Capítulo 27: Serendipity

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El pecho de Jimin subía y bajaba. Su interior era una revoltijo de emociones: felicidad por aquel beso que había compartido con Jungkook, preocupación por su futuro y el del castaño, nervios por la presentación...

Sacudió la cabeza, caminó hasta el centro del escenario respirando hondo, observó el telón y cerró los ojos.

La música comenzó a sonar y el telón se elevó dejando al descubierto la figura de un joven rubio.

El atuendo de Jimin captó la atención de todos los presentes: su camisa mitad blanca y mitad negra tenía pequeños brillos incrustados, sus pantalones negros poseían una fina línea blanca al costado y sus zapatos estaban pulcramente lustrados.

La melodía de su canción era suave pero rítmica, tan llena de sentimiento y al mismo tiempo tranquilizaba a cualquier persona.

Serendipity era una canción que hablaba de amor, pero no de cualquier amor, sino de ese amor que es tan puro, tan perfecto, que te hace ver todo de un modo diferente... Como si todo fuese mejor desde que aquella persona aparece en tu vida.

El chico que la cantaba hablaba del destino, del Universo, de un amor que estuvo destinado a suceder desde siempre.

Una canción así, una letra así y una interpretación como tal, requería de un baile que de igual modo transmitiese todas aquellas emociones.

Solo oyendo la música, Jimin dejó que su corazón guiara sus pasos. Su cuerpo y alma conocían a la perfección cada movimiento.

Una exclamación de sopresa hizo eco en todo el teatro cuando el rubio se dejó caer en el piso, de espaldas, para luego dar un giro y elevar su pierna.

Retrocediendo lentamente, se colocó en el centro del escenario. Cuando la música finalizó, el silencio se hizo presente en el lugar, seguido por un gran estruendo de aplausos, silbidos y gritos de felicitación.

Su mirada ubicó a Jungkook junto a su padre entre las primeras filas. Primero fue el castaño, lo siguió el señor Park, luego una mujer, una niña... y así cada uno de los presente comenzó a levantarse de sus asientos hasta que todo el teatro lo ovacionó de pie.

Canta para mí [SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora