El cielo azul ilumina los prados, hay niños jugando alrededor, la emoción inunda cerca del puerto ya que por fin regresan todos aquellos padres que salen a buscar lo mejor entre las tierras que aun están por descubrir, entre ellos resalta una jovencita; tiene mas o menos diez años, con ojos color miel y un cabello brillante como los rayos del sol, pero algo corto, su rostro se ilumina cuando ve llegar a su padre que carga dos enormes cajas.
-¡Padre! me alegra mucho verte-
-Mi pequeña... Te he traído hermosas muñecas como siempre-
-¿Puedo verlas ya?- Dice mientras corre alrededor de él.
-En un momento mi pequeña- Agotado baja las cajas.
La niña al verlo esta ansiosa, por lo que cuando las abre se abalanza en su búsqueda, pero algo le estorba, es muy pesado y no se mueve por más que trata.
-Espera pequeña... Déjame sacar esto...- Hace un pequeño esfuerzo y hala un enorme cuadro, se ve ordinario, pero al contemplar el retrato se impresiona. -¡Vaya!... Este tipo de trazos... La imagen... Esto lo hizo un pintor de aquí...-
La niña observa la pintura se ve muy detallada, es un hombre imponente y muy apuesto, su mirada azulada refleja poder y sabiduría; su porte parece de la realeza, pero nada que haya visto antes.
-¿Quién es el padre?-
-Es el Sultán Suleiman el Magnifico... Líder de los 7 continentes... Es alguien muy poderoso...-
Ella no despegaba la vista del cuadro, sentía algo extraño al verlo, para ser alguien de edad avanzada le resultaba muy atractivo.
-Quiero conocerlo... Llévame con el...-
-Hija mía... Yo jamás dejaría que estuvieses con una persona así... No importa todo el poder que tenga-
Sabía que sería muy difícil, pero mientras tuviera alguna oportunidad la tomaría; así que cada noche al ver ese cuadro planeaba como llegaría hasta su lado y ahora esa noche se volvía una realidad, la besaba y acariciaba por completo, bajo las sabanas de satén, él recorría cada rincón de su cuerpo con sus labios. Al sentir sus caricias en la espalda su piel se tensaba, cuando la besaba se sentía la mujer mas afortunada del mundo; ella palpaba su torso, era alguien muy fuerte y eso la llenaba de placer, cuando él acabo dentro de ella llegó al clímax, se separaron y quedaron lado a lado en la enorme cama.
Hurrem se encontraba en sus aposentos, acostada sobre su cama se escondía entre las almohadas tratando de ahogar su llanto, estaba cansada de todo, de pelear contra un nuevo enemigo, de todas esas mujeres que llegaban solo para robarle el corazón de Suleiman, de la famosa dinastía otomana que siempre le dejaba en claro que siempre seria una criada, de las sultanas que no hacían mas que humillarla, pero sobre todo de el, de Ibrahim Pargalli; ese hombre altanero y ambicioso que logro su cometido, la humilló de una manera tan cruel y espantosa que la había dejado totalmente débil.
No puedo caminar con tranquilidad porque a cada paso que doy siento que me observas, no puedo cambiar mis ropas sin sentir tu lascivia a través de las telas, no puedo estar con su majestad sin sentirme sucia y una traidora... Ya no puedo vivir en paz... Jamás podre quitarme este maldito sentimiento...
-¿Madre?...-
Se levanta de golpe y observa a su pequeño hijo.
-Mi Cihanguer... Mi héroe...- Lo abraza.
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Tormentosa obsesión
Historical FictionEste fanfic esta basado en la novela turca.- El gran sultan Suleiman" o en su idioma original.- Muhtesem Yuzyil. Comienza desde el capitulo 161 de la tercera temporada por lo que hay alerta de spoiler. Estamos en la epoca del imperio otomano donde t...