𝓬𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓭𝓸𝓬𝓮.

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Wonwoo se encontraba en la cocina usando sus dotes para preparar el desayuno, hoy serían él y su abuela, ya que la mayoría de los días estaba Minhee entre ellos. Terminó de colocar lo necesario en la mesa con la ayuda de la anciana, al tomar asiento comenzaron a devorar los alimentos en pleno silencio.

—¿Minhee no viene hoy, cielo? —la abuela Jeon preguntó luego de un rato.

—No —Wonwoo negó con su cabeza—. Mingyu me avisó ayer que hoy pasaría tiempo con ella, como estuvo ocupado siente que le está prestando menos atención de la que debería.

—Oh —la anciana asintió—. Pobre Mingyu, es padre soltero y desempleado. Qué suerte que continúe con sus estudios, quizás tenga oportunidades más buenas en el futuro.

—Sí —él bajo la cabeza, tragando saliva ya que sentía repentinamente la garganta seca—. Abuela, ¿hace cuanto conoces a Mingyu? Me lo he estado preguntado desde hace mucho, pero no quería sonar grosero si se lo preguntaba a él.

—Oh, no hay problema cielo. Déjame recordar...—puso una mano en su barbilla, pensando profundamente—. La primera vez que lo vi fue en el supermercado. Sí, fue allí —la mujer relataba—. Cargaba a la niña que aún era un bebé en sus brazos, no sabía con exactitud qué comprar y por ello se lo veía nervioso. Me acerqué a él y le pregunté si necesitaba ayuda en algo, ya sabes como soy yo cielo.

—Eres una persona amable, sin dudas.

—Eso habrá ocurrido hace unos cinco años atrás, más o menos, al descubrir que se había mudado a la casa de al lado supe que tenía que ayudarlo mucho más. A veces la cuidaba mientras él se iba a la escuela porque todavía era un adolescente. Un día me atreví a preguntarle acerca de porqué la estaba criando solo, dónde estaba la madre de Minhee.

—¿Y qué te dijo? —Wonwoo estaba ansioso por saber mucho más, pero se mantenía tranquilo.

—Él me respondió que ella se dio cuenta de que no estaba preparada para criar a Minhee y los abandonó —la abuela hablaba en un tono triste—. Mingyu desde entonces tuvo que tomar muchas responsabilidades y decisiones, todo solo. Me confesó que quería enviar a Minhee a un orfanato porque él no podía lidiar con todo ese mundo nuevo, pero la ama, y no pudo hacerlo.

—Eso... es terrible —Wonwoo de pronto sintió dolor en su pecho-. ¿Cómo es que de todas las veces que vine aquí jamás lo vi?

—Mingyu sabía que venías todos los fines de semana, por eso nunca lo viste.

—Ahora me siento mal por él, abuela —abulto sus labios en un pequeño puchero.

—Lo peor para Mingyu ya pasó, se convirtió en un verdadero hombre -la abuela le mostró una sonrisa—. Ahora que ustedes se amigaron un poco más podrías intentar hacerlo feliz, darse apoyo mutuamente, creo que charlar o tener compañía de alguien les haría bien a los dos.

—No sé si le agrado abuela, sabes que a veces soy un poco bocón y....

—¡Wonwoo, no digas eso! Por supuesto que le agradas. Mi nieto es muy lindo y amable, un cielo —la anciana palmó la mano contraria que estaba sobre la mesa—. Eres mi cielo.

Wonwoo sonríe tímidamente, tomando con firmeza su mano. Aunque su abuela le diga todas esas cosas bonitas y que son agradables de escuchar de vez en cuando, él sentía que no era realmente como ella decía. Tal vez se haya comportado muy irrespetuoso con Mingyu, pero es algo que hacía inconscientemente, y la realidad era que estaba acostumbrado a siempre tener que estar a la defensiva.

—Pensaré como amigarme más con él —expresó Wonwoo luego de haberlo meditado—. Creo que he sido un poco grosero. Pero es porque- no lo sé, a veces le respondo mal ¡y no es mi intención! Ahora quizá piense que me cae mal porque lo miro mal, pero no me cae mal, el problema soy yo por-

𝙏𝙍𝙊𝙐𝙑𝘼𝙄𝙇𝙇𝙀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora