Redeemer | MiriTama

ஜ 26 ஜ

Durante la clase, Togata comenzó a preguntarse si es que los profesores y demás docentes del establecimiento estaban al tanto de lo realmente ocurrido con Tamaki hace tres años, si es que todas esas advertencias que le hicieron estaban basadas en los verdaderos hechos o simplemente lanzadas por lo que los mismos estudiantes allí quisieron creer.

O si es que lo sabían todo con lujo de detalles y prefirieron alejarle del azabache excusándose bajo los típicos "es una mala influencia", "su comportamiento puede ser patológico" o que para variar "es un joven conflictivo".

Irónicamente Tamaki también quiso hacerle creer esos disparates.

Mirio solo pudo reír ante el recuerdo, cuando estaba tan ingenuo a todo...

─Estás de mejor ánimo, por lo que veo... ─la voz de Todoroki le sacó de sus cavilaciones, haciendo que mirara en su dirección algo confundido.

─... Por qué lo preguntas?─atinó Mirio a cuestionarle, adquiriendo una postura más cómoda en su asiento.

─Te he visto sonreír más de una vez en lo que llevamos de clase─le respondió Todoroki con neutralidad, descifrando por sí mismo que algo bueno debió de pasar con Amajiki.

─Ah, sí... supongo que sí... ─murmuró Togata, dándose cuenta recién ahora de lo sumido que había estado pensando en su compañero de habitación.

Shoto sonrió, recordando la conversación que tuvo con Tamaki, queriendo creer que de todo lo que le dijo, algo tuvo que provocar un cambio en él.

─Muy bien, alumnos! pongan atención aquí!─habló la profesora Midnight, escribiendo algo en el pizarrón; los demás callaron, expectantes─. Falta poco para el final de semestre, así que los exámenes finales se vienen realmente pesados!─miró con dureza a cada uno de los jóvenes allí presentes, dejándoles muy en claro que el asunto era serio─ están en su penúltimo año, por lo que deberán esmerarse y poner todo su esfuerzo para pasar al siguiente y graduarse con honores, lo entienden?

Todos quienes comprendieron la explicación en inglés, asintieron. Luego de ello, la mujer se acercó a sus dos estudiantes de intercambio, empleando su japonés natal para darse a entender mejor.

Mirio y Todoroki prestaron suma atención a lo que ella les decía, sopesando el hecho de que los meses pasaban y cuando menos se lo esperasen ya estarían a fin de año; sobre todo Mirio, consciente de que algo mucho más importante ocuparía su mente cuando la graduación de quienes estuvieran en su último año llegara.

─Como detalle extra... ustedes deberán regresar a Japón una vez que el año termine─añadió la profesora, viendo de pasada la hora en su reloj de mano─. Independientemente de que logren pasar este año o no, el plazo del intercambio expirará y serán devueltos a su país, por decirlo así. Espero que no me decepcionen─y en un tonito socarrón agregó─: demuestren que mis enseñanzas no son del todo inútiles.

Y con eso dicho, la campana sonó. Ambos jóvenes se percataron una vez más que Midnight podía ser bastante intimidante si se lo proponía. Por lo menos, y para alivio de ellos, hasta ahora iban bien en cuanto a exámenes y desempeño se refiere.

─Entonces, nos vemos─se despidió Todoroki, tomando su bolso y abandonando el aula.

Togata se limitó a despedirle con un gesto de mano, para luego guardar todo y disponerse a salir cuando aquel lugar había quedado casi vacío. Se llevó una agradable sorpresa cuando alzó la vista y se encontró con cierto azabache esperándole apoyado en el marco de la puerta.

─Y esto?─le preguntó el rubio en un tono jovial, haciendo alusión a su presencia allí; no demoró en llegar a su lado.

─Por suerte pudimos salir antes, ya que al parecer el profesor tenía asuntos más importantes que atender─le explicó Tamaki, comenzando a caminar con su compañero por el pasillo─. Y... pensé que sería buena idea venir a buscarte para asistir a las clases de esgrima.