Capítulo 18: Dentro del P.R.O.

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Isaac y Liam no querían salir ese viernes, le habían dicho a Stiles que tenían que hacer cosas relativas al PRO. Pese a que Stiles sabía que esa organización existía, no sabía nada más y no esperaba que Liam le propusiese que fuese esa noche para "echar un vistazo".

—Mañana te acompañaré a comprar la ropa. Te recojo en la oficina y vienes, hoy tenemos cosas importantes que hacer y nos interesa que lo veas.

Stiles colgó la llamada y volvió al ordenador. Quería concluir con todo temprano. Estaba feliz de no tener ya dolor de vientre.

Imprimió las hojas que Brett le había enviado por gmail junto con un resumen de las pesquisas sobre el lobo.

Scott le había declarado que varios de los interrogados decían haber visto un lobo pero que se había ido definitivamente, que era un forastero de paso y que no estaban asustados.

Stiles tenía que entregarle ese resumen y la propuesta de enfoque para la prensa, Brett tenía contactos y además aparecía en un programa especial sobre lo que los medios humanos habían llamado "La Bestia".

Brett era agradable.

Stiles sonrió ante ese pensamiento. Con las hojas impresas se dirigió al despacho de Hale.

—Ya me voy... no trabajes hasta muy tarde .— dijo Brett cuando Stiles salió.

—Yo también me voy. No me quedaré ya hasta muy tarde nunca más. Un día sucedió algo que me hizo restar valor a las horas extra.

—El domingo voy a comer a una barbacoa con otros miembros del club de prensa. Unas chuletas, un poco de cerveza fría... ¿te apetece venir?

—¿Es una cita?

Stiles no supo de donde había salido ese descaro, era algo nuevo en el. Brett sonrió.

—Podría serlo.

—Está bien... te enviaré mi dirección por mensaje.

Brett le sonrió mordiendo el labio y se fue. Stiles tuvo el impulso de colocarse las gafas hasta que recordó que ya no las utilizaba.

Entró en el despacho de Hale.

—El plan de la comunicación .— dijo dejando los papeles sobre la mesa.

—Gracias. Eh... ¿todo bien?

—Claro, señor Hale. Ahora me iré. Es viernes y estoy cansado.

—Apenas tardaré media hora en leer esto, y si lo autorizo puede imprimir las copias para los otros alfa...

—Es mi hora. Lo haré el lunes. Que disfrute su fin de semana.

Stiles tenía el corazón va punto de salirse por la boca de lo violento que latía, pero lo hizo. Se fue. Dejando a Hale atrás.

❀ ❀ ❀ ❀

Liam se subió a su coche y encendió el motor. Había estado repartiendo octavillas. Eso era arriesgado, pero era el mejor modo de lograr llegar a omegas que de otro modo nunca conocerían su existencia.

Las había repartido en la zona centro. Ofreciendo consultas gratuitas o económicas, ya que se aceptaban donativos, con el doctor Lahey.

De ese modo descubrían muchos casos de omegas que necesitaban ayuda.



❀ ❀ ❀ ❀



Corey llevaba tres meses viviendo con Deucalion. Aún no le había marcado, aunque claramente iba a cumplir su promesa de hacerlo. Lo haría si él era un buen omega y le complacía, algo en lo que Corey realmente se esforzaba.

Ser un buen omega, satisfacerle, para que se decidiese a que él fuese el definitivo.

Con quince años no era legal que le marcará, pero sabía que en cuanto hiciera los dieciséis lo haría. Deucalion era su dueño aunque no le hubiese reclamado formalmente.

Excepto en el dormitorio. Justo la parte que Corey menos disfrutaba. Era demasiado brusco y poco detallista, pero con el tiempo todo iba a mejorar.

Tenía que mejorar.

Se había vuelto loco por la belleza de Deucalion pese a que llevaba un ojo permanentemente cubierto por un parche negro y que siempre estaba serio y como molesto. Le había conocido en un local de juegos frecuentado por omegas jóvenes, y, pese a los veinticinco años de diferencia, desde el principio le gustó. Junto con sus amigos hacían retos de como seducir al alfa maduro y sexy.

Corey lo había logrado y aunque la realidad en su hogar no era lo que esperaba, tampoco tenía un sitio mejor al que volver. No quería retornar al centro para menores sin hogar, y estaba seguro de que si le satisfacía todo iría mejor.

Deucalion siempre le decía que preguntara a sus amigos omegas e indagara, porque desde hacía años tenía una deuda pendiente con un omega llamado Isaac Lahey.

Le mostró orgulloso la octavilla que había recogido en el centro.

—¿Es éste Isaac el que buscas?

Deucalion revisó el papel. No podía saberlo, pero si investigarlo. Tenía que ser Lahey.

—Ve esta noche a una de esas consultas gratuitas. Necesito saber si es el. Necesito toda la información que puedas. Se un buen chico para mí, Corey.




❀ ❀ ❀ ❀




Liam dejó su chaqueta y le sujetó el hombro a Stiles.

—Ven, Isaac está a punto de comenzar a pasar consulta.

Isaac tiene un terreno que le había correspondido por herencia familiar.

Tenía un auténtico hospital en miniatura ahí. Liam le entregó a Stiles una carpeta con hojas y un bolígrafo.

—Ayúdame. Tenemos que tomar nota del nombre, número de identidad y si tiene de paciente, y la causa por la que asiste.

Stiles asintió. No entendía porqué la sala estaba tan llena. Los alfas pagaban seguros médicos a los omegas de su familia, siempre.

Pero comenzó a tomar nota.

Una mujer embarazada con problemas de sangrado y déficit de vitaminas a la que seguía el doctor Lahey. Stiles le preguntó si no tenía seguro con su alfa.

No había alfa. La había abandonado.

Dentro de Stiles algo se retorció. Ese podría haber sido él si Derek le hubiese dejado accidentalmente embarazado.

Tragó saliva. Se giró hacia otro paciente.

Corey Bryant, quince años. Tenía el labio sangrando.

—¿Qué te ha sucedido?— preguntó Stiles.

—Me caí .— mintió Corey.

Deucalion le había dado un motivo cuando le dijo que no tenía nada como para ir al médico.

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El Código Hale [STEREK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora