A la noche, Liam y Sandrine se encontraron en el centro de la ciudad y afuera del cine.
—Me alegra que hayas venido —dijo Liam sonriendo.
—No te iba a fallar —aseguró ella. Fueron a la fila para comprar los boletos.
—Eeeh...¿tu papá te dijo algo? —preguntó sospechando.
—Sí, trató de convencerme de que no venga, pero vine como verás.
Media hora después de estar en la fila, Liam compró los boletos y entraron. Se sentaron en las butacas.
—¿Quieres que te compre algo? —le ofreció.
—No, gracias. —Liam le sonrió, y ella también. Empezó la película y miraron.
Dos horas después se fueron a comer a un bar cerca. Se pidieron una pizza y una cerveza. Hablaron un poco de la película y luego de otra cosa. El mozo trajo la cerveza y dos tarros. Destapó la botella, les sirvió y se retiró. La pareja hizo un brindis y tomaron.
—¿Y vives solo o con tu familia? —preguntó Sandrine con curiosidad.
—Con mi mamá y mi hermano. Mi mamá es divorciada y mi hermano trabaja conmigo en el restaurante. —El mozo volvió con la pizza y se volvió a retirar definitivamente.
—Ah, qué bien. —Liam la miraba a los ojos, y ella le sonreía.
—Tengo que decirte, tu mamá fue muy amable conmigo cuando me atendió por teléfono —contó su pretendiente.
—Gracias, sí, ella es así. Es más blanda que mi papá, pero los dos son un amor.
—Mi mamá también lo es, la adoro, a ella y a mi hermano. Aunque a veces él y yo peleemos.
—Es normal —rió levemente—. Con mis hermanos también peleo a veces.
—¿Cuántos son?
—Somos cuatro. May es la más grande, después sigo yo; luego otra chica, que se llama Grace; y por último un varón, Spencer. Están en la secundaria. Bueno, mi hermana menor ya está terminando.
—Son muchos —comentó un poco sorprendido—. Yo también soy el menor, y tengo un hermano nomás, se llama Noel. —Siguieron conversando. Un rato después, terminaron de comer. Liam pagó la cuenta y se fueron. La acompañó hasta su parada.
—Le voy a decir a mi familia que otra vez te portaste bien. Me encantó salir contigo.
—A mí también. ¿Y cómo no iba a ser bueno contigo? Eres un angelito, simpática, tengo que tratarte bien —la alagó Liam. Ella le sonrió, y llegaron a la parada. Justo llegó el bus también, y se despidieron.
—Nos vemos —se despidió Sandrine.
—Cuídate —le deseó. La chica se subió y pagó el boleto. Liam la saludó con la mano una vez que la vio sentarse, y ella le respondió de la misma forma desde la ventana. Vio el bus irse y él también se fue.
***
—¿Cómo te fue? Cuéntanos —le pidió Peggy mientras estaban desayunando.
—Me encantó salir con ella. Fuimos al cine, después a comer una pizza. Sandrine fue tan linda. Quise besarla pero no me animé, preferí esperar.
—Está bien, no tienes que besarla ya —opinó Noel.
—Pero sí me daban ganas —admitió sonrojado—, es que es tan hermosa, tan tierna y...creo que al menos la mamá me va a aceptar. Me atendió muy bien en el teléfono y me pasó con su hija apenas le dije mi nombre.

ESTÁS LEYENDO
Tu hija (Editando)
RomansaLiam es un joven promiscuo e impulsivo que trabaja en un restaurante junto a su hermano. Mantiene una relación inestable con Isabelle, su novia, hasta que ella, cansada de sus actitudes, decide terminar con él. Poco después, Isabelle le revela que e...