Capítulo 41: Marcado

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La casa de Derek estaba abierta. Era un milagro que alguien no hubiese entrado a robar. Luego Stiles recordó que Derek vivía en el mejor barrio y sonrió para sí mismo.

Le ayudó a bañarse y lo acostó. Durante toda la tarde lo vigiló. Derek estaba agotado y durmió varias horas. Stiles no quería dormir hasta estar seguro de que estaba bien.

Se veía tan frágil dormido... la piel estaba limpia y tersa, Stiles no podía apartara mano de su cabello, le apartaba el cabello y lo observaba.

Al fin cedió a las necesidades de su cuerpo y se acurrucó contra el alfa, quedando dormido a su lado.


Ya caía el sol cuando Derek despertó. El calor del cuerpo de Stiles a su lado le hizo sentir mejor que nunca. Stiles tenía la nariz hundida contra su hombro.

—Stilinski... — susurró para sí. Pero Stiles abrió los ojos. Mieles y hermosos. Derek se le quedó mirando. Era la pura belleza hecha hombre y puesta frente a él.

—Jamás vuelvas a hacer algo similar.— dijo Stiles con su voz ronca y suave.

—Debiste permitirlo. A veces la única salida de un alfa es rendirse con honor.

—Nunca más lo hagas. Nunca.

Derek cerró los ojos. Un par de lágrimas recorrieron sus mejillas y Stiles se las limpió. Derek lo besó.

—Te amo, Stiles...

Stiles abrió los labios y Derek metió su lengua, tomándole. Las lenguas se enredaron y los cuerpos se apretaron. Stiles sollozó mientras Derek lo apretaba contra su colchón. El de su casa. Su cama.

—Solo quiero lo mejor para ti... y me duele no poder serlo...

Stiles no respondió. Lo abrazó. Derek le estaba quitando la ropa. Y una ves que le tuvo desnudo, le separó las piernas metiendo la rodilla hasta que Stiles estuvo completamente abierto para él.

—Eres precioso, perfecto y mío...

Ambos cuerpos se rozaron durante un rato. Derek lo besaba como si fuera algo hermoso y preciado, una joya digna de ser preservada y adorada.

Derek se chupó los dedos para meterlos despacio en el agujero de Stiles. Tan estrecho y dulce. Los movió abriéndole, tratando de entregarle una segunda primera vez como merecía.

Entonces, a la vez que jugaba con sus dedos, lamió su cuello. Empezó a lamer, notando el pulso palpitar contra sus labios. Stiles emitió un ruido de satisfacción y entonces abrió los párpados para encontrarse con los ojos de Derek fijos en él.

¿Me permitirías marcarte y tomarte como mi omega?

Sí...

Derek volvió a besar su cuello y el cuerpo de Stiles reaccionó en plenitud. Todo su cuerpo estaba más que perfectamente preparado. Derek beso varias veces, chupó y finalmente mordió a su omega, hundiendo sus dientes, alcanzando la magia de su especie. Stiles sabía a vida, amor, a felicidad y a besos. El cerebro de Derek se llenó de imágenes de su omega, que gritaba bajo él, retorciéndose de placer en algo similar a un orgasmo infinito.

Para Stiles el techo y todo desapareció, hundiéndose en un infinito delicioso. Se sintió completo, pleno. No dolía. Era un placer más allá de lo sexual y del dolor, y a la vez un choque de ambos.

Entonces se sintió completo físicamente también cuando Derek metió su miembro, duro y grueso, en él.

Era la mayor gloria jamás imaginada. Derek embistiéndolo, su cuello aún sensible, su pene entrando y saliendo de él y finalmente corriéndose en su interior. Los chorros de semen le hicieron alcanzar otra vez el clímax, Derek seguía penetrándolo, corriéndose dentro de él, y el semen chorreaba por sus nalgas.

Derek le abrazó, lo mantuvo abrazado durante más de media hora.

Entonces lo miró como si su cabeza comprendiese lo que había ocurrido.

Y le invadió el terror.



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El Código Hale [STEREK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora