Tamaki miró por unos segundos hacia el exterior, removiendo un poco el telón. Habían personas presentes, aunque los profesores se situaban en la parte de adelante para quedar cerca del escenario. Detrás y contando hacia arriba estaban los estudiantes, cuchicheando entre ellos y estando al tanto de quién se presentaría aquel día frente al público.
Lo cierto era que Tamaki no buscaba impresionar a nadie más que no fuera Mirio, el mismo que ahora se encontraba controlando sus nervios de la peor manera posible.
─Suelta esa bolsa, no estás en un avión─le dijo Tamaki a modo de reproche, quitándosela de las manos─. Se puede saber por qué estás tan nervioso? es sólo una presentación.
Mirio suspiró, sintiéndose lamentable. En primer lugar, hace cuánto que no baila enfrente de tanta gente? y en segundo... no sabía qué era lo que le tenía al borde de una crisis nerviosa; si el hecho de bailar con Tamaki justamente o porque muchos pares de ojos estarían puestos en ellos.
─Lo dices tú, que ya estás acostumbrado─objetó Mirio, encogiéndose de hombros─. Esto vuelve a sentirse como la primera vez para mí...
─Vas a estar conmigo, recuerdas?─Tamaki se le acercó hasta quedar a dos pasos de distancia suya, tomándole con cuidado por ambas mejillas; sus miradas se sostuvieron en todo momento a partir de allí─. Estoy seguro de que lo harás bien, y sabes por qué?─le otorgó una suave sonrisa, en el fondo convencido de ello─ porque me has demostrado que cuando se trata de mí, nada más te importa, y nunca nada será suficiente para agradecértelo, Mirio.
El silencio se instaló entre los dos con algo que comenzó como un simple roce de labios, para pasar a ser algo más profundo y seguro. Togata se quedó en blanco por varios segundos, asimilando que aquello sí estaba ocurriendo.
Reaccionó cuando ya era demasiado tarde, puesto que Tamaki deshizo la magia del momento separándose de su lado.
─Creo en ti.
Mirio asintió, todavía algo aturdido. Los nervios poco a poco desaparecieron, porque algo mucho más importante acaparaba todo ese espacio dentro de su pecho. Se llevó una mano a los labios cuando Tamaki le dio la espalda, preguntándose qué forma de transmitir seguridad era esa.
Una no muy justa, para empezar.
Estuvo a casi nada de ponerse a preguntarle sobre ello, sin embargo el llamado que recibieron desde el escenario les recordó el lugar en el que se encontraban y la razón de estar allí.
Ambos caminaron hacia la tarima, pretendiendo ser la pareja de la cual hablaba la canción en sí. Tamaki no apartó sus ojos de Mirio una vez que estuvieron de cara al otro, y Mirio sólo intentó darle importancia a una única cosa.
«Bailaré con Tamaki»
La melodía dio comienzo, siendo lenta en un principio, con la voz de la cantante haciendo eco por todo el lugar, rompiendo el silencio extenuante impuesto por el público.
«Cae la lluvia, cae y no perdona,
te imagino ahora... solo como yo.Ejecutaron el primer acercamiento, mostrándole a la audiencia intenciones contenidas en esa acción, como dos amantes que tratan de recuperarse en la peor de las situaciones; en ello, Amajiki se deja caer como una pluma al suelo, siendo sujetado por Togata en el proceso, el mismo quien al verlo ya sobre éste le dio un pequeño empujón, haciendo alusión a que quería alejarlo de sí.
«Me duele tu sonrisa en esa foto,
y en todas las que he roto, una se salvó.Sin embargo, Mirio regresó a su lado, inclinándose hacia Tamaki mientras éste continuaba sin quitarle la mirada de encima, fingiendo ser un personaje incomprendido con respecto al amor.
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Redeemer | MiriTama
FanfictionHay experiencias que nunca se olvidan en la vida, y Mirio lo comprobará por sí mismo en su arribo a Ámsterdam. «Me di cuenta demasiado tarde de lo mucho que él había logrado entrar en mi corazón. Ahora no quiero, ni creo poder, deshacerme de su recu...