CAPITULO 13.

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La regadera amansa mi cuerpo. Estoy tomando una ducha de agua caliente y mi cabeza lo agradece. Aún cuando sé que es domingo y tengo que descansar, no puedo tomarme el día completo. Hago una especie de recipiente con mis manos y dejo que el agua caiga en mis palmas para echarme en la cara. Qué sensación más satisfactoria. Hago el mismo procedimiento cinco veces y luego salgo de la ducha. Cojo dos toallas; una para mi pelo y la otra para mi cuerpo. Me miro en el espejo.

¿Qué haremos el día de hoy, Ava? Mi cuerpo pide cama pero mi cerebro va a mil por segundo y sé a cual le tomaré la primera palabra.

Hay días en que mi casa la encuentro totalmente grande, es decir, me siento sola. A pesar de que, la soledad se haya convertido en una buena acompañante desde hace mucho, no puedo evitar recordar las palabras de Eleanor: "Has pasado demasiado tiempo sola, ¿no sientes la necesidad de estar con alguien? ¿La siento? Todo es confuso. Mi día a día se ha vuelto en preguntas  sin respuestas. Desde que decidí mostrarme plenamente cómo la dueña de Vea Enterprises Holding Inc. Todo se complicó: el pasado, el presente. ¿Qué pasa?

Meneo mi cabeza de un lado a otro y decido que el auto-compadecimiento no hará la mínima diferencia. Me seco el cuerpo completamente, colocándome mi bata de seda junto con unas medias. Me dirijo a mi cuarto y observo mi mesa de noche. Leer esa carta hará que una parte de Nathan vuelva a mí, ¿eso es lo qué quiero? Todos estos años que lo he mantenido oculto, todas las emociones y remordimientos que he guardado en mi interior, están ahí. Siempre he tenido una habilidad para olvidar las cosas, y sí, también a las personas. Los guardo en una parte de mi memoria para que no puedan lastimarme. Pero, ¿qué pasa si por esa razón no me siento completa? ¿Es posible que recordar sea la mejor forma de dejar ir?

Todo tipo de miedos y pensamientos están en esa caja. Nunca lo he mostrado. Desde pequeña me cerré tanto a mi y a la negatividad de que era la única que me entendía, que me perdí en la escritura. Comencé a escribir a los 15 años. A esa edad había experimentado más de lo que quería y necesitaba una forma de desahogarme y sabía que ni mis padres ni nadie podían darme la calma que yo necesitaba. Así que tomé un lápiz, una hoja y dejé que mi mente volara cómo un proyectil. La sensación de plenitud que me abarcaba cada vez que impregnaba una de mis letras, era mágica. Me pregunté varias veces por qué no lo había descubierto con anticipación ya que, me hubiese ahorrado muchas dudas. Preferí mil veces apaciguarme en mi propio dolor que demostrar que no estaba bien. Nunca llegué a comprender porque las personas nos sentimos tan dependientes de otra cuando la soledad nos invade. Mi mente se expandió de sobre manera que empecé a crear distintas novelas de mi vida y otras vidas.

Comencé a escribir sobre mí y sobre nadie a la vez, porque pensé que si algún día alguien me leía, no tendría la menor idea de qué se trataba en realidad. Así que, cada vez que escribía dejaba un pedazo de mí muy oculto, algo que no se pudiera ver a simple vista. Ése juego, ése misterio me gustó y lo continué haciendo cada vez más.

Con cautela me acerco al cajón y lo abro. Lo saco, dejándolo en la cama. Revuelvo todas las demás hojas y tomo con cuidado aquella que marcó mi vida. Está perfectamente doblada en un sobre blanco. Me siento en el borde de la cama y la abro. Con el corazón en la boca y el alma en el piso, empiezo a leer.

"Nathan...

No tengo la fuerza para mirarte a los ojos y decirte que ya no puedo estar contigo. El miedo me consume. Todos estos años que compartí contigo, fueron los mejores. Me enseñaste a amar a alguien más que a mi misma. Lo único que no me enseñaste fue a recomponerme cuándo rompieras cada parte de mí. No tengo la menor duda de que te amé con todo mi corazón y con cada partícula de mi ser. En mi mente sólo había espacio para ti. Por alguna extraña razón, que aún no logro comprender, deseaba que tuvieses todo en ésta vida; incluso más que yo. Todas las noches rezaba porque encontraras un lindo lugar dentro de tanta oscuridad...

Once y Media (11:30) ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora