𝙏𝙍𝙊𝙐𝙑𝘼𝙄𝙇𝙇𝙀

𝓬𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓿𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓼𝓲𝓮𝓽𝓮.

Seungcheol conducía el auto un poco desganado —pero no sorprendido— con Jeonghan en el copiloto y la hija de Mingyu, Kim Minhee, en el asiento trasero. El mayor se había imaginado algo peor con respecto a lo que tramaba el rubio, sin embargo, esto fue lo último que hubiera pensado que haría. Llevaba conociendo a Jeonghan hacía ya unos pares de meses y adivinar sus intenciones —estupideces que lo involucraban a regaños aún el siendo el mayor— se había vuelto bastante sencillo, siempre apuntaba a algo malo o peor que malo; por lo que esta salida al cine podía ser tanto una gran idea como una mala.

—Oppa —Seungcheol fue arrebatado de su mundo por la aguda voz de la niña en la parte de atrás.

—¿Sí, pequeña? —él respondió.

—¿Qué película vamos a ver?

Cheol miró a Jeonghan quien también había volteado a verlo, el rubio sonrió dándole a entender que él tampoco tenía una sugerencia para aportar.

—No lo sé —Seungcheol hizo una mueca con sus labios—. Cuando lleguemos al cine revisaremos la cartelera.

—Está bien —la niña respondió, quedándose en silencio nuevamente. Ella no era una niña bulliciosa, al observarla por el retrovisor estaba con una diminuta sonrisa en sus labios, sus dos coletas eran adorables.

—¿Después vamos a ir a comer, no? —Jeonghan, luego de un agradable silencio, preguntó.

—Claro, si.

El rubio sonrió enormemente, volviendo sus ojos al paisaje de afuera. Para Jeonghan, Seungcheol era la mejor persona que conoció hasta el momento, de eso no cabía duda. Estaba seguro de que él era el primer mayor que no lo regañaba por todo, Han conocía personas que lo hacían como si fuera una orden escrita en las leyes, estaba agradecido de que su mayor no fuera así.

Cheoli, como le dice él, siempre le compra lo que quiere y lo consciente sin que se de cuenta, pero lo que le inquietaba es que es de la misma manera con Wonwoo. Todo este tiempo que llevaban conociéndose creyó que solo se comportaba de esa manera con él, pero al ver que también era así con Wonwoo lo desilusionó un poco. No es como si el pelinegro no le agradara o algo por el estilo, lo quería, pero era más por cuestión de Seungcheol que de él. Sin embargo, entendía que el mayor y Woo se conocían desde hace mucho tiempo y que por eso su relación como amigos se daba de esa manera, simplemente se sentía un poco celoso.

Luego de haber viajado unos minutos más, ya se encontraban subiendo por las escaleras mecánicas hacia el cine. Seungcheol tomaba la mano de Minhee, Jeonghan hablaba con la niña como un parlanchín sin siquiera esperar a que la niña le respondiera. Se lo notaba entusiasmado, y se veía lindo sonriendo de oreja a oreja.

—Dime linda, ¿qué es lo que llama tu atención? —preguntó Han parado frente a la cartelera. Se habían estrenado muchas películas que a simple vista lucían geniales, pero no podían olvidar que venían con una niña y tal vez ese tipo de géneros no eran de su agrado.

—¡Esa! —Minhee apuntó sin pensar la que primero llamó su atención.

—¿Frozen 2? —leyó en voz alta Cheol. La niña asentía rápidamente mostrando su felicidad en cada esquina de su rostro—. Bien, espérame aquí con Hanie, iré a comprar los boletos.

—¿O qué te parece si vamos a comprar palomitas y refrescos? —Jeonghan se agachó a la altura de Minhee, ambos le sonreían al mayor intentando convencerlo. Seungcheol no estaba seguro en si dejar que vayan solos, Jeonghan podía ser un poco... olvidadizo.

—Me quedaría más tranquilo si me esperan aq-

—¡Por favor, oppa! —la adorable niña de repente suplicaba con un puchero en sus labios y ojos de cachorro, su corazón se agitó en su pecho.