OPERACIÓN JILY

Corbatas, espejos, y Romeo y Julieta

James' POV

Las corbatas son una pesadilla.

Sé que el uniforme requiere llevarlas, pero normalmente llevo el nudo deshecho, porque anudar esto es más difícil que colarse en los baños de los Prefectos a cambiar las bombas de baño por bombas fétidas (y eso es difícil. Es sorprendente lo vigilado que está ese sitio).

No suele pasar nada, porque a los profesores les da bastante igual. Pero no puedo aparecer al baile de Slughorn y mi cita con Evans con el nudo de la corbata deshecho. Es mi única oportunidad con ella. No quiero fastidiarla desde el principio.

Así que ahora mismo, me encuentro frente al espejo, con la parte de arriba de mi "traje formal" (que es extremadamente incómodo), y la corbata alrededor del cuello, mientras intento hacer un nudo sin mucho éxito.

Canuto está usando nuestro espejo para castigos (nos la regaló mi padre, y si miras en él la otra persona te ve. Creo que no pretendía que lo usáramos para comunicarnos cuando nos separan en los castigos, pero en fin, no puede impedírnoslo), para ponerse algo que se llama "delineador" en los ojos. Creo que lo robó de una tienda porque no sabía como funcionaba el dinero muggle.

Colagusano lleva media hora en el baño, y creemos haberle escuchado ensayar en el espejo para dirigirse a su cita.

Eso es adorable. Tal vez yo debería ensayar para mi... cita de amigos con Evans. Merlín, estoy convencido de que voy a fastidiarla en algún momento.

Mejor no pienso en eso. Ya estoy lo suficientemente nervioso. Me empiezan a sudar las manos.

Lunático, por su parte, lleva preparado unas dos horas y está leyendo, con las piernas cruzadas en la cama, dirigiéndonos miradas de diversión de vez en cuando.

Shaklebot no está por ninguna parte (creo que lleva desde el año pasado durmiendo en el dormitorio de los alumnos que están un año por debajo de nosotros), pero Fabian y Gideon están aquí como sustitutos, sentados en el suelo uno en frente del otro.

Como yo estoy ocupando el único espejo de la habitación, y Colagusano está usando el del baño, Fabian ha decidido pegarle un espejo en la frente a su hermano y usarle de portador. Parece estar intentando decidir qué peinado hacerse, mientras Gid reevalua sus decisiones vitales.

—Merlín, Cornamenta, es doloroso mirarte—comenta Sirius, dejando su delineador a un lado para observarme juzgamentalmente.

Yo observo mi desastroso intento de nudo, y arrugo la nariz con irritación.

—Creo que no sé hacer nudos de corbata—digo.

—¿Crees?—Sirius suspira con exasperación, y con dos zancadas, se sitúa delante de mi y me hace darme la vuelta, antes de empezar a hacer el nudo él mismo—¿Es que no has estado en una fiesta formal nunca?

Gruño con irritación.

Sí estuve en una fiesta formal una vez, cuando mi madre aún trabajaba en el Ministerio de Magia. Tenía cinco años, y me dejaron ir sin corbata, porque obligar a llevarla a un niño pequeño es un crimen castigado con cadena perpetua en Azkaban.

Sinceramente, fue una pesadilla. La cena sabía horrible, no había sitio donde jugar y todo el mundo era condescendiente.

Marls estaba allí.

Puede que creáramos caos juntos. Creo que le tiré un trozo de pescado en el ojo al jefe de mi madre. El recuerdo está borroso.

Por suerte para todos, ahora mamá trabaja en casa, y ya no me obligan a ir a sus cenas de empresa.