game store ;; rubegetta

ｓ ｅ ｓ ｅ ｎ ｔ ａ ｙ ｄ ｏ ｓ

mientras alex limpia el tiradero que él mismo hizo con unos chettos y en los altavoces del lugar suena Renegades, rubén está haciendo algo completamente diferente.

y entonces se pregunta, ¿por qué las escenas del manga que está leyendo son tan randoms y a la vez ridículas? ¡eso jamás pasaría en la vida real!

o quizás sí, está leyendo sobre una gran diferencia de edad, sí, eso no importa, pero es algo que no le ayuda para nada en su estresante situación.

rubén no está ni un poco cerca de tener un viejo sabroso, como aparece en el manga y menos lo dejaría vivir en su casa, además uno de los personajes secundarios es muy bobo, todos tienen diferentes opiniones y esta es la de rubén.

aunque... si alex estuviera leyendo diría que Youichi, el protagonista, tiene un parecido con él, sólo que rubén es un poquito más hijo de puta, sí, eso diría.

—¿por qué estos se están agarrando de las manos? —escucha rubén y pega un pequeño brinco, de nada sirve negar que se sorprendió al escuchar a su amigo.

—¿eh? ¿quiénes? —pregunta rubén.

—estos —señala alex a la portada del manga—, los de tu libro... o lo que sea que sea, cómic, periódico, biblia, no sé.

—eh... —se demora en responder.

—¿son novios? ¿qué es eso? ¿por qué estás leyendo eso? —se asoma hacia el manga, pero rubén no le permite ver nada.

—no es nada.

alex, nada contento por la respuesta, le arrebata el manga de las manos y puede mirar tranquilamente de qué se trata.

rubén corre con suerte; ya que está en las páginas donde el chico ese se encuentra pintando sobre su lienzo y luego alguien más viene a interrumpirle, nada de otro mundo, ni extraño ni turbio, algo sano y normal.

—mmm —alex mira al rubio con los ojos entrecerrados—, sospechoso.

el más alto no dice nada, lo único que quiere es que no le dé vuelta a la hoja, de lo contrario se tragaría unos cuantos spoilers y nadie quiere eso.

—ten —le devuelve lo que momentos atrás le quitó—, pero de esos dos de la portada no me olvidó, ¿eh? ahora que lo pienso... nada.

sin más, se da la vuelta y va a dejar la escoba que usó para limpiar minutos antes, mientras va pensando en algunas cosas algo curiosas.
como por qué rubén no ha estado con esa cara de culo que lo identifica a pesar de que alex se ha esforzado por molestarle, esa es uno de los grandes misterios; también que está más atento de quién entra a la tienda, cuando antes apenas y les dirigía la mirada a la hora de cobrarles, algo está sucediendo y lo tiene que descubrir, pero primero tiene que comer algo, porque sino se muere.

rubén, el chico que jamás se imagino leer bl, está sorprendido por todo aquello que se había perdido toda su vida, no es que creyera que fuera maravilloso, sino por las situaciones que jamás creerías que pasarían, nunca sospecharías nada cuando se trata de éste género. increíble.

quizás, sólo quizás, llegando a casa encargaría más mangas bl por internet.

suelta un suspiro lleno de supuesto cansancio y mira hacia afuera del local, descansando un poco del manga, que apenas va por la mitad.

¿por qué cojones está esperando que alguien muy molesto aparezca de repente y entre por esa estúpida puerta? más importante aun, ¿por qué si es lo que siente lo sigue negando?

por dios, ¿es que no recuerdas lo que sucedió? se pregunta a sí mismo.

bosteza y luego se talla los ojos, está más cansado que de costumbre, y no de la gente, sino mentalmente.