Solo Son Negocios

Capítulo 6: Conociendo a su familia.

Al otro día regresé a mi trabajo. Apenas entré en la suite Patrick me miró y se quejó.

-Te dije...

-Sí, si -me adelanté -es mi último día.

Ya había hablado con el Gerente, presentándole mi renuncia. Él se había sorprendido al verla, pero no había hecho ni dicho nada.

Llegué a la habitación y comencé a ordenar. Cuando me giré lo vi de pie apoyado en el marco de la puerta con los brazos cruzados. Observé su camisa blanca y pensé que si algún día se le ocurría crear una empresa fabricante de camisas blancas, con que él mismo fuera el modelo le iría muy bien.

-¿Si? -dije al ver que seguía allí.

-Mi madre quiere conocerte-. Me paré derecha.

Ya imaginaba que algo así pasaría en algún momento.

-¿Cuándo?

-El sábado, hay reunión familiar.

-No me digas que la reunión se debe al matrimonio.

Asintió y yo moví mi cabeza de un lado a otro. Luego recogí su ropa sucia y la dejé en una silla.

-Por lo menos ya decidió la fecha del matrimonio-. Me crucé de brazos.

-No quiere mi opinión si quiera, se supone que las mujeres se vuelven un tanto locas cuando se casan.

Saqué las sábanas y frazadas de la cama, tomé unas limpias y comencé a ordenar.

-No sé, no me ha dicho nada, ¿quieres organizarla?

-No -dije enseguida -para nada, solo espero que no exagere -lo miré cuando no dijo nada. Sonreía un poco.

-No aseguro eso.

-No puede ser -murmuré mientras me sentaba en la cama. Lo observé fijamente-. Dijiste que tu padre sabrá porque nos casamos, ¿es igual con tu madre?

-Sí, la diferencia es que ella va a fingir como siempre que no lo sabe y que esto -movió una de sus manos entre los dos -es por amor.

-Aja -solté ante sus palabras.

-Probablemente todos en mi familia sepan que me caso por la herencia, solo que ninguno dirá nada.

-¿Vamos a tener que fingir que nos queremos? -. Arrugué mi frente ante la idea.

-No había pensado en eso, pero sí -sonrió-, será divertido ver la cara de todos ellos. Así no estarán seguros de las razones del matrimonio.

Asentí y continué con mi trabajo.

-Y por Dios deja de hacer eso -lo oí decir mientras salía del lugar.

Pasé de casarme por dinero a fingir que lo hacía por amor. Volteé mis ojos, ¿qué vendría después?

***

Días después.

-No creo que seas capaz de hacer algo así -me dijo mi madre en su cocina, mi padre permanecía en silencio a su lado.

Había ido a visitarlos y llevarles dinero, y luego de decirles lo que haría era lo único que decían.

-Solo es un año, luego de eso ya no tendremos esta deuda-. Miré a mi padre, siempre me causaba dolor el ver cuánto había envejecido en casi cinco años-. Incluso después puedes comenzar a trabajar en otra empresa.

Él me estudio y suspiró, sin decir nada se puso de pie y salió de la cocina.

-Mamá -me quejé, ella me miró-, por favor.