Capítulo 47 -Expiración-

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Soy Ari... Caballero al servicio del emperador, Fernando de Austria, Desde pequeño fui educado en el arte de la guerra, la mejor manera de dañar a los enemigos y haciendo énfasis en el manejo de la espada... Soy, Ari, también poseo el don de la precognición... Para mis padres era una maldición y lo relacionaron a la hechicería, por lo que fui enviado con diversos monjes y sacerdotes quienes me instruyeron en la magia blanca... Soy Ari, siempre me he sentido solo y con una gran responsabilidad sobre mis hombros... Entonces te conocí...

La práctica con la espada se había alargado, Ari tomo uno de sus pañuelos para secar el sudor de su frente y continuar, pero entonces aparece ante el un muchacho desaliñado y con el rostro cubierto de mugre.

-Sir... Este joven viene por parte del jardinero, insiste en tener un combate con usted...- Afirma su mayordomo.

-Ya veo- Observa al muchacho de arriba abajo, no parece algo especial y estaba cansado de las practicas, pero al notar su emoción al desenfundar su espada termino por aceptar. –Bien, que sea rápido ya que tengo otras ocupaciones el resto del día- Eleva su hoja afilada y dan comienzo a la lucha.

Inicia con movimientos simples sin mostrarse entusiasmado, pero aquel muchacho empieza a extasiarse y lo ataca repetidas veces, incluso en una de ellas casi hace que  tire su espada, por lo que mantiene su agarre firme y decide dejarse de juegos.

-Eres bueno, pero no pienses que puedes ganarme- Hace un movimiento más fuerte hacia su flanco izquierdo, pero aquel muchacho lo freno con energía y luego de tambalearse por la fuerza que le ponían desde la empuñadura, el joven salta y provoca que Ari caiga.

-Te crees mucho... Y al final ni siquiera pudiste quedar en pie- Apunta a su rostro con la espada, para después envainarla y extender su mano al joven caído.

-No puede ser... Nadie me había ganado un combate... Dime tu nombre- Se incorpora sin aceptar su ayuda.

-Soy, Elena Stone, es una pena que todo esto durase poco-

-Espera... ¿Eres una mujer?-

-Si ¿Te sorprende?... Bueno, debe ser un poco vergonzoso que una fémina consiga vencerte en un combate de este tipo ya que eres un caballero- Sonríe con sorna.

-Realmente es un honor- Se inclina ante ella. –Eres alguien muy particular-

-Y tu muy excéntrico... Das miedo- Se rasca el cabello con su dedo índice.

Te gustaba juguetear por los jardines mientras tu padre los arreglaba, es por eso que no te preocupaba tu apariencia, de todas las mujeres que había conocido, tu tenías algo especial que me encandilaba... Nos divertíamos juntos, hablábamos todo el tiempo y en los días que tenía que hacer un viaje me escribías una carta a diario... Al crecer compartimos sentimientos de amor... Debo confesar que para mí era difícil imaginarte diciéndome hermosas palabras... Pero lo hiciste... Al final de mi cumpleaños veinte.

-Sir, Ari Grey...- Espeta, la chica con timidez.

-¿Elena, que estas...?-

-Por favor... No te fijes demasiado... Solo es un vestido...-

-Y te peinaste- Sonríe, maravillado.

-¡Escúchame!... Yo... Estoy aquí porque... Tome una decisión...-

-Dime-

-Acepto ser cortejada por ti... Y quizá en un futuro...-

-My Lady- Se inclina ante ella y besa su mano. –Agradezco su aprobación-

Tormentosa obsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora