Canta para mí [SIN EDITAR]

Capítulo 6: Migas de pan

Cerca del mediodía, Jungkook comenzó a moverse inquieto.

Con pereza, restregó sus ojos y giró la cabeza, observando al pequeño pelinegro que dormía con la boca semi abierta. Por un instante, deseó acariciar aquellas mejillas sonrosadas.

Tratando de no hacer ruido, el castaño se levantó de la cama y volvió a tapar bien a Jimin. Lavó su cara y comenzó a preparar el desayuno/almuerzo para los dos.

Puso algo de música bajito y comenzó a preparar algunos hotcakes, tostadas y panes rellenos con mermelada.

—... Peatches and cream, sweeter than sweet. Chocolate cheeks and chocolate wings...

Buscó los huevos en la heladera y dio una vuelta mientras cantaba el estribillo de la canción. Batió la mezcla y vertió la preparación en una sartén; con la espátula en la mano, comenzó a mover la cintura y tiró la cabeza hacia atrás.

—... Te deseo mucho, mucho, mucho...

Dio vuelta la tortita y siguió moviéndose al ritmo de la música.

—Na na na na... na na na na —finalizó retirando del fuego el primer hotcake.

Siguió preparando las tortitas mientras una nueva canción sonaba.

—Do your thing, do your thing with me now...

Preparó un par de tazas y puso en marcha la cafetera, mientras siguió bailando con el repasador en una mano.

—... Yeah, yeah, yeah, yeah. Film me now, film me now. Do you heard me ya?

Sacó el resto de tortitas en un plato y ahuecó los panes para rellenarlos con la mermelada.

—¿Estás espiándome, Jimin? —preguntó el castaño sin voltear.

—Yo lo llamo "observar en silencio sin que la otra persona se de cuenta" —habló acercándose hasta él— ¡Vaya! Hace tanto que no como tortitas...

—Pues ahora lo harás. Siéntate que pongo todo en la mesa —pidió, apoyando los platos con comida frente al chico.

—Gracias, ¿qué tal dormiste? —preguntó con una sonrisa.

—Muy bien, ¿y tú? No debiste haberte quedado conmigo... cuando desperté para ir al baño, estabas acostado sobre el respaldo de la cama y con la cabeza en tu hombro.

—Oh... No me duele nada.

—Te acosté luego, pero pensé que quizás amanecerías dolorido.

—Estoy genial —habló con las mejillas llenas de comida—. Estos hotcakes están deliciosos, ¿hay algo que hagas mal?

Jungkook rió y mordió un pan relleno con mermelada.

—¿Tienes algo que hacer hoy? —preguntó Jimin, agregándole más miel a sus tortitas.

—No, solo trabajo de lunes a viernes y domingos; hoy es sábado.

—¿Te gustaría hacer... algo?

-¿Algo como qué? —preguntó.

—No sé... ver películas, ir a patinar, caminar. Salir y hacer algo divertido. ¿Qué dices? —preguntó con sus ojos brillantes.

—No soy muy divertido —agachó la cabeza, jugando con unas migas de pan que habían caído sobre la mesa.

Jimin notó lo que hacía Jungkook y comenzó a colocar las migas de pan hasta formar un pequeño camino.

—¿Qué es esto? —rió bajito el castaño, señalando las migas de pan que Jimin había ordenado.

—Algún día te lo explicaré —las sopló despacio.

—De acuerdo, ¿quieres más café?

—Sí, por favor. ¿Tienes algo de leche?

—Claro —caminó hasta la heladera y le entregó una pequeña botella.

—Gracias. Entonces, ¿qué haremos hoy? —insistió Jimin, tomando su taza de café con leche.

—Nunca fui a una pista de patinaje... —habló en voz baja.

—¡Genial! ¿Te molesta si pasamos por mi casa antes de ir a la pista? Es que debo cambiar mi ropa —Jungkook palideció.

—Podemos vernos en la pista, no creo que sea bueno que tu padre me vea... Tampoco sé si está bien que pasemos tiempo juntos. Quizás deberíamos...

—Tonterías. Mi papá sabe que estoy contigo: se lo dije ayer. No creo que tenga problema con dejarme salir contigo a patinar un rato...¡En cuanto te conozca te querrá!

—Ver muerto... —susurró.

—¿Dijiste algo? —preguntó el pelinegro.

—Que bueno... si tú lo dices, te acompaño.

—Genial, si quieres podemos ir cuando terminemos de comer.

—Claro —sonrió Jungkook, enternecido por la genuina felicidad que mostraba el rostro de Jimin.

Con la mesa limpia, Jungkook entró a su pieza para cambiarse de ropa y dejar que Jimin se colocara sus prendas del día anterior, ya limpias.

—¿Qué debo usar para visitar al padre de Jimin? —preguntó mirando el techo de su cuarto. Suspiró y abrió su armario.

—Que el destino decida... —cerró los ojos y pasó su mano, tanteando la ropa, sacó tres prendas y las tiró sobre la cama.

Se cambió las medias y observó la ropa que había sacado: un jean azul claro, una remera blanca con rayas negras horizontales y una chaqueta negra.

Terminó de cambiarse y guardó sus cosas. Se colocó un abrigo negro y buscó sus guantes.

—¿Estás listo, Jimin? —preguntó atando los cordones de sus Converse.

—Sí, vamos —respondió entusiasmado el más bajo.

Juntos se dirigieron a la parada de autobuses, hablando de cosas triviales y bromeando. En ese momento, Jungkook pensó que Jimin era una gran fuente de alegría andante y sonrió todo el camino.

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La primera canción que canta Jungkook mientras cocina:
Blood, sweat & Tears - BTS

La segunda canción que canta:
Black Swan - BTS