t r e i n t a y s e i s

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—¿de verdad lo tienes que seguir haciendo? —pregunta rubén.

—venga, sólo quiero llevarme mejor contigo—responde samuel, golpeando suavemente la suela de su zapato al ritmo de one dance de drake ft. wiskid & kyla.

—¿mejor? —rubén le mira arqueando una ceja.

—sólo quiero que seamos amigos... o algo más—susurra lo último.

como esposos, por ejemplo; piensa samuel.

—¿esa es la razón por la que vienes a molestar todos los días? —rubén no le quita la mirada de encima.

—¿te molesto?

el rubio le mira obvio, mientras que samuel tiene el labio inferior ligeramente fuera, formando un pequeño puchero, que al otro le causa un no sé qué, ni él sabría decirlo.

jura haber visto eso en un anime, tal vez esto le recuerde a la cara de algún personaje, ¿por qué está comparando a samuel con un personaje de anime?

—es que no compras nada, se supone que esto es una tienda de videojuegos no tinder—suelta rubén sin pensarlo.

—¿eh, eh? —titubea samuel, mientras rubén mira cómo se pone rojo.

el más alto maldice por lo bajo, siempre dice lo que piensa y eso es algo que no puede controlar, tampoco es que quiera.
no quería decirle al chico, o preguntarle, si es verdad que gusta de él, pero ya lo ha hecho, indirectamente.

—olvidalo—el rubio regresa a lo que estaba haciendo, ignorando nuevamente la otra presencia.

se concentra tanto en la canción de fondo y en ordenar cuidadosamente los productos que ni se inmuta cuando samuel se va de su lado, hasta que algunos segundos después voltea y ya no hay nadie.

decide restarle importancia y continúa con su trabajo, eso es lo único que debo hacer, piensa el rubio.

—toma—escucha la voz del pelinegro, algunos minutos después.

—¿eh? —rubén voltea a ver al contrario.

el rubio se muestra totalmente extrañado ante el otro; samuel le extiende algo dentro de una bolsa que tiene el logo de la tienda.

—lo llamo matar dos pajaros de un tiro—le dice samuel, dibujando una sonrisa risueña en su rostro.

—¿de qué hablas? —rubén toma la bolsa entre sus manos, más por curiosidad que por otra cosa.

—he comprado algo de la tienda y ese algo es un regalo para ti; te he comprado un videojuego—la sonrisa del pelinegro se extiende más.

rubén mira lo que tiene en sus manos y luego a samuel, lanzando un pequeño suspiro cansado.

pensé que se había rendido, demasiado bueno para ser verdad, piensa rubén.

mientras que en la mente de samuel sólo está rubén y nada más que rubén, rubén viendo de qué videojuego se trata, rubén jugando ese videojuego, rubén divirtiéndose mientras juega, sí que lo trae tontito.

—no tenías que... —rubén intenta hablar.

—eh, sí tenía, yo sólo... —le interrumpe—. no sé, quizás puedo llegar a caerte bien.

—pero no es necesario todo esto.

sólo haces que me canse más, se guarda rubén para sí mismo y es que sí le desespera y aburre un poco toda esta situación.

—para mí sí, no acepto ninguna devolución y... me tengo que ir, nos vemos—le dice samuel sin borrar su sonrisa, se ha acordado que su madre le ha encargado ir al súper a por las compras.

el pelinegro se da la vuelta, para comenzar a caminar hacia la puerta, dejando a rubén sin saber qué decir, hasta que reacciona y voltea a verlo rápidamente.

—hey—le llama.

—mmh—samuel voltea hacia donde está el rubio.

—no me gustan las cosas empalagosas, pero puedo intentar jugar el videojuego.

sin más, rubén regresa su atención al estante, para seguir haciendo su trabajo.

no nota que a samuel casi le brillan los ojos de felicidad, tampoco nota que sale del local con una sonrisa grandísima en la cara. y es que pareciera que esas simples palabras que le dieron la energía suficiente para cargar las compras y también para aguantar las miradas de las personas mientras camina por la calle con la cara de bobo.


💢; salaberga, me fui un chingo de tiempo, es q me dio un bloqueo y sólo tenía medio cap y pues nel

pidoperd0n

ora sí, voy a intentar no irme ajsjaja les debo un chingo de capítulos, no mamen ._.

awas, no se duerman, q puede q lleguen mas cosas jeje

game store ;; rubegetta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora