La pintura roja en la cara de Alice estaba húmeda aún, igual que la carcajada escrita sobre su pecho en una pintura verde enfermizo. Verla allí solamente me hizo apretar la mandíbula además de desconcertarme. Si el Joker había aparecido es que ¿había recobrado la memoria? ¿Era ese ser meditabundo metido en su propio mundo que yo había visto días antes buscando alguna clase de salida o una respuesta incomprensible para una mente que no estuviese tan perturbada como la suya?
Batgirl estaba realizando todas las investigaciones que había aprendido en la escuela concienzuda de los batiniños. Verla trabajar como Batman no me hacía ningún bien y menos en estas circunstancias. Además, yo misma tenía que investigar, lo había hecho antes y no necesitaba a nadie para llegar a mis propias conclusiones por muy erróneas que fuesen.
El recuerdo de las veces que había estado ahí el murciélago conmigo llegó a mi mente y se deslizó por mi columna como un jarrón de agua fría, así que, decidí investigar en otro momento, cuando no hubiese absolutamente nadie que me recordase a ese endemoniado ser de orejas puntiagudas. Estaba furiosa con él por no haber impedido la muerte de una inocente a manos de su peor enemigo, ese que todo el mundo creía que le había puesto fin, que le había matado y enterrado hasta transformarlo en un recuerdo de una Gotham mejor.
La parte buena que tenía Alice era que jamás había parado quieta y tenía trescientos aparatos eléctricos por todas partes incluyendo varios ordenadores. Pensé que sería mejor que me centrase en abrir el correo mientras Batgirl seguía con la búsqueda de pistas. Me senté en el sillón increíblemente incómodo para todas las horas que debía haberse pasado allí y encendí el ordenador. La había visto trabajando con ellos en varias ocasiones y suponía que por defecto profesional, me había prendido las claves sin ningún problema.
Busqué ese correo y saqué del interior la carpeta. La descomprimí y observé cómo uno a uno iban apareciendo en su interior todos los elementos incluyendo vídeos. Cerré mis ojos esperando a que todo eso terminase de descomprimirse mientras pensaba en el siguiente paso que tenía que dar. Debía llamar al padre de mi nueva compañera, él era el nuevo Batman cibernético y además tenía bastante más información legal en cualquier base de datos. Las informaciones lejos de las normas ya podía apañármelas yo para conseguirlas de ser preciso.
Abrí los ojos en el momento que la barra se llenó completamente indicando un cien por cien del proceso realizado. La pantalla desapareció y después pude clicar en la carpeta que se había creado. Estaba el primero de los sujetos desconocidos. Esa era la historia que había conseguido copiar y mandar. Observé que había un solo archivo de procesador de textos que estaba nombrado como historia clínica. Había imágenes, las que le habían sacado seguramente al entrar en el lugar. Sin maquillaje. Sí, ese debía ser el Joker. Ver su rostro me lo aseguraba aún más, pero ¿y si todos estábamos confundidos? ¿Podía no haber sido ese hombre el Joker? ¿Podía ser otro que había pagado con el pato?
— ¿Qué haces?
— Intentar ver unos bonitos papeles que he robado. Si no te importa es un asunto personal.
— Si se refiere a...
— Mira, mona. Sé que tienes un intelecto superior y que tienes enchufe con papaito, pero si no te importa no es el momento de que te pongas digna. Han matado a mi amiga, me han intentado matar a mí, hay un motín en Arkham, hace dos años que no está el único que tiene la suficiente cabeza para saber qué diablos pueden orquestar todos esos juntos, así que ¿te importa si veo todo tranquilamente mientras tu haces lo tuyo?
Barbara iba a añadir algo, pero terminó encogiéndose de hombros y siguió con lo que estaba haciendo hasta que terminado todo un concienzudo escaneado de la habitación y empezó a hablar con esa especie de Inteligencia Artificial a la que podía echar mano en momentos como este.
Mi atención se volvió a centrar en la pantalla del ordenador y cliqué en uno de los archivos de vídeo que había en la carpeta. Tardó unos segundos en abrirse una pantalla en la que se podía ver el interior de la celda en blanco y negro. Él estaba allí, sentado en mitad de la sala, mirando al suelo y susurrando algo completamente incomprensible como la vez que yo había ido.
También se le escuchaba a Enigma, intentando susurrar a ratos exactamente lo mismo, pero sin éxito aunque sabía que terminaría por descubrirlo todo. Después, la imagen se iba de repente. Cliqué en otro video para verlo y observar que estaban en una especie de terapia. Una mujer rubia, con... un momento, ¡era Harley! Hacía siglos que Harley no podía dedicarse a la psiquiatría por mucho que tuviese todos los conocimientos, ella misma era una persona inestable. Sin embargo, ahí se la veía normal, sin ningún tono extraño de piel, vestida como lo hubiese hecho en su vida antes del payaso.
— Pastelito... ¿eres tú? —preguntó en un momento inclinándose hacia delante.
Ese hombre al que llamaba Pastelito ni tan siquiera le dirigía una sola mirada. Seguía pronunciando algo sin sentido que no era capaz de escuchar con claridad. Me preguntaba si era exactamente igual o había cambiado mínimamente esa retahíla de palabras sin descanso.
Entrecerré mis ojos y me incliné hacia delante en el momento que la imagen volvía a irse y bufé antes de clicarle a una carpeta donde estaba escrito "audios". Ahí, claramente se distinguía que de una vez a otra cambiaban, que parecían distintos, a la vez que iguales, pero debían seguir un patrón o puede que fuese alguna lengua desconocida. Si era un extranjero o era el Joker jugando con nosotros no podría saberlo.
— ¿Qué es eso?
Batgirl se acercó antes de que pudiese decirle que mantuviese las distancias y luego me señaló en la pantalla un archivo que parecía tener una característica especial o por lo menos un icono que no había visto en toda mi vida. Ni tan siquiera sabía que programa lo podría abrir.
— No tengo ni idea —finalmente cliqué dos veces seguidas esperando no cargarme el ordenador si resultaba ser un virus.
Tras observar la pantalla transformarse en algo insólito terminé por suspirar.
— ¿Es... es lo que creo que es?
Allí frente a nosotras había una imagen en la que el perturbado de la celda permanecía con la mirada impasible, sin vida, y justo a su lado estaba el Joker, sonriente dirigiendo su peor cara de demente a la cámara. Habíamos caído en la trampa de cabeza.
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Rise of Gotham
FanficEl murciélago ha desaparecido y eso lleva a Selina a una encrucijada pues está dispuesta a mantener a flote la ciudad mientras regresa su justiciero, básicamente porque se niega a creer que Batman ha muerto.