Nuestras Perfectas Imperfecciones [✔]

CAPÍTULO 10: "¿Es una broma o que?"

Acabo de bajarme del auto de mamá para encaminarme a la entrada del colegio.

—Que tengas un buen día hija, cualquier cosa me avisas ¿si?—Aún se acuerda de lo que le dije anoche.

Ella dice que se siente mal y un poco enojada por que no le había dicho nada de lo que pasaba en la escuela, pero es que no quería darle más problemas.

Asentí y la despedí con un movimiento de mano.

(*)

En la cafetería me encontré con mi amiga que se sentó a mi lado dándome una mirada de arrepentimiento.

—Perdón, no sabia que Mike era un imbécil y tranquila que ya le dije a Luke que no me hable nunca más.

—Esta bien, no tenias por que decirle eso a Luke.

—Si, por tener un amigo estúpido, igual no me gustaba tampoco—Dijo con una sonrisa y me abrazó.—Yo prefiero perder a un chico antes que a una persona como tu que vales un montón.

—Te quiero.—Susurré con mi cabeza en su hombro.

—Te quiero más, no dejes que nadie te haga sentir de esa forma nunca más.Y para que veas cuanto te quiero iremos a una fiesta el viernes, ¿Que dices?

—Nunca he ido a una fiesta, a demás no se si mi mamá me va a dejar ir.

—Déjame eso a mi, sabes que si yo se lo pido te va dar el permiso.—Me guiñó un ojo y clavo su tenedor en la milanesa.

Mi mamá adora a Jenni, sabe que es una chica educada y buena.

La conoce desde que nos hicimos amigas y hasta hoy en día la sigue queriendo. Yo creo que es por que sabe lo importante que es para mi, también porque me cuida cuando ella está trabajando, a veces me ayuda en Matemáticas que soy bastante mala, etc.

—Esta bien, lo que tu digas pero no tengo que ropa ponerme.

—Eso es lo de menos, iremos de compras al centro comercial a penas salgamos de aquí, ¿Te parece?.

Asentí y justo sonó el timbre para volver a nuestras respectivas aulas. Se despidió diciéndome que la espere en la puerta al salir.

Una vez que entré y volví  a mi banco vi un papel blanco, era una nota, la abrí dispuesta a leerla antes de que llegase la profesora de Literatura.

Frunci el ceño y la tomé.

"¿Sabes cual es mi color favorito?
Es el verde de tus ojos.

¿Sabes cual es la sonrisa con la cual sueño noche a noche antes de dormir?

La tuya, esa sonrisa que me transmite paz y felicidad.

Atte: Tu príncipe azul"

Al terminar de leerla pensé:

Esto es una broma y ya se de quién, lo vi cruzar el umbral de la puerta y fui directamente hacia ese pelinegro de ojos azulados.

—¡Tú!—Lo señalé mirándolo fijamente a los ojos—¿Te piensas que esto es una broma o qué?—Pregunté alzando el papel.

Me miró confundido, como si no supiera de lo que hablaba.

—¿Qué te pasa? Yo no te he dado nada gorda.

—¿Entonces quien me dió esta carta?—Me miró y luego soltó una risa sarcástica.

—¿De verdad piensas que yo me tomaría el tiempo de darte una carta a ti?, solo mírate, eso no pasaría ni en tus sueños.