—deberías de ser más amable con él, rubius—dice alex, limpiandose los restos del pastelillo de la boca.
en los altavoces de la tienda se escucha rock n roll de skrillex, mientras que un chico rubio mira a su amigo comer de sus pastelillos como por cuarta vez en la semana.
—¿con quién? —pregunta rubén.
—¿con quién más? ¿hay alguien más que venga todos los días a dejarte estos ricos, deliciosos, sabrosos pastelillos?
—agh, no se los pido, además soy amable, es mi trabajo.
—qué mal trabajas, entonces. sé que esa cara de culo la traes desde que naciste, pero pon una mejor, ¿no ves que es muy mono contigo?
—¿quién?
—¡ay! ¡que el chico que siempre te trae los pastelillos! —grita alex—, que me termino comiendo yo, pero eso no importa.
—no quiero, no quiero los pastelillos, no quiero nada. no sé ni por qué sigue viniendo—suelta rubén con el mismo tono serio de siempre.
—porque le gustas, le gustas, rubén, y deja de decir "ni, ni li gisti, ni qiiri", cállate ya, hombre—termina de reñir el menor.
—pero a mí no me gusta, entiende—aclara el rubio.
—pero te puede llegar a gustar, hay posibilidades.
—no, nunca, por eso trato de ser borde con él, lo ignoro porque quiero que se canse y me deje en paz, no quiero que piense que por ser más amable tiene oportunidad conmigo.
—ugh, te escuchaste como uno de esos tíos que se creen los mejores y que no andan con cualquiera.
—realmente nadie tiene oportunidad conmigo. olvida el tema y ponte a trabajar.
—sí, pero dime—alex llama la atención de rubén—; ¿te gustaron los pastelillos?
—son muy empalagosos para mi gusto—responde rubén.
—deberías de comer más de estos, a lo mejor así se te quita lo amargado—le dice alex, antes de irse hacia otro lado, dejando a su amigo en el recibidor.
rubén suelta un suspiro pesado, buscando su móvil y cuando lo encuentra, lo desbloquea buscando algo interesante, pero no ve más que varios mensajes desde la barra de notificaciones, ignorandolos por completo, sabe de qué se trata y prefiere seguir como si no pasara nada, como lo ha hecho en los últimos días.
aunque se queda pensando en el pelinegro que la mayoría del tiempo tiene las mejillas coloradas, ha caído en cuenta de que es una persona bastante insistente y sin importar que tan borde es rubén, él sigue trayendo consigo los pastelillos, junto a sus pláticas; las cuales el rubio nunca le sigue.
quizás si no tuviera una cara y una sonrisa tan boba sería más fácil ignorarlo, piensa rubén, mirando la caja frente a él que contiene unos cuantos pastelillos.
y sin darse cuenta, ya tiene uno en la boca, no sólo alex puede comérselos, él también; al fin y al cabo son para él, ¿no?
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game store ;; rubegetta
Fanfictiondonde rubén trabaja en una tienda de videojuegos y samuel siempre está cerca de aquél lugar, a pesar de que los videojuegos no le llamen mucho la atención, pero rubén sí. 💢; rubegetta au 💢; minúsculas intencionales 💢; historia boyxboy inicio: 13...
