game store ;; rubegetta

ｃａｔｏｒｃｅ

rubén se encuentra completamente solo en la tienda, aunque él piensa que los fantasmas lo acompañan.
alex salió hace media hora del local a por su almuerzo y el de rubén, y eso es paz para el rubio; ya que está a cargo de la música y no hay quien lo moleste.

hasta que alguien entra a la tienda y ve a un chico entrar, su cara le parece conocida, quizás sea alguien que ha venido antes, nunca le ha importado memorizar los rostros de los clientes, pero esta vez no sabe por qué lo hace.

—hola—saluda, tranquilamente el chico.

—bienvenido, ¿necesita ayuda para... ? —saluda rubén.

—no, no quiero ayuda para buscar ningún videojuego—le interrumpe el otro—, estoy buscando a alguien.

—¿a alex? —le pregunta.

—¿alex? ¿quién es alex? él no es mi amigo—el pelinegro niega.

—¿entonces? ¿a quién? aquí no hay nadie más—le dice con un tono aburrido.

—a mi amigo... eh, ¿entonces no está aquí? pensé que estaría molestandote y así.

rubén comienza a extrañarse, no es normal que alguien vaya a su trabajo y le diga esas cosas.

—no sé de quién me hablas y...

—¿entonces no está aquí?

—no, no hay nadie aquí.

—a por la alerta amber—dice el otro para sí mismo.

—¿disculpa? eh... ¿y por qué estaría aquí molestandome? —el rubio le mira extrañado.

—ah bueno, es que le gustas y eso, pero no le digas que yo te dije. bueno, adiós—el chico se despide y camina hacia la salida, moviendo la cabeza al ritmo de first of the year de skrillex que se escucha en los altavoces del lugar.

el rubio se queda procesando todo eso, ahora es más extraño que antes, más extraño que los fantasmas que siempre le incomodan.

¿cómo que su amigo? ¿cómo que le gusta a su amigo?

—¿qué hacía el chino bailador aquí? ¿bailó otra vez? mierda, no lo vi—llega alex.

rubén no responde porque sigue medio ido.

¿cómo que le gusto a alguien? ¿le gusto a un chico? encima, ¿¡wtf!?, piensa rubén ante la mirada del más pequeño.

💢; subo esto pa' avisar q si no actualizo mañana es pq ta lloviendo recio y talvez se me vaya la luz o el internet y eso, fin