Un leve quejido hizo que el hombre en la habitación volteara. Alejándose de la ventana, el señor Park se acercó a la cama hasta sujetar la mano de su hijo. Con cuidado, acarició los cabellos azules.
—Minie, bebé —susurró, intentando controlar sus lágrimas al ver los preciosos ojos marrones observarlo.
—Papá...
Jimin tosió y apretó los ojos con fuerza, su cabeza dolía con fuerza y su garganta quemaba, sin mencionar el gran peso que sentía sobre su pecho.
—Tranquilo, no te sobreesfuerces, llamaré a un doctor —dicho esto, el hombre salió de la habitación con una sonrisa en el rostro mientras retiraba las lágrimas de sus ojos.
Las siguientes horas, los diferentes médicos y especialistas que habían tratado a Jimin desde su llegada días atrás, se dedicaron a realizarle todas las pruebas y análisis necesarios para corroborar su actual estado de salud. Cuando constataron que el joven estaba bien, lo dejaron a solas en la habitación junto a su padre.
El mayor entró y tomó asiento junto a su hijo.
—Si sigues así de bien, dicen que podrás irte en unos días. Quizás tengas que hacer reposo e ir a rehabilitación un tiempo, pero podrás volver a bailar en un mes o dos. Tus órganos están perfectos y eso es un milagro.
—Papá, ¿dónde está Jungkook?
Ante la mirada cabizbaja de su padre, Jimin tomó asiento en la cama y lo observó con detenimiento.
—¿Papá?
—Él está bien, no te preocupes —acarició la mano del peliazul—. Está con Jang.
—¿Le llegó el audio?
—Sí, pequeño —Jimin suspiró—. Lo que hiciste fue muy peligroso.
—Estoy bien... Un poco.
—Estoy enojado contigo, jovencito —el señor Park frunció el ceño.
—¿Por qué?
—Me mentiste y pusiste tu vida en riesgo yendo a un lugar al que nadie sabía que irías. Si no hubieses podido escribirle a Jungkook, ¿qué hubiera pasado? —levantándose de la cama, caminó hasta la ventana y miró hacia el exterior.
Jimin agachó la cabeza.
—Pero pude, estoy aquí y ya no volveré a mentirte.
—¿Cómo sé que no me mientes al decirme eso?
—Ven aquí —el mayor se detuvo junto a la cama—. Siéntate —Jimin sostuvo en alto su meñique.
—¿Es enserio?
—Con la garrita siempre es enserio —respondió ofendido.
Ambos enredaron sus meñiques y Jimin tironeó a su padre, abrazándolo.
—Eres el mejor padre del mundo.
—Y tú eres el mejor hijo del mundo... a veces.
Del otro lado de la ciudad, Jungkook guardaba su teléfono e imploraba al Cielo que todo saliera bien.
—Jungkook, yo... No sé qué decir. Todo esto... Siempre pensé que eras inocente pero nunca imaginé algo tan... atroz. Siento mucho todo lo que haz tenido que pasar —se disculpó Jang, enderezándose en su asiento.
—También lo siento.
—Si estás de acuerdo, podemos organizar algunas entrevistas en la radio y en la televisión para que hables, pasaremos este audio si es necesario —propuso revisando su agenda, donde anotaba cada número telefónico importante—. También podemos pedir que tu abogado hable al respecto y tu padre también...
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Canta para mí [SIN EDITAR]
FanficCuando el odio de su familia logra destruir sus sueños, Jungkook comienza a trabajar en un supermercado. Sintiendo el peso de las mentiras sobre sus hombros, intenta huir de su pasado que poco a poco lo consume. Jimin es un joven bailarín contemporá...