Capítulo XXX

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   Cuando Kay y yo volvimos al palacio en semejante estado fue todo un acontecimiento, luego de que se aseguraron de que estábamos bien, comenzaron las bromas sobre nosotros (Admito que me dio algo de vergüenza) El resto del día fue un poco ocupado para mí, Tess debía ser preparada para su ceremonia de iniciación e insistió en que yo estuviese con ella todo ese tiempo. Nunca creí que las hadas se arreglaran tanto, hasta yo terminé siendo preparada también (como si la ceremonia fuera mía) No vimos a nadie más aparte de las damas que nos estaban alistando hasta el siguiente día.

   Nos despertaron muy temprano y rápidamente entraron un grupo de hadas para prepararnos.

   —¿Tess, en serio es necesario que yo me prepare como tú? Se supone que la ceremonia es tuya —dije mientras las hadas hacían su trabajo.

   —No soy la única que tendrá su ceremonia hoy, Valeria, hay más chicas que la tendrán junto a mí.

   —Entiendo, pero aún así yo no soy una de ellas.

   —Solo deja que te preparen, es divertido que nos arreglen juntas ¿No lo crees?

   Para ella era divertido, yo me sentía ligeramente incómoda.

   —Sí, bueno no está mal —me rendí, luchar contra Tess era imposible, además era un día especial para ella— ¿A qué hora es la ceremonia?

   —Es en la tarde, cuando el sol comience a ponerse.

   —Espera... ¿Es en la tarde y nos están arreglando ahora? —vaya, cada vez estaba más sorprendida.

   —Sí, es que antes debemos hacer unas cuantas cosas.

   —¿Debemos?

   —Valeria, deja de sorprenderte cada vez que hable en plural ¿No quieres estar a mi lado durante este día? —preguntó haciendo puchero.

    —Por supuesto, solo es que no sé —solo es que se siente raro y es una exageración estarse arreglando desde temprano.

   —No te preocupes, tampoco es como que vayas a recibir alas. Después de la ceremonia habrá un baile por eso tanta preparación...

   Y sí que fue mucha preparación, terminamos unas horas antes del atardecer y nos dirigimos hasta el salón del trono. A Tess le habían puesto un hermoso vestido largo, que arrastraba en el piso, del mismo color de su cabello con adornos plateados. Traía un peinado semirrecogido con muchas flores plateadas y una corona preciosa.

   A mí también me pusieron algo parecido, mi vestido era igual que el de ella pero plateado con los adornos azules (Sí, es que Tess al parecer quería que pareciéramos hermanas) mi cabello sí estaba suelto y me hicieron algunas trenzas con adornos azules.

   Cuando llegamos al salón del trono ya nos estaban esperando. Yo iba detrás de Tess y estaba muriendo de risa por el atuendo de Kay y Uriel. A ese par también los habían vestido como dracaes y se veían muy extraños con esos colores; Uriel traía un atuendo verde oscuro con adornos en dorado y Kay uno rojo oscuro mucho más vistoso que el de Uriel.

   Llegamos frente al trono de Brithiel y ambas hicimos una reverencia. Yo miré de reojo a Elijah y me di cuenta de que no le quitaba el ojo de encima a Tess, estaba segura que en ese momento no creía que fuese tan niña.

   —Veo que ha valido la pena tanta preparación, Tessaran—dijo Brithiel sonriendo—. Mi hermanita ya no es tan pequeña.

   —Gracias, hermano, tardaste en darte cuenta.

   —Valeria, también estás reluciente, casi podrías hacerte pasar por una verdadera dracae —comentó sonriéndome.

   —Muchas gracias, majestad, todo fue obra de su hermana.

Dark AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora