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Resumen del capi previo por el casi mes sin actualizar:

Sky y Corey se van a una cita, se dan un besito, Sky se ralla porque sino no sería Sky. Previamente a la cita, Sky le salva el culo a Miller porque es tan bobo que no entiende ni a su propia madre. Sky consigue una entrevista en Yale y de vuelta a después de la ralladura, Sky se topa con un desconocido en su cama *inserte carita pervertida*.

Ahora sí, disfrutad del capítulo🤟🏻


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— Tienes cinco minutos antes de que me ponga a gritar y mi padre venga con el bate.

— Necesito dos para atarte a la cama y hacerte gritar, pero de otra forma.

Este chico era increíblemente idiota, me quedé en medio de la habitación, escrutándolo con la mirada mientras bufaba como si el señor Lucas hubiera invadido mi cuerpo. Que siguiera con ese tipo de bromas me hacían particular gracia, porque sabía la verdad que se ocultaba tras sus palabras.

— ¿Qué mierda haces aquí, Tatum?

Se recostó cuan largo era en mi cama, mirándome con una soberbia que a punto estuve de coger el cojín del suelo y darle con él hasta que le deformara aún más esa cara tan fea que tenía. Debió de leerme el pensamiento, porque enarcó una ceja.

Tatum el telepático.

— Tranquila, tigresa, solo venía a saludar. Dime, ¿con Mines? ¿en serio? Si ese chico es igual de sieso y plasta que tú, ¿no te aburre?

¿Cómo se atrevía a hablar de una persona así? Encima que no lo conocía de nada y ya tenía que ponerse a criticarlo, me recordó tanto a Camille cuando se le ponía bajo la nariz alguien del instituto y todo lo que se oía era: mírala qué aires de superioridad, se creerá guapa y todo gracias a la rinoplastia.

Esos dos habrían sido la pareja perfecta de criticones, y más porque ninguno de los dos desaprovechaba la oportunidad de meterse conmigo.

— ¿Tú quieres que te parta el culo de una patada?

— Preferiría que lo hicieran de otra forma, pero adelante.

— ¡Eres insufrible!

— Bueno, escandalosa, ¿vas a contarme ya a qué viene todo con el pijo ese o me tienen que crecer raíces?

Quizá fue porque me sentía mal conmigo misma o porque tenía la cabeza hecha un revuelto de emociones y pensamientos, pero en el fondo agradecí tenerlo ahí.

No éramos amigos, y puede ser que jamás lo seríamos, pero ambos compartíamos un secreto del otro, algo tan íntimo que quisiéramos o no, un vínculo se había formado.

Qué moñas, Skyler.

— Me pidió una cita y acepté. Lleva gustándome desde los...once años o así y bueno, eso. No necesitas saber nada más, lárgate de mi cuarto.

Que en el fondo lo quisiera ahí no significaba que fuera a decírselo.

Se me quedó mirando con cara de angustia, como si la sola imagen de mi cara le diera náuseas. Fruncí tanto las cejas que de seguro parecía un perro carlino.

— ¿Qué te gusta de él?

— Pues...no me mires así, se me da mal expresar mis emociones. Dame un minuto —elevé un dedo, tomándome unos instantes.

¿Qué me gustaba de Corey? Casi todo lo que era. Dulce, inteligente, un poco patoso, pero tierno aunque algo seco. Era el chico perfecto para mí, ambos con las mismas aspiraciones y una sed incontrolable por bebernos el mundo.

Flores en el cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora