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Si alguien se hubiera tomado la molestia de decirle que despertaría a base de gritos mañana por medio, definitivamente habría declinado de participar en el programa de intercambio, permaneciendo muchísimo más cómodo en su casa y en su ciudad natal.

Sin embargo, había algo que agradecía de todo esto, y ese algo tenía nombre y apellido. Todoroki no era de encariñarse demasiado rápido con la gente, y mucho menos en un país que le era totalmente desconocido. Nunca imaginó que una personita llegaría a voltear considerablemente el tablero de sus expectativas.

─Todoroki!─escuchó una voz dulce y enérgica a cierta distancia llamándole, sacándole una pequeña sonrisa─. Disculpa, no quería demorar.

─No me molesta esperar─le respondió Todoroki de forma calmada, viendo con atención que el peliverde llegaba a su lado agitado─. Sobre todo si es a ti.

Midoriya rio algo nervioso, sin embargo aceptó ese supuesto "cumplido". Al recuperar el aliento y adquirir una postura más segura, le indicó a Shoto que le siguiera, ya que habían quedado de comer juntos.

Una vez que encontraron una mesa vacía, se sentaron y degustaron de la comida entre temas triviales y sin mayor relevancia. Fue entonces que Todoroki sacó a flote un asunto que le traía ciertamente intrigado.

─Me sorprendió lo rápido que hiciste desaparecer esas hojas en los diarios murales de la universidad en general─empezó el de cabello bicolor, notando sin problemas que Izuku se tensaba en su asiento─. Sin embargo no fue el único, una hoja con diferente texto llegó hasta mi asiento, y leí cierto nombre conocido en ésta.

─A tu asiento?─Midoriya guardó la calma, absteniéndose de entrar en pánico─. Y al de Togata...?

─Oculté la hoja antes de que llegara, porque en esa ocasión había pedido permiso unos minutos para salir del salón─le dijo Todoroki para su alivio, aunque por la expresión en su rostro sabía lo que vendría a continuación─. Midoriya... es cierto que Amajiki asesinó a un antiguo compañero de cuarto que tuvo?

El peliverde bajó la vista, tragó en seco y jugó con sus manos bajo la mesa, intentando buscar las palabras en esa tonta acción suya. Por qué tenía que preguntarle sobre aquello? ya que sentía que a Shoto no podría mentirle, al menos no del todo.

Él de igual modo le había tomado cariño desde la primera vez que le vio llegar, un cariño que no se compararía con ningún otro que hubiera manifestado por alguien más antes.

─Eso decía en la hoja?─atinó a preguntarle Izuku casi quedito, alzando la mirada y enfocándola en el rostro del otro─. En qué idioma...?

─En uno que él no entendería─le respondió Todoroki, sabiendo que Midoriya lo captaría─. Si resulta ser verdad...

─No es verdad!─exclamó Izuku abruptamente, golpeando la mesa en el acto. Shoto no se inmutó, aunque sí llamó la atención de algunos que estaban alrededor─. Ellos... alteraron los hechos, no saben lo que realmente pasó y prefirieron creer lo que más les convenía para usarlo en contra de Tamaki.

─Y él sabe acerca de esto?─le cuestionó Todoroki, haciendo alusión a las hojas.

─Sí, esto viene pasando desde hace tiempo, él ya se acostumbró a lidiar con ese asunto... de alguna forma─le dijo Midoriya en respuesta, tornándose algo preocupado─. Pero no tienes que creer lo que los demás digan, de acuerdo? ellos no saben lo que dicen!

─Me perdonas por dudar de ti siquiera un segundo?─Todoroki se medio inclinó sobre la mesa, quedando a pocos centímetros del rostro del peliverde.

─El punto no es que dudes de mí─Midoriya imitó su acción, como queriendo quedar a la par del otro, disminuyendo la distancia entre los dos─. Tienes que creer en él, ya que si no pude evitar que medio mundo lo tachara de asesino, al menos puedo impedir que tú lo hagas.

Redeemer | MiriTamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora