Capítulo XX

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Valeria:

Hacía más de una semana que todo había sucedido, Uriel fue quien me trajo hasta la fortaleza esa noche luego de que nos encontráramos con Natanael. Kay ni siquiera vino a verme luego de ello, imagino que debía estar furioso por todo lo que ese hombre dijo. Estaba preocupada, más de lo que pensaba, quería saber lo que sucedía para que se pusiera así. Tenía una vaga idea pero no estaba segura del todo y obviamente él no le contaría a su esclava sobre ello.

Me había pasado esa tarde en mi habitación, pensando en todo lo sucedido, caminaba alrededor una y otra vez pero no lograba unir los cabos sueltos. Sabía que cuando Demir llegó por primera vez habló de Natanael, luego apareció Hifras y ambos estaban trabajando juntos. Si mal no había entendido, Demir dijo que el ejército de Natanael no era humano; entonces nuestro ejército no tiene ninguna posibilidad contra ellos.

Aquel pensamiento cruzó por mi mente y me levanté como un rayo de sobre la cama. Kay no podía enfrentarse a ellos sin más.

Salí de mi habitación y primero pasé por la suya para ver si estaba allí, pero no fue el caso; así que fui hasta el único lugar donde podría estar: la sala de estrategias. Corrí hasta allá y abrí la puerta estrepitosamente sin siquiera pensarlo. Estaba ahí como supuse y con Alexa parada a su lado. Me miraron sorprendidos, mientras trataba de recuperar el aliento.

-¿Interrumpo algo? -pregunté aún sofocada por la carrera.

-Por supuesto que no ¿Qué haces aquí? -preguntó él sin entender mi arrebato.

-Tengo algo que decirle -me acerqué a la mesa-. Imagino que están planeando la batalla contra Natanael, ¿no?

-Sí -respondió Alexa- ¿Tienes algo que agregar como la otra vez? -su tono era despectivo, así que ignoré su comentario y me dirigí al rey:

-Majestad, no puede hacerlo.

Él me miró raro- ¿Por qué no puedo? -preguntó con una ceja arqueada.

-Espero que recuerde que el ejército de Natanael no es humano, ¿no? Si lleva a todos sus soldados allí será una matanza.

-Nuestro ejército es el triple de grande que el de él, Valeria.

-Eso no importa, ¿acaso no me está escuchando? No son humanos, es un ejército de ángeles negros ¿Cómo pretende vencer a eso? Aunque sean el triple, ellos son más fuertes.

-En nuestro ejército también hay ángeles negros -agregó Alexa.

-Por supuesto que hay, unos veinte o treinta quizás; pero estamos hablando de cientos de ellos. Además de que Hifras está con él.

-¿Y qué pretendes que hagamos, princesita? ¿Nos rendimos y dejamos que maten al rey?

-No estoy hablando contigo -le respondí a Alexa con aspereza- ¿No tiene nada que decir, majestad? -le pregunté ya que no había dicho ni una sola palabra.

-Estoy de acuerdo con Alexa. No vamos a rendirnos.

-No estoy diciendo que nos rindamos -apoyé mis manos inclinándome sobre la mesa-. Debemos hacer una alianza -dije muy decidida y Alexa soltó una carcajada. El rey estaba serio, pero no me miraba con mucha aprobación- ¿Qué sucede? ¿Por qué está riendo?

-Niña -Alexa dejó de reír-, creo que se te subieron las ideas a la cabeza desde la última vez que estuviste en un consejo de guerra ¿Una alianza? Has leído muchos libros, ¿verdad?

-No veo por qué no se pueda. Si mal no he investigado, Hifras no es el único hechicero de fuego ¿No es así?

-Así es -asintió el rey fríamente.

Dark AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora