo debía entenderlo... Aprendí por completo esa lección cuando mi padre enfermo y duro días sin abrir los ojos... Pero es extraño... Porque lo olvide cuando por fin despertó y volvió a posicionarse frente a mí... Me sentía afortunado en ese entonces... Pero luego tuve que sufrir cuando Alá me arrebato a mi amada Efsun... Ese día finalmente comprendí, que no importa la situación en la que me encuentre... Alá podría arrebatarme a quien quisiese...

La verdad es que no puedo entender... ¿Por qué a mi madre?... Me duele que no me haya permitido hablar con ella por última vez... Sentir sus brazos alrededor de mi al darme su bendición... Escuchar sus palabras de aliento... Ver su rostro alegre al presentarle a su nieto... Hacerla sonreír con mis logros... Pasó momentos tan tristes en este palacio y yo solo quería... Arreglar esa injusticia... No era una persona débil que elegiría darse por vencida... No puede ser que esto ocurriese... Debe haber otra explicación... Pero quizá... Solo busco un consuelo y estoy pensando demasiado... Solo quiero que puedas ser feliz donde estés... Madre...

Trata de recuperarse y dejar de recriminarse, pero todo esto ha sido muy difícil, al regresar de Edirne no imaginaba que se encontraría con tal noticia. El palacio parecía estar maldito, cuando ocurría una desgracia otra llegaba casi de inmediato, caminó por el Harén y sentía el ambiente deprimente hasta que es detenido por Hurrem.

-Príncipe- Hace reverencia.

-No tengo ánimos de escuchar... La alegría que le provoca este hecho sultana...-

-No me alegra... A pesar de lo que usted y muchas personas aquí piensen... Yo respetaba a la sultana Mahidevran-

-No puede hablar en serio... ¿Después de hacerla sufrir de esa manera?- 

-Esto fue entre ella y yo... Así como la ataque ella también lo hizo... Mustafá usted conocía bien a su madre y sabe que no era inocente, pero... No vale la pena hablar más de eso... Ella jamás se habría suicidado-

-Tal vez la tristeza que pasaba la sobrepaso...-

-Por favor Mustafá... Ella siempre fue alguien fuerte a pesar de las adversidades y considere que lo protegía sobre todas las cosas, ¿Por qué elegir morir ahora?-

Tormentosa obsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora