Capítulo 24 -Estragos de la ansiedad-

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Amine entra a los baños, pero no puede ver bien debido a la intensidad del vapor, después de dar algunos pasos y frotar insistentemente sus ojos se encuentra con un enorme charco de agua y al lado a la sultana recostada tomando con fuerza sus rodillas.

-¡Sultana Hurrem!, ¿Qué fue lo que sucedió?... Discúlpeme por no haber estado aquí- Le extiende una manta y la cubre por completo, pero no hay reacción alguna.

-¿Sultana Hurrem?-

Los guardias entran rápidamente y al ver la escena se las llevan a ambas y las ponen frente al sultán.

-¿Hurrem?- Dice Suleiman con algo de temor.

No hay respuesta, ella parece estar en un lugar muy lejano ya que en sus ojos no hay destello alguno y relucen las ojeras carmesí de un llanto intenso por lo que dirige su mirada a la otra chica.

-¿Qué fue lo que sucedió?-

-Su Majestad... Me encontraba buscando las ropas que usaría la sultana... Se quedo al cuidado de la criada Eri... Pero cuando volví no la he visto... Y fue cuando encontré a la sultana en esa situación... - Baja su cabeza.

-Traigan a la doctora- Se dirige a los guardias. -Y tu... Busca a la criada y tráela ante mí-

Amine hace reverencia y se dirige a cumplir su cometido, mientras Suleiman toma a Hurrem en brazos y la coloca suavemente sobre su cama, su semblante no ha cambiado en absoluto y no puede evitar preocuparse.

-Hurrem... Tienes que decirme que paso... Quien es el culpable para que yo pueda darle el castigo que corresponde... Por favor... Amada mía... Te habla tu Muhibbi... Dime algo por favor mi sultana...-

Nada, no hay respuesta alguna, su mirada sigue perdida en algún lugar lejano reviviendo una y otra vez los hechos ocurridos tratando de digerirlos, pero entre mas lo piensa su mente se vuelve un caos y todo le duele, finalmente deja brotar un par de lágrimas.

-¿Hurrem?...- La abraza, verla en ese estado lo afecta, pero no descansaría hasta saber lo ocurrido y castigar a quien fuese responsable.



Eri acomoda la ultima de las telas que le confió la sultana Shahrazad, cuando entra Amine y la toma del brazo con fuerza para empujarla contra la pared.

-¿¡Como te atreves a dejar sola a la sultana?!-

-Pero... Amine... La sultana Shahrazad me encargo...-

-¡Eso no importa! ¡Tu prioridad siempre debe ser la Sultana Hurrem!... Ahora por tu insensatez fue atacada-

-No puede ser... Pero... -

-Ni siquiera lo sabias... Es inútil... Ven conmigo deberás rendirle cuentas a nuestro sultán- Se la lleva a rastras.



Ibrahim respira el aire fresco de los jardines, sin querer se le sale una sonrisa al recordar lo que había pasado, por fin había logrado su cometido, pero por alguna extraña razón no era suficiente. Entonces levanto la cabeza y reflexiono un poco mientras caminaba.

¿Hasta cuando quedare satisfecho de ti?... Creí que sería suficiente con una vez... Pero... No olvido tus ojos... Aquella mirada que emana poder... Nos hemos quemado en las brasas del mas delicioso infierno... Acaba de pasar y... Sin embargo, anhelo repetirlo... Que tus ojos reflejen... ¿Amor?... Aquel sentimiento con el que miras a nuestro sultán...

Se detiene y se sacude el rostro, aquella mujer le estaba controlando demasiado, iba a seguir su camino pero Olena lo detiene.

-Discúlpeme pasha pero... La sultana Hatice...-

Tormentosa obsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora