Capítulo 4: Choque de alfas

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La manzana crujió en el silencio de la cocina. Stiles masticó pensativo. 

Había recuperado los pantalones grises de pinzas, y una camisa bien planchada. Se había arreglado el pelo como siempre. Se había sentido ridículo ante la reacción del señor Hale y no tenía ni la más mínima intención de volverse a sentir así.

Preparó sus cosas para el trabajo, cerró su bolso y salió de casa. Siempre usaba la bicicleta. Pero se acercaba el celo y pedalear se hacía incómodo en sus partes íntimas.

El celo tenía que estallar el fin de semana aproximadamente. Había comprado ya supresores y también perfume inhibidor del olor hormonal, y calmantes para los momentos duros. Se metería en la cama los dos días más complicados y esperaba no perder ni un día de trabajo.

Llegó a la oficina y se encontró la actividad por las nubes. El señor Hale estaba estresado y malhumorado, pero Stiles sabía cómo lidiar con él en esas circunstancias. Llevaba años haciéndolo.

-Hay mucho jaleo con el consejo.- Derek se estaba frotando el brazo, distraído.- ha habido avistamientos de grandes cánidos en zonas urbanas. Alguien está siento indolente y distraído, y me gustaría saber quién, porque está poniendo en riesgo a toda la comunidad.

Stiles salió del despacho de Hale dispuesto a tener todo eso listo para salir temprano. Quería participar en un torneo online de Mystical, un juego de rol.

Acababa de sentarse en su despacho cuando la presencia de Theo invadió el pequeño departamento.

-Te he traído un batido de chocolate. Fui a por uno para mí y pensé que te gustaría.

-Gracias.- Stiles sonrió. ¿Por qué no? Alargó la mano y sirvió de la pajita.- tiene un toque fuerte.

-Pensé que te gustaría la canela.

Stiles se ruborizó. Dejó el vaso sobre la mesa.

-Gracias, señor Raeken, ahora tengo que volver al trabajo...

Theo se fue y dejó a Stiles confuso y un poco alterado. No le había dicho nada de su estilo. Eso le dio confort.


❀ ❀ ❀ ❀

El viernes Stiles despertó gritando. Había tenido una pesadilla. Unos ojos rojos, un gran lobo negro persiguiéndole. Lo cual era confuso, porque sus amigos y todo su entorno eran lobos grises o blancos. Los lobos con melanismo se veían poco.

Se tomó la temperatura. Treinta y ocho. Hundió la nariz contra la piel de su brazo. Estaba empezando a oler. El celo se había adelantado unas horas, pero podía mantenerlo bajo control durante su jornada laboral.

Tomó dos pastillas supresoras y se fue a la ducha.

Theo había estado flirteando más de lo normal esta semana, también porque por primera vez Stiles no había sido tan firme al rechazarlo.
Le devolvía sonrisas, le aceptaba invitaciones a café o se reía de sus comentarios.

Y aunque no le llenaba como se suponía debía hacerlo un alfa, era una sensación agradable, más con un cuerpo tan preparado para entrar en calentura.

Tomó el transporte público para ir a su trabajo. Su miembro estaba demasiado sensible. No soportaría el dolor del sillín presionando sus testículos.

Se había aplicado también la crema inhibidora de feromonas, pero tenía el cuerpo pesado. Solo deseaba que el día terminase y poder meterse en la cama.

Envío un mensaje a Liam y a Isaac para anular la salida de esa noche.

Las horas pasaban insoportablemente lentas. Le dolía la cabeza, le presionaban las sienes y estaba con la sensibilidad muy alta.

Se pasó casi todo el rato preparando el resumen y balance de ventas de la semana. Era monótono pero a la vez le servía para mantenerse tranquilo.


❀ ❀ ❀ ❀

Derek estaba inquieto. Al estrés de la semana se sumaba algo más. El ambiente en la oficina estaba cargado, extraño. Cómo pesado. Incluso Theo estaba silencioso y absorto en sus pensamientos.

-Theo, ¿Puedes ir al despacho de Stilinski y traerme los balances? Ya son las cinco de la tarde.

-Por supuesto.

Derek se quedó mirando pensativo el nuevo contrato de suministros. No, iba a necesitar hablar personalmente con Stilinski, que le explicase porque había marcado como posible déficit la contratación con esa compañía de reponedores de jabón líquido.


❀ ❀ ❀ ❀


Stiles se apretó los ojos. El celo estaba entrando con fuerza. En cuanto acabase la jornada tenía que irse a casa.

-Stiles...- Theo se detuvo en la puerta. Su boca se quedó entreabierta.- Necesito... los...

-Perdón, ya casi están.

-¿Quieres salir esta noche? Hay una bar de alfas, pero pueden entrar omegas... Lobo Blanco... te puedo invitar a unas copas.

Stiles se quedó paralizado.
Sonrió y balbuceó.

-Bueno, la verdad es que si me...

-No. No puedes salir con Stilinski, no esta noche ni ninguna. Te lo prohíbo.

Theo se giró e inclinó la cabeza.
Su alfa había utilizado La Voz. No era su amigo, ni su jefe. Era su alfa, y debía acatar sus órdenes. Le había ordenado alejarse de ese Omega y él no podía oponerse.

-Sí, señor.

-Vete a casa, Theo.

Theo se fue tan rápido que Stiles casi no lo vio moverse.

Fijo los ojos en Derek. Iba a decir algo, preguntar algo, pero Derek se le adelantó.

-¿Cómo puede venir al trabajo en esas condiciones?

Stiles se sentó de nuevo. Derek tenía los ojos brillantes. Se frotaba el brazo.

-¿Perdón... cómo, señor Hale?

-Sabe de lo que hablo. Apesta. Huele a hormonas de Omega en celo por todos los pasillos. No toma... algún inhibidor... algo.

-Sí lo tomo, pero no es mi culpa que esta vez se haya adelantado y sea más violento.

Derek estaba dudando. Stiles sentía el corazón galopar en el pecho.

-Debió pedir permiso e irse a casa. No quedarse y mucho menos perder tiempo de trabajo teniendo flirteos con el señor Raeken. Quiero que los dos cesen esa actitud. Inmediatamente.

-Por supuesto, señor Hale.

-Quiero que se vaya de inmediato.- Derek busco en su pantalón. Sacó la cartera y buscó unos billetes grandes.- y en un taxi. No puede ir en esa ridícula bicicleta con ese tufo a presa fácil. Cualquier alfa podría... Vaya en un puto taxi.

-No necesito ese dinero, señor Hale. Aún puedo pagarme un taxi.

-Está bien.

-Hasta mañana, señor Hale.


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El Código Hale [STEREK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora