CAPÍTULO 24: "No puedo sacarte de mi mente"

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RYAN

En este instante me encontraba tratando de buscar algo que me saque de mis pensamientos.

En una esquina de mi cuarto estaba mi guitarra, hace días que no la toco, la tomé y comencé a cantar una de las canciones que sonaban en la radio, está en inglés pero ya la estudié en español.

La tomo apoyandola en mis piernas y comienzo a tocar los primeros acordes rozando con mis dedos delicadamente las cuerdas.

Eres tú
Siempre eres tú
Conocí a mucha gente
Pero nadie se siente como tú

Así que por favor no rompas mi corazón
No me destroces
Yo sé como inicia
Confía en mí, he estado roto antes

No me rompas otra vez
Soy delicado
Por favor, no me rompas el corazón
Confía en mí, he estado roto antes

He estado roto, si
Sé como se siente
El abrirse
Y después descubrir que tú amor no es real—Solté un suspiro y dejé mi guitarra a un lado.

No puedo dejar de pensar en ella y el miedo dentro de mi se aumenta cada vez que nos acercamos.

Mi corazón esta roto, tanto que si vuelvo a confiar y me vuelven a dañar derrumbaran todo mi interior para luego destruirme por completo.

Necesito sacar estos pensamientos y sé cuál es la manera, lo he estado haciendo desde hace días.

(*)

Me estaciono frente al Bar "Bobnon". Es uno de los que suelo venir siempre a ahogar mis pensamientos en alcohol.

Este es un pequeño edificio de un piso que tiene el nombre en el techo con luces brillantes de colores.

Al entrar el sonido de las bocinas de música me ensordecen pero lo toleraré a penas tenga unas copas encima, las luces de colores y el humo son esparcidas por el tumulto de personas que bailan en el centro de la pista.

Voy directamente a la barra y la morena que prepara los tragos me sonríe al verme.

—Otra vez tú—Me señala.

—Otra vez yo—Respondo de mala gana.

—¿Lo de siempre?—Asiento—Una botella de Vodka puro a la orden señorito—Pone la botella frente a mi junto con un pequeño vaso.

Ignoré el vaso y destapé la bebida para llevarla directo a mi boca, siento el ardor del líquido recorrer mi garganta pero es tolerable.

Después de dos botellas y media de Vodka siento las ganas de largarme de aquí e irme a casa, mamá debe de estar preparando todo para el desfile de mañana que ella presentará.

Siento una mano acariciando mi brazo seductoramente y al girar me encuentro a una rubia de ojos azules mirándome.

—¿Ya te ibas precioso?—Me preguntó usando un tono coqueto.

—Si, necesito salir de aquí, me aburrí.

—Ven a mi departamento y te quito el aburrimiento—Asentí y la rubia tomó mi brazo sacándome del lugar.

No tardamos mucho en llegar a su departamento, era lindo, tenía todo ordenado.

Entró, dejó las llaves y me tomó del brazo para sentarme en un sofá, empezó a quitarse la ropa mientras yo la comía con la mirada.

—¿Te gusta lo que ves?—Volvió a usar el tono coqueto.

La miré y la verdad es que si tenia un cuerpo bonito pero no me importaba en lo absoluto.

Nuestras Perfectas Imperfecciones [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora