Capítulo XXIV

3.9K 628 261
                                    

Uriel:

-¡Me va a volver loco! ¡Juro que me va a volver loco! -Kay llegó furioso a la tienda donde tendríamos el próximo consejo de guerra. Creí que era porque habíamos perdido vergonzosamente ante Natanael, pero al parecer no era el caso.

-Eh, calma, perdimos una batalla, no la guerra -traté de bajar sus ánimos pero igual parecía un toro desbocado, nada nuevo, cada que estaba molesto era así.

-¡No hablo de eso, Uriel! ¡Hablo de Valeria, de ella hablo! -bufó mientras se pasaba la mano por la cara para calmarse-. Está molesta porque cree tener razón y peleamos. Le dije un montón de cosas en medio de mi rabia y pues ella literalmente me dijo que me muriera.

-Debes haberla tratado muy mal otra vez.

-Uriel, no quería, pero ella no entiende que este tema me pone muy irascible.

-No es que no lo entienda, es que ella no lo sabe, Kay. No sabe el motivo de que te importe tanto esto.

-Es igual, vive llevándome la contraria.

Suspiré, a veces me costaba lidiar con él, Kay no escucha, le cuesta hacerlo cuando se le mete algo en la cabeza. Y este tema... Con este tema no entiende.

-Pensé que lo que te gustaba de ella era precisamente eso, que te lleve la contraria -comenté con una sonrisa aunque sabía que estaba irritado.

-Pues sí, pero en este tema no quiero que se meta. Además lo que sugiere es una locura -respondió frustrado.

-No sé si tanto, Kay. Si lo ves desde cierto punto, tiene mucha lógica.

-No te pongas de su lado, Uriel. Sabes que jamás haríamos una alianza con hechiceros de fuego, prefiero perder la guerra.

Eso ya lo tenía bien claro, estaba dispuesto a morir por esa venganza. Eso me preocupaba pero tantos siglos con él me habían enseñado que era un caso perdido contradecirle, y más ahora que era el rey.

-Kay... -me puse en pie y fui hasta él-. Sabes que no tenemos las de ganar. Lucharé a tu lado hasta el fin pero te doy un consejo; arréglate con Valeria porque si mueres de verdad, ella no lo va a soportar.

-No vamos a morir, Uriel. Ella va a ver que no tenía razón.

-Si sigues con ese orgullo te arrepentirás, recuerda lo que pasó...

-No será igual, Uriel. No pasará lo mismo que con mi hermano -me interrumpió mirándome furioso.

En ese momento los demás generales llegaron y no pudimos seguir hablando porque comenzó el consejo de guerra.

-Majestad, debemos hacer algo para que nuestros hombres puedan acceder al fuego. Sabemos perfectamente que es lo más efectivo para acabar con los ángeles negros.

-Lo sé, las flechas fueron muy útiles, pero no lo suficiente. Además dañaron tanto a nuestros hombres como a los de ellos -asintió Kay.

-Propongo que los soldados lleven antorchas a la batalla, algo con lo que puedan quemar a los ángeles negros -agregué yo.

Dark AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora