game store ;; rubegetta

ｄ ｉ ｅ ｃ ｉ ｓ ｅ ｉ ｓ

—no puedes sólo decirle a esa chica que puedo salir con ella, ¡no quiero una cita! —casi grita rubén.

—que no, entendiste mal, yo le dije que sí tiene chance contigo—aclara serenamente alex.

—joder, no, no tiene chance, ni ella ni nadie, así que no intentes ser cupido, porque no lo eres—rubén deja al menor en su puesto y se va hacia el otro lado de la tienda.

—ay, el amor—suspira alex.

rubén va a atender a unos chicos que están escogiendo unos videojuegos y después va a buscar a alguien más que necesite ayuda.

lo que no quiere es ver a gente bailar ridículamente y que ellos pregunten qué tal les fue, y tener que aguantarse las ganas de decir "horrible".

aveces lo único que quiere ver es a gente enojarse porque perdió algún juego en las maquinitas, que comiencen a golpear la maquina y luego ir y "amablemente" decirles que se larguen de la tienda. esa es su parte favorita del día.

y su parte menos favorita o quizás la que más odia es cuando el reloj da a las 1:30 de la tarde y sus fantasmas empiezan a salir a incomodarlo. eso no le gusta ni un poquito.
y así está el resto de la tarde. se ha dado cuenta que la tal akira no es, porque tan grande es su paranoia que se puso a vigilar a qué hora llega a su trabajo y lo hace una hora después.

no le gusta esa sensación de que alguien lo está mirando, odia eso, le incomoda, quiere encontrar al fantasma y volverlo a matar si pudiera.

en los altavoces suena soy soltero de el dipy, aveces también odia que alex esté a cargo de la música.
aunque también le parece algo gracioso, pero no lo hace notar.

sólo le queda aguantar eso y tener que acostumbrarse, a menos que arme una misa para mandar a los fantasmas a tomar por culo y de paso, rezar para conseguirle pareja a alex.