c u a r e n t a y c i n c o

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el chico rubio mueve sus manos en las bolsas de su sudadera, como buscando con que distraerse.

un pelinegro camina con gran agilidad frente a él, como si conociera cada rincón del lugar y la luz de los locales alrededor de ellos no le molestara, sirviéndole como compañía y también como guía.

llevan aproximadamente 20 minutos caminando hacia donde rubén indicó, aunque ninguno de los dos está seguro de estar yendo en la dirección correcta.

-¿no crees que estamos dando vueltas? -habla samuel, deteniendo su paso.

-¿mmh? no lo sé-es lo único que responde.

samuel evita decir "pensé que sabía dónde quedaba el lugar". pero quién es él para negarse a los 'caprichos' del chico que le gusta.

rubén lanza un bufido y saca su móvil, para ponerse a buscar algo, en su búsqueda encuentra los mensajes de samuel en la barra de notificaciones, los cuales ignoró como siempre, esta vez se arrepiente de eso; ya que la presencia del pelinegro en la tienda lo tomó de sorpresa.

samuel sólo se queda de pie observando al otro chico y esa pequeña sonrisa que se le dibujó desde que salieron del local donde rubén trabaja no se le borró en todo este tiempo, aunque el rubio evitó una conversación amena con él y aunque casi se cae en unos escalones en el camino.

le observa detenidamente, puede asegurar que esa sudadera negra con un personaje que no conoce le queda tan bien, a pesar de que esta sea una talla más grande; las mangas le cubren sus manos por completo y eso a samuel le parece demasiado lindo, por más que evite quedarse embobado viendo al rubio no lo puede del todo.

-es por allá-rubén saca de sus pensamientos al contrario y señala hacia su derecha.

-mmj, entonces vamos-asiente samuel, comenzando a caminar al lado del rubio.

eso significa que sí tenía la ubicación, ¿sólo se estaba haciendo el tonto? samuel decide no pensar en eso por ahora y seguir disfrutando de la compañía de su crush.

la verdadera razón por la que rubén hizo que dieran tantas vueltas es porque estaba haciendo "tiempo", la segunda venta del manga se abrirá en una hora en específico, olvidó el día en el que están y que iría con el chico que, al parecer, tiene un crush con él.

llegaron al centro de la ciudad a las 18:42 y la venta será a las 19:00 en punto, según las bases. pudo haber ido uno de los primeros en llegar, pero no le gusta esperar ni mucho menos estar entre tanta gente, rubén prefiere mil veces escuchar al pelinegro hablar sobre temas aleatorio que estar atrapado entre personas desconocidas. pero eso no se puede evitar del todo.

18:56; cuatro minutos antes y ya están frente al lugar, no hay tanta gente cómo imaginó, quizás sea porque esta es la segunda venta del manga y la mayoría vino a la primera que fue al medio día; mucho mejor para rubén.

-esperame aquí, ¿sí? -pide rubén a lo que samuel asiente muchas veces-eh, toma mi mochila, cuídala, regreso rápido.

samuel toma la mochila de rubén entre sus brazos y mira al rubio irse, una sonrisa más grande se dibuja en su cara, cómo le gusta cuando rubén le dirige más de tres palabras, sean las que sean. él podría insultarle y samuel se lo agradecería con una sonrisa tonta en el rostro, de eso está seguro.

al principio, rubén no estaba seguro de dejar su mochila en manos de samuel, pero la última vez, en la que vino con alex, no quiso encargarsela y le robaron los pines originales de varias de sus animaciones favoritas, agregando que alex lo abandonó y se perdió. sólo espera que esta vez nadie le quite nada y samuel no sea capaz de abandonarle, aunque no creo que lo sea, ¿cierto?

rubén llega hasta donde las demás personas están, situandose en un lugar más apartado, para evitar que alguien quiera hacerle plática, sólo mete sus manos en los bolsillos de su pantalón y se balancea sobre sus pies, sintiendo una mirada a lo lejos.

voltea a ver hacia uno de sus lados y observa a samuel, mirándole de lejos, cuando él nota que le ha dirigido la mirada, levanta una mano en un saludo.

rubén se vuelve a voltear, llevándose un dedo a la boca, comenzando a morderse una de sus uñas.

esa sensación... le ha pasado antes, esto lo ha sentido antes, esta sensación es parecida a la que tenía con sus "fantasmas" en la tienda, pero en menor intensidad.

regresa su mirada a samuel, pero esta vez él no se encuentra mirando hacia donde está el rubio, sino que está hablando animadamente con otra persona que rubén desconoce totalmente.

¿es un conocido suyo? ¿o ya hizo un amigo? bah, como si eso me importara, piensa rubén.

a pesar de eso, el rubio inconscientemente desvía la mirada cada cinco segundos hacia donde están las otras dos personas, trata de evitarlo, pero se le es cada vez más imposible.

se concentra en esperar su turno y se pone a pensar en cuando ya tenga el manga entre sus manos, siendo uno de los primeros en adquirirlo; ya que aun no están disponibles de manera electrónica, se imagina a sí mismo llegando a su casa y encerrandose en su habitación para pasar horas ahí sin ninguna compañía, sí, eso logra distraer su mente.

¿por qué vino con el chico pelinegro cuando bien pudo venir solo? sí, su miedo de perderse otra vez es mayor a cualquier otra cosa.

no le importa con quién esté hablando samuel, sólo le importa comprar su manga e irse a casa, se repite rubén mentalmente.

💢; paso q decir q me he hecho una playlist en Spotify con los temazos q me dijeron la otra vez y así jeje

prometo regresar pronto, ahorita me iré a no sé dónde, pero no a mimir, bais

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