Capítulo XXXI

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    —¿Entonces, vuelves conmigo a Ahrimán? —me preguntó Kay cuando nuestros labios se separaron.

   —¿Es por eso que lo hizo? —le empujé molesta para separarme de él.

   —No, Valeria, no es por eso —trató de acercarse pero me alejé.

   —¡Debí imaginarlo, solo lo hizo para que volviera con usted a Ahrimán!

   —No, Valeria, lo que te acabo de decir no tiene nada que ver con que vuelvas o no.

   —¿Ah, no? ¿Y si le digo que no volveré con usted?

   —En serio no creo que insistas en eso. Deja de ser terca y vuelve conmigo.

   —¡No lo haré! —exclamé molesta— ¡No importa todo lo que me diga, no desistiré!

   —Valeria, no tiene sentido que vayas a hacer una alianza sin mi consentimiento.

   —¡No me importa! ¡Si no consigo esa alianza me quedaré aquí en Tarendiel, para no verle nunca más!

   —Estás loca si piensas que dejaré que hagas eso.

   —¡Lo haré, porque prefiero quedarme aquí a verlo morir por su orgullo! —sentí las lágrimas quemar mis ojos por la rabia, no creía que hubiese dicho todo eso solo para convenserme.

   —¡Valeria, no voy a morir!

   —¡Que no lo haya hecho la última vez no significa que no suceda ahora! ¡Ni siquiera ha pensado en todo lo que pasé durante ese tiempo! ¡No pienso quedarme de brazos cruzados esperando a que muera! ¡No lo haré! ¿Escuchó?

   Volví al salón y aún el baile seguía, me paré junto a la ventana mirando hacia afuera para calmarme. Era un idiota, solo quería ayudarle, lo único que quería era no perderle ¿Acaso no podía pensar en lo mucho que sufrí cuando creí que había muerto?

   Sentí como alguien tocaba mi hombro sacándome de mis pensamientos y me alteré.

   —¡Kay, no insistas más! —exclamé volteándome y ahí me percaté de que no era él—. Majestad, perdón, creí que era mi rey.

   —No te preocupes, pareces alterada —Brithiel comprensión mi estado, pero me sentía avergonzada— ¿Sucedió algo?

   —No, no es nada, es solo que Kay insiste en que vuelva a Ahrimán —me incorporé a la posición que tenía antes y él se paró junto a mí.

   —De eso precisamente quería hablarte.

   —Espero que no haya desistido de ayudarme —dije preocupada.

   —Por supuesto que no, te apoyaré en la decisión que tomes al respecto.

   —¿Entonces, de qué quiere hablar?

   —Tessara me comentó que vas a Firethys a hacer una alianza.

   —Sí, los ángeles negros tienen como debilidad las quemaduras y dado que el ejército de Natanael está lleno de ellos, lo más razonable, según mi opinión, es hacer una alianza con los hechiceros.

   —¿Crees que lograrás hacerla? Hasta donde tengo entendido, los hechiceros de fuego no hacen alianzas con nadie, ni crean guerras, ni se meten en ellas.

   —No estoy segura —bajé la vista a mis manos—. De por sí es bastante difícil que acepten la alianza y el hecho de que sea con ángeles negros lo complica aún más.

   —Bueno, yo te tengo una oferta.

   —¿Una oferta?

   Él asintió— Te seré sincero, Valeria, cuando mi madre nos contó sobre lo que había hecho Natanael con Kay, tuve muchos sentimientos encontrados. Recordé el hecho de que mi padre tuvo que morir por su causa y eso despertó de nuevo mi sed de venganza.

Dark AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora