De todo el año, siempre había un día en elnque me despertaba completamente enferma. Tenía fiebre, sed, me dolía todo el cuerpo, y prácticamente era inútil.
— ¡Kary tengo hambre!
— Come algo... — no podía alzar la voz.
— ¿Estás agonizando?
— Ya quisieras...
Niko apareció de la nada junto a mi cama y me miró de cerca por un largo rato.
— Te ves horrible...
— Gracias, lárgate.
— ¿Segura que estás bien? Pareces un muerta...
— Estoy enferma. Solo necesito descansar... — me volteé para verlo bien. Los ojos de Niko eran brillantes, como si estuviera fascinado por algo. — No te atrevas...
— Necesitas que te cuiden...
— ¡No! No necesito que... — intenté levantarme; pero no fui capaz de hacerlo. — Solo... No hagas nada ¿sí?
— Está bien... — sonrió.
— Hablo enserio, Niko.
— Está bien — Continuó sonriendo
— Niko...
— Hola, Roger. Oye... Kary se ve horrible y no se puede levantar... — asintió — ajá ¿y eso en donde está? Bien — caminó fuera de la habitación —... En el baño... — pasó frente a la puerta —... ¿En serio...? — pasó de vuelta —... haces que estar enfermo sea divertido... — volvió a pasar —... Sí, creo que tengo todo. Está bien, te llamaré más tarde. Adiós.
— Te dije que no hicieras nada...
— Solo llamé a Roger para preguntarle qué debía hacer contigo. Estaba seguro de que rechazarías mi forma. — no quise preguntar cómo era su forma; pero no hubo necesidad. Por un minuto, Niko me mostró un frasco con algo que se movía adentro.
— Aleja eso de mí. — todo desapareció.
Niko dejó caer un montón de cosas sobre la cama normales. Entre ellas había comida chatarra, papel higiénico, un pote de helado de menta, una botella de vodka, un peluche de osito, un termómetro.
— ¿Lista...? — tomó el termómetro. Me resigné y abrí la boca — ¿Qué haces? Date vuelta.
— ¿Disculpa? — Niko miró el termómetro confundido — va en la boca.
— Si tú lo dices... — pasado un minuto, Niko intentó leer el termómetro sin éxito.
— Dame eso — se lo quité — 40°C tengo mucha fiebre... — dejé el termómetro sobre la mesita de noche. — ¿Por qué trajiste el helado de menta...
— Para comer, obviamente. ¡Oh! Espera. — corrió a la sala y trajo la computadora.
— ¿Para qué tantas cosas?
— Roger dijo que mimarte te haría sentir mejor.
— Gracias, pero...
Niko saltó sobre la cama y se acomodó a mi lado. Abrió la computadora, y puso una serie de Netflix mientras abría su pote de helado y me pasaba la botella de Vodka.
— Es muy temprano para beber...
— En alguna parte del mundo ya es tarde...
— ¿De dónde sacaste esto? — tomé el osito.
— Me lo dio Alex.
— ¿Qué serie pusiste?
— Final space.
— ¿No habías terminado de verla el otro día?
— Sí, pero quiero verla otra vez.
No tenía caso seguir intentando hacer que Niko me dejara descansar tranquila. Durante todo el día estuvimos acostados en mi cama viendo la primera temporada de la serie.
A ratos hablaba con Roger por mensajes de texto y acordamos que no viniera para que no fuera a contagiar ni él a Alex.
Tuve que soportar los lloriqueos de Niko cuando el personaje gato murió por salvar a su hijo. Luego, taparme los oídos para no escuvhar las fuertes carcajadas de Niko al ver las estupideces del protagonista.
Supongo que no podía quejarme, Niko era como un niño que quería ser de ayuda en algo al menos una vez en su vida.
Al caer la tarde, ya me sentía un poco mejor. Niko se había quedado dormido en algún momento,por lo que aproveché para dormir también.
Fue una buena siesta, salvo que desperté por uma sensación incómoda. Niko estaba abrazado a mi espalda y manoseando mi busto.
— Blandito... — murmuró entre ronquidos.
Quedó demostrado que me sentía perfectamente bien cuando lo sostuve de un brazo y lo lancé fuera de la cama. Me sorprendió un poco el que no se hubiera despertado después de golpearse contra la pared.
— Eres un cabeza dura...
Me resigné totalmente a armar un escándalo sobre lo ocurrido. Lo dejé pasar. Ese sería el pago por haberme "cuidado" durante todo el día.
ESTÁS LEYENDO
Mi endemoniada vida
HumorLa vida de Kary no podría ser peor. Luego de un hecho totalmente increíble y prácticamente ridículo, acaba viviendo con a un demonio llamado Niko, que tiene una obsesión por el helado de menta y las películas. Kary intentará no enloquecer viviendo c...