𝓬𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓭𝓲𝓮𝓬𝓲𝓼é𝓲𝓼.

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Lo más difícil para Wonwoo fue que Mingyu permaneciera en silencio, si bien casi siempre era un chico no muy bullicioso, ahora estaba como loco. Le había dicho a Minhee que se vaya a su habitación e intentara dormir, que él se encargaría de su adorado padre. Pero no estaba teniendo éxito.

—¿No te vas a ir, no? —Mingyu, quien estaba acostado en la cama con Wonwoo apresado en sus brazos, preguntó.

—No —el pelinegro suspiró—. Y si quisiera tampoco podría, me estás asfixiando.

—Sólo no te vayas cuando me duerma, porque sé que lo harás —Mingyu se acomodó mejor, apoyando su cabeza sobre la de Wonwoo, el menor no se movía en lo absoluto.

—Está bien Mingyu, no me iré, me quedaré contigo, ahora intenta dormir.

—Hablo en serio, Wonwoo.

—Yo también.

—¿Me lo prometes? —la voz de Mingyu de pronto sonaba apagada, hasta se podría decir que triste también.

—Sí, lo prometo —Wonwoo aseguró.

Mingyu luego de dejar escapar un suspiro, abrazó con más fuerza a Wonwoo no queriendo que de verdad se vaya. Sí, estaba ebrio, pero también estaba lo suficientemente consciente de la situación como para entender que no quería que Wonwoo lo deje. Se sentía triste, y el chico entre sus brazos era justo lo que necesitaba porque transmitía cierta calidez que lograba tranquilizarlo.

—Wonwoo —el mayor habló, el antes nombrado hizo un sonido con su boca afirmándole que lo estaba escuchando—. Estoy triste.

El pelinegro elevó sus cejas asombrado, de todas las cosas que pensó que Mingyu podría decirle jamás se le ocurrió eso. Calculó muy bien lo que iba a decir o preguntar, no era muy bueno dándole consuelo a las personas y no quería embarrar la situación.

—¿Triste? —Wonwoo se rindió ante la posibilidad de hacerlo dormir para él poder irse y apoyó su cabeza en el pecho del mayor, se escuchaban la intensidad de sus latidos—. ¿Quieres contarme?

—Estoy triste por muchas cosas que te aburrirían si te las contara, pero la principal es porque... —Mingyu se quedó con las palabras vacilando en su boca. Wonwoo estaba ansioso, por alguna razón, de que acabara su oración—. Es porque te quiero, pero tú no a mi.

—¿Qué? —el pelinegro simplemente no tenía nada para decir, aquello lo tomó totalmente desprevenido y lo peor de todo era que el estómago comenzó a darle vuelcos, como si fuera que eso era lo que esperaba oír. Era imposible.

—Te quiero, pero no es el sentimiento que un amigo tiene hacia otro —Mingyu explicaba con una crisis en su cabeza—. Yo te quiero, y mi te quiero es de que me gustas.

—Mingyu-

—Lo siento, Wonwoo. No es mi intención hacerte sentir incómodo o que me odies, sólo necesitaba que lo sepas —el menor escuchaba los latidos del corazón del gigante acelerarse con cada palabra que soltaba—. No sé cómo, no sé por qué, solo pasó. De un día para el otro comenzaron a gustarme tus ojos, tu semblante diariamente serio, tus sonrisas pequeñas e inocentes, tu humor horrible; no me llevó mucho tiempo darme cuenta que esto pesado que siento en mi pecho es el sentimiento relacionado hacia ti.

—No Mingyu, debes estar confundido —el pelinegro se negaba totalmente a creerle a un ebrio—. No piensas en lo qu-

—Me gustas, Wonwoo.

El aludido comenzó a respirar errático, con las mejillas a punto de explotarle. Es la primera vez que alguien le confesaba sus sentimientos, y al parecer, es también la primera vez que Wonwoo tiene sentimientos por alguien. Pero no, no podía ser posible.

—Mingyu —el pelinegro cuando vio la oportunidad de escaparse de los brazos del gigante, ya que habían perdido fuerza mientras hablaba, aprovechó y salio también de la cama—. Tú estás ebrio, no sabes lo que dices.

—¿Jamás escuchaste el dicho de que los ebrios nunca mienten? —el mayor también se levantó, no importándole el fuerte mareo o el dolor en su cabeza.

—Como sea. No estás en tus cinco sentidos y probablemente sea algo que no querías decirme o tal vez me estás confundiendo con alguien más. Me olvidaré de lo que dijis-

—No, Wonwoo —el gigante lo detuvo cuando el antes nombrado había girado para retirarse de allí—. Agradezco no estar en mis cinco sentidos para poder decirte lo que realmente siento por ti, es algo que sin duda sobrio jamás me atrevería a hacer.

—Ve a dormir, Mingyu —Wonwoo dijo a duras penas, soltándose del agarre del mayor sin siquiera mirarle a la cara—. Tienes que llevar a Minhee a la escuela en unas horas, descansa lo que puedas.

Antes de que Mingyu pudiera decir algo más para que Wonwoo no se fuera, ya había sido demasiado tarde, él ya había huido. Sinceramente, algo en el pecho de Wonwoo le decía que estaba diciendo la verdad, que no era un juego estúpido, que no estaba jugando con él sólo porque estaba en estado de ebriedad. Y por sobre todas las cosas, no podía negar que fue lindo, por ese breve momento, sentir que alguien lo quería.

Junhui, Chan, y esas personas que conoce por cuestiones de escuela y trabajo sólo lo aprecian porque es costumbre, la costumbre de encariñarte con alguien que ves todos los días porque es parte de la vida común, que luego esa costumbre pasa a segundo plano y eventualmente olvidan. Wonwoo cree que en la vida de esas personas es sólo alguien pasajero, alguien que no tiene establecido un lugar seguro junto a ellos, no tiene donde pertenecer.

Pero, inevitablemente, no podía sentir lo mismo con Mingyu. Ese gigante estúpido al que ve y tempranamente entra en conflicto le estaba partiendo la cabeza con su innecesaria confesión de "Te quiero, me gustas". Por la mierda que no se le apetecía andar con cosas en la mente, pero ese idiota era en lo único que podía pensar. Como había dicho antes, es la primera vez que alguien le confiesa sus sentimientos y para él fue muy complicado reaccionar porque jamás estuvo en una relación.

Se sentía un imbécil, en toda le extensión de la palabra.

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espero que les guste! 💘

ʟᴀꜱ qᴜɪᴇʀᴏ ᴍᴜᴄʜɪᴛᴏ

kdl-

𝙏𝙍𝙊𝙐𝙑𝘼𝙄𝙇𝙇𝙀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora