Canta para mí [SIN EDITAR]

Capítulo 29: All-in

—Así que —los dedos de Jimin trazaron el borde de su taza con café y tomó aire, sus ojos marrones observaron todo el lugar intentado encontrar alguna respuesta—. Podemos...

—Podemos rendirnos. Llevamos días pensando qué hacer y nada de lo que se nos ocurrió podría funcionar. Además tu cumpleaños es en unos días. Deberíamos relajarnos y dejar de lado todo esto por un rato.

Jungkook frunció el ceño, no quería que Jimin se sintiera responsable de ayudarlo a probar su inocencia.

Por su parte, el rubio que lo acompañaba guardó silencio, jugando con el brazalete que le había regalado a Jeon. Una pequeña sonrisa se formó en los labios de Jimin pero el castaño no pudo percibirla.

Suspirando, Park apoyó su mentón sobre sus manos y rodó los ojos.

—Tienes razón, quizás deberíamos rendirnos.

—Eso es lo que estaba...

—Pero -lo interrumpió—, si se nos ocurre algo entonces lo intentaremos, ¿sí?

—Si sucede un milagro, entonces, lo aceptaré con gusto.

Jimin tenía un plan; sabía que lo que pensaba hacer era una locura y muy seguramente terminaría mal pero valía la pena arriesgarlo todo si el resultado era ver a Jungkook hacer lo que amaba. Solo había dos pequeños pero muy importantes detalles que él ignoraba...

Por un lado, aunque Jimin creía que su plan tenía todas las de perder, nunca hubiese podido imaginar todo lo que sus acciones desencadenarían en el futuro.

Y por otro lado, el lindo rubio no sabía que lo que más amaba Jungkook, mucho más que cantar o bailar, era verlo sonreír a él.

Ambos chicos pasaron la tarde juntos. Al salir de la pequeña cafeteria, fueron al parque y caminaron tomados de la mano. Ninguno de ellos había tocado el tema sobre qué eran o qué clase de relación tenían. Jimin no quería presionar a Jungkook y el castaño trataba de encontrar alguna forma de expresar todo lo que sentía en su corazón pero las palabras y lugares nunca parecían ser los correctos.

Aún así, los dos tenían en claro que eran mucho más que amigos.