Capítulo 4 -Encomienda especial-

864 80 10
                                    

En sus ojos pudo encontrar algo que había ocultado desde el primer día que lo conoció, parecía un hombre humilde sin ninguna ambición que solo estaba al servicio del imperio y se daba a conocer debido a la cercanía que tenía con el Sultán,  pero ella pudo entenderlo. no la engañó como a los demás, él tenía otro tipo de intenciones y deseos secretos que hacer realidad, su máscara estaba muy bien trabajada y con los años, Suleiman había decidido ignorar sus defectos, pero al ir ascendiendo y otorgándole múltiples poderes, Ibrahim sacaba a relucir su lado oscuro y de seguir así acabaría con ella.

Aun podía sentir esa maldita mirada llena de superioridad y lascivia, sus manos haciendo presión sobre sus muñecas, eso dientes marcando un camino que no le correspondía y por último, ese odio creciente dirigiéndose hacia ella, el peligro inminente al que debería enfrentarse a partir de ese momento, tenía que encontrar la manera de eliminarlo antes de que pudiera intentar atacarla nuevamente.

Abre los ojos, se va aclarando la mirada dándole un leve masaje a sus sienes, a duras penas puede sentarse al filo de su cama y de pronto un ardor proveniente de su clavícula llama su atención, se pone de pie y camina hacia su banco frente a la chimenea, toma su espejo de mano y entonces encuentra la causa de su molestia, tres marcas de mordidas que tenían amoratada su piel, era bastante notorio y ahora comprendía que el objetivo de Ibrahim era humillarla hasta que se sometiera a él, lanzó el espejo contra la pared y el cristal se hizo trizas en unos instantes.

-Sultana ¿Se encuentra bien?- Sumbul entra rápidamente, encuentra el espejo roto y a la sultana Hurrem con un aspecto abrumador ya que no reacciona a su pregunta.

-Sultana ¿Qué le ocurre?- Se acerca a ella y nota marcas amoratadas en su cuello.

-¿Quién le hizo esto sultana?... Por Alá ¿En qué momento han intentado matarla?- Cuestiona, Sumbul mientras cubre su boca con la mano izquierda.

-Anoche... Ibrahim pasha intentó realizar el acto más bajo y ruin... Algo tan detestable que preferiría morir antes que terminase su cometido...-

El gran visir del imperio realmente... ¿Ha tocado de una manera tan inapropiada a la esposa del sultán? Piensa, Sumbul.

-Pude salvarme... Grite con todas mis fuerzas y de pronto todo se oscureció... Pero estoy segura que no logró terminar con su cometido- Responde, Hurrem con un dejo de cansancio.

-Sultana... ¿Por qué no vamos con su majestad y le contamos lo que sucedió?-

-Estaría acusando no solo al gran visir del imperio... Sino al más cercano amigo de su majestad... De un acto tan despreciable... No tengo pruebas... Y estoy segura que si comento algo del asunto, Ibrahim pasha ya se habrá preparado con antelación... Tendrá a su gente diciendo lo que él quiera para no verse involucrado...- Espeta, Hurrem.

Sumbul comprendió que no había salida y este tipo de acusación es muy severa, esta vez la esposa del sultán debía pensar con más precaución.

-¿Qué haremos sultana?- 

-Por ahora me encuentro agotada y sin planes...- Levanta su mirada y lo observa. -Pero ten por seguro... Que Ibrahim deseara nunca haberse metido conmigo y jamás permitiré que vuelva a estar así de cerca de...- Hace una pausa y suspira.  -Por ahora solo concentrémonos en proteger a los príncipes... Ahora Mehmet es adecuado para ser un rival digno de Mustafá, debemos estar preparados ya que nuestros enemigos no tardarán en actuar para que lo envíen a una provincia lejana-

Tormentosa obsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora