capítulo treinta y ocho.

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Minghao estaba esperando a Jun pacientemente en aquel restaurante de comida china. Hace unos cinco minutos atrás le habrá dicho que se encontraba cerca pero al restarse esa cantidad de tiempo él no apareció, sino que diez minutos después. Minghao estaba nervioso antes de que él llegara, pensaba demasiado de qué podrían hablar o sobre qué, era bastante tímido aunque ya conociera a Jun. Y la verdad es que la presencia del chico lo hacía sentir aún más nervioso. Sin embargo, habían logrado superar esa parte de incomodidad y silencio gracias a que Jun hablaba constantemente, para Minghao mientras él sonreía era un ser muy precioso, pero no iba a decirlo.

—¿Qué quieres hacer ahora? —Jun le preguntó una vez habían esperado unos minutos después de haber cenado. Minghao lo miró mientras hacía una mueca con sus labios, pensativo—. Dime lo que te gusta.

—No se me ocurre un lugar para ir—Hao respondió—. Últimamente no salgo mucho. Mayormente me encuentro trabajando o en la escuela.

—También yo —Jun rió—. Pero sé de un sitio que creo que puede gustarte.

—¿Ah sí?

—Espero que sí.

Jun le sonrió, a lo que Minghao se sintió pequeño, aunque aún así le devolvió la misma sonrisa. Luego de haber pagado por la comida se retiraron del restaurante, comenzando a caminar hacia el sitio que Jun había mencionado. Mientras caminaban a pasos tranquilos ya que conversaban de trivialidades, el celular de Minghao dio varios timbrados indicando que lo estaban llamando. Cuando verificó quién era, atendió.

¿Ya se besaron? ¿Ya son novios?

¿Qué? ¡No!

¿Y por qué se tardan tanto? Me costó mucho ser su cupido.

Recién acabamos de cenar, Chan. ¿No crees que es muy pronto?

Osea que si planeabas besarlo.

—¡No!

—¡Pero tienes que hacerlo! ¡Sino me sacrificio habrá sido en vano!

—¿De qué hablas?

Estuve aguantando a Jeonghan y Joshua todo el día porque me preguntaron sobre con quién saliste. Matame si no soy un buen amigo.

¿Qué?

Fueron al café y preguntaron por qué no fuiste, entonces yo- ¡Agh! ¡Olvídalo! ¡Si mañana no me das buenas noticias, me enojaré!

—Pero-

¡Mañana, Haohao!

Minghao se alejó de su teléfono cuando de repente Chan le cortó. ¿¡Acaso estaba loco?! ¿Cómo iba a besar a Jun si apenas esta era su primera salida juntos? Chan estaba definitivamente loco.

—¿Quién era? —Jun, luego de haberse quedado parado mientras Minghao atendía su llamada, al ver que él había cortado, preguntó.

—Solo era Chan —respondió el menor.

—¿Qué quería?

—Preguntaba si estábamos bien —mintió—. A pesar de que sea menor, es sobreprotector.

—Ya veo —el castaño rió—. Chan es especial.

—Lo es —Minghao también rió. A esas alturas ya habían reanudado su recorrido, con un ambiente diferente, más cómodo—. Aunque siempre quiere llamar la atención, pero es porque nos quiere y sabe que lo apreciamos mucho.

—Si, lo sé. Casi siempre lo veo pegado a Seungcheol o a Wonwoo —rió—. Y es difícil acercarse a Wonwoo, o al menos a mi me costó.

—Él es... muy reservado. No te creas que porque trabajamos juntos se mucho de él, pero es una buena persona después de todo —Hao exhaló. El menor detuvo su andar cuando Jun se había quedado parado frente a una enorme tienda, lo miró—. ¿Es aquí?

𝙏𝙍𝙊𝙐𝙑𝘼𝙄𝙇𝙇𝙀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora