Niko y yo nos quedamos en la entrada de mi habitación mientras ese extraño sonido se hacía un poco más fuerte. Parecía acercarse.
— Viene hacia acá... — dije asustada mientras me ocultaba detrás de Niko.
Una sombra extraña comenzó a acercarse al pasillo. Era enorme, oscura, y parecía tener un ligero resplandor rojo.
— Ahí viene...
Anthony apareció y se sentó a metros de nosotros; y luego de unos segundo, maulló de forma aguda.
Niko y yo nos miramos intermitente mientras que Anthony seguía sentado sin hacer nada.
— Solo es Antonhy... — dije — pero...
— Esa cosa ya no se va a ir...
— ¡¿Sabías lo que era?! — hizo aparecer su libro frente a mi.
"Regla N°1: nunca delates a otro demonio. El hacerlo solo ocasionará un castigo para ambos. Uno por soplón, y otro porque lo descubrieron"
— Algún día tendras que explicarme todo esto del "demonio novato"
— ¡¿Novato?! — nos quedamos callados.
— El gato habló...
— Creo que no entendiste el mensaje ¿quieres leer otra vez?
— ¿Cómo mierda me pudo descubrir un demonio novato?
El gato dejó de ser gato y se transformó en un hombre de ropa negra y comenzó a acercarse a nosotros.
— Nos va a matar...
— Corrección, te va a matar...
Al llegar junto a nosotros, Niko se transformó en un cachorro y se ocultó bajo la cama. Mientras, el demonio gato me miró de cerca. Yo estaba aterrada por lo que podía pasar.
¡Había dejado entrar a un demonio estando ebria! ¡Ahora metí otro estando completamente sobria!
El demonio no dejaba de mirarme con sus ojos gatunos que, de un momento a otro, sus pupilas se dilataron por completo y comenzó a ronronear. Esto ya no podía ser más raro. El demonio estiró su mano; y yo respondí sin saber bien por qué.
— Gracias por recogerme...
De pronto su expresión se volvió más agradable. Como si alguien pusiera un fondo rosa y mucho brillo. Como Niko, pero más raro.
— Sí... Ah... ¿De nada...? Tú...
— Me llamo Anthony. Tú me diste un nombre, así que soy tuyo.
El demonio volvió a convertirse en un gato y cayó en mis brazos. Comenzó a ronronear y a acurrucarse.
Niko se quedó toda la noche bajo la cama y yo apenas pude dormir con el gato a mi lado.
— Despierta... — sentí algo suave en mi nariz — ama, despierta, tengo hambre.
Me sorprendí un poco cuando lo vi sentado sobre mí con su cara tierna. Lo miré por un largo rato hasta terminar de procesar lo que había pasado la noche anterior.
— Ah... ¿Me esperas en la cocina?
— Claro. — se bajó de la cama y caminó hasta salir de la habitación.
— Niko... — Miré debajo de la cama — Sal de ahí, maldito demonio perro cobarde...
— Esto es tu culpa — dijo desde un rincón. — debiste haber sacado eso cuando te lo dije.
— ¡¿Cómo iba a saber que ese gato era en realidad un demonio?!
— ¡Kary, es un maldito gato! ¡Son demonios sin la necesidad de ser uno realmente!
— ¡¿Ama?!
— ¡Ahora voy! — respondí — ¿Qué se supone que tengo que hacer con él?
— No lo sé... Él entra en otra categoría de demonios...
— ¿Categoría de demonios? ¡¿De que mierda estás hablando ahora?! — su teléfono sonó.
— Tengo trabajo. Suerte con tu mascota. Intentaré buscar una forma de explicártelo sin que pierdas la cabeza en el intento — se esfumó.
Al salir de la habitación y llegar a la cocina, Anthony me esperaba pacientemente sentado sobre la encimera. Esperando su comida.
— Ah... ¿Qué... Quieres comer? — intenté sonreír.
— Atún. — sonrió moviendo la cola.
— Ah... Claro. — abrí una lata y la vacié en un plato que había comprado para él.
— Parece que tienes preguntas. Solo hazlo y yo las responderé, Ama.
— Soy... Kary. Dime Kary.
— Está bien.
— ¿Qué... Eres exactamente...?
— Soy una "Demonio mascota". Generalmente pertenecemos a brujas pero... En estos tiempos ya no parecen existir. La última que vi por aquí fue asesinada hace un par de años.
— Entiendo...
— Así que vives con un Demonio novato. — terminó de comer.
— ¿Demonio novato?
— Son demonios con menos decadas que un humano. Demonios que deben buscar su lugar en el inframundo, o en este mundo. Son algo así como... Niños de preescolar. Patéticos. ¿Cómo lo conociste?
— Larga historia — No realmente, solo no quería contársela — Pareces saber mucho sobre el tema...
— Bueno, tengo siglos de experiencia. Y pensar que alguna vez fui como él. No tan patético; pero pasé por lo que él. — saltó al suelo transformándose en humano.
— Él se convierte en perro ¿por qué dijo que era una "categoría" distinta a la tuya?
— Él no es un Demonio mascota. Era perro antes de ser un demonio... Los demonio mascota no hacemos favores. Cumplimos órdenes a cambio de nada. Somos "sirvientes". Sumisos con nuestro amo.
— Ya veo... — definitivamente debí esperar a que Niko regresara para que ambos me explicaran. — me voy a... Voy a estar en mi habitación por algunas horas...
— ¿Voy contigo?
— Podrías en la sala o en la terraza...
— ¿Es una orden?
— Ah... Sí.
— Está bien. — sonrió. — ¿Estás bien?
— No... No lo creo... — Caminé hasta mi habitación, y cerré la puerta con seguro.
Ya apenas me había acostumbrado a vivir con un solo demonio y ahora tendría que acostumbrarme a vivir con dos.
¡¡DIOS ¿QUÉ HICE PARA MERECER ESTO!!
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Mi endemoniada vida
HumorLa vida de Kary no podría ser peor. Luego de un hecho totalmente increíble y prácticamente ridículo, acaba viviendo con a un demonio llamado Niko, que tiene una obsesión por el helado de menta y las películas. Kary intentará no enloquecer viviendo c...