Capítulo 1: Mi Nombre Es Niko

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Mi nombre es Kary, tengo 25 años, y vivo "sola" en un departamento situado en el centro de Madrid. Y digo sola entre comillas porque hace un par de semanas terminé haciendo una completa estupidez en la que dejé entrar en mi casa una criatura muy peligrosa. Un demonio.

- ¡Karyyyyyyyyyyyy.....! - me habla como si fuera un niño pequeño.

- Y ahora qué quieres... - digo completamente irritada.

- Se acabó el helado de menta - hace puchero.

- Habían 3 litro de helado en el refrigerador...

- ¡Pero se acabaron! ¡Compra más! - tira el pote de helado vacío contra el suelo imitando una escena de "Thor".

- ¡Traje ese helado hace 20 minutos!

- ¡Quiero más! - se tira al suelo y empieza a rodar haciendo berrinche - ¡Quiero más! ¡Quiero más! ¡Quiero más!

- ¡Está bien! ¡Está bien! - me masajeo las sienes - Te traeré un litro de helado - levanto el indice - solo uno.

- Mejor 2. - levanta 2 dedos.

- No discutiré eso, 1 o nada.

- 2 o algo amanecerá roto mañana... - se cruzó de brazos.

Se preguntarán por qué discuto con ese ser tan infantil. No es un niño, no es mi pariente, es un maldito demonio que dejé entrar en mi hogar creyendo que pronto se iría. Que estúpida fui.

Un par de meses atrás, estaba bebiendo vodka para pasar una tarde de día viernes. Hasta que de pronto, viendo youtube, apareció un video llamado "rituales que sí funcionan".

Digamos que vodka e Internet no son una muy buena combinación. Claro, personas normales ven porno y esas cosas; pero noooo yo tenía que ir y recrear uno de los rituales.

- Buenas tarde, son 10 Euros con 9 céntimos. - la cajera me mira con curiosidad. - disculpa...

- Sí, vine aquí hace más o menos una hora y otra vez estoy comprando helado...

- A alguien le gusta el helado de menta.

- Sí... Como no tienes idea... - miro los 4 litros de helado que compré.

Al principio me pareció algo ridículo y creí que no funcionaría; pero 5 minutos después, alguien tocó la puerta de la terraza, la abrí pensando que era la entrada, y él estaba ahí.

- ¡Hola! Mi nombre es Niko ¿Qué puedo hacer por ti? - lo miré por un largo rato en silencio. Luego me di vuelta, y cerré la puerta como si nada hubiera pasado. Volvieron a golpear la puerta. Volví a abrir - Hola, soy Ni... - volví a cerrar. Miré y abrí un poco - Hola... - cerré la puerta.

- Por qué mierda hay alguien en mi terraza...

- ¡Si me abres te lo puedo explicar! - dijo desde afuera.

No sé en qué estaba pensando en ese momento. De hecho no pensaba con claridad. Estaba ebria. Acabé abriendo la puerta.

- Hola, mi nombre es Niko, soy el demonio de...

- Espera - lo interrumpí - ¿dijiste "demonio"?

- Sí, soy el demonio de...

- ¿Qué clase de broma es esta?

- No, esto no es...

- Sí, ajá... Baja por donde subiste y déjame en paz. Me voy a dormir.

- Creo que no entiendes lo que pasa - parecía un empresario intentando hacer que le compraran su producto - tu me llamaste haciendo el ritual del video. - sonrió.

- Ah.... ¿Cómo es que tú...?

- Cariño, pon atención ¿Sí? Soy un demonio... - habló más lento - tú me llamaste... Yo vengo... ¿Vamos bien hasta ahora?

- Sí....

- Bien. Yo vengo.... Tú me pides algo... Yo lo cumplo... Tú me pagas

- ¿Pagar?

- No soy exigente, cariño. Lo que tú quieras darme me sirve - guiñó un ojo - Generalmente me gusta que me paguen con carne... - levantó las cejas.

- Entiendo.... - lo miré confundida - no se me ofrece nada. - Sonreí intentando cerrar la puerta - Así que... Lamento las molestias y.... Adiós.

- Cariño. De aquí no me voy hasta que me pidas algo y me pagues...

- Pero... - acercó su mano a mi cabeza.

- Veamos qué es lo que desea tu patética existencia... - me miró un momento - lo tengo. Tu mayor deseo es dejar de vivir en soledad.

- Cómo es que...

- ¿Te gustaría dejar de vivir sola? - solo lo miré - porque puedo hacer que mañana alguien genial llegue a tu vida y a tu casa para que ya no estés solita... - me dio unas palmaditas. A ese punto ya se me había pasado la borrachera.

- Ah... Está... ¿Bien? Pero....

- ¡Grandioso! - me dio la mano - a sido un placer hacer negocios contigo, mañana llegará tu nuevo compañero. Nos vemos.

- Espera ¿Qué hay de la "paga"? - estaba muy confundida.

- Descuida. Toma esto como un favor entre amigos. - no me dio tiempo de respomder y solo se esfumó.

Mi primera acción después de ese extraño momento, fue la de irme a dormir.

A la mañana siguiente, un olor muy particular me despertó. Eso, y el sonido de alguien dentro.

- Qué mierda está... - Me levanté de golpe y corrí hacia la cocina. Y ahí estaba él.

- Buenos días - dijo con una sonrisa y una taza de café en la mano.

- ¿Cómo entraste aquí...?

- No necesito puertas, cariño - me dio la taza - solo el permiso de entrar.

- Yo no te di permiso...

- Claro que sí... Anoche aceptaste que alguien genial fuera tu compañero. Y claro, no existe nadie más genial en el mundo que yo - abrió los brazos.

Actualidad....

- Aquí está tu helado... Y más te vale hacer que te dure. Porque no volveré a ir a comprar más.

- Te quiero, Kary... - dijo con ojos brillantes.

- Como sea...

De alguna forma siento que merezco todo esto...




Nota:
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Mi endemoniada vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora