El Código Hale [STEREK]

Capítulo 21: Experiencias

Isaac no le contó a nadie lo ocurrido con Scott. Su inesperada visita en la noche, su pernoctación junto a su cama.

Su beso.

No, jamás, eso se lo quedaba para el, nadie lo sabría, nunca.

Pero tenía que avisar a Liam... y hablarle de Deucalion. Y Liam tampoco iba a tener una buena reacción ante el recuerdo del hombre que había roto su inocencia y asesinado su juventud.

El sábado no había nada planeado para el P.R.O., no hasta el lunes.

Así que utilizaría esos dos días para relajarse, quizás hacer ejercicio y a lo mejor emborracharse.

Dejaría que Liam disfrutase de sus días libres y el lunes le contaría todo.


❀ ❀ ❀ ❀

El domingo el sol estaba en todo lo alto. Hacía calor, como mínimo estaban a veintiocho grados.

Stiles revisó el nuevo guardarropa con el que Liam había colaborado. Era una barbacoa informal. Pero quería causar buena impresión a los amigos y conocidos de Brett.

Su teléfono vibró. Puso los ojos en blanco.

"Buenos días y lamento molestarle en domingo, Stilinski. Pero me sería de gran ayuda que revisase y corrigiese el plan de prensa para entregarlo mañana. Puedo enviárselo por correo electrónico y usted podría enviármelo en la tarde. Le abonaría las horas extras según tarifa habitual".

Stiles movió los dedos a la velocidad de la luz.

"No. Estoy y estaré ocupado todo el domingo. Tengo una barbacoa en el club de prensa y luego veré un partido de fútbol".

Se guardó el teléfono y se acabo de vestir. Camisa rosa clara y pantalones ajustados blancos. La camisa tenía unos flamencos bordados en la espalda.

Y directo a la barbacoa.

Antes de salir, abrió la caja de condones que había comprado con Liam. Sacó uno por impulso. Luego lo pensó y se guardó la caja de cuatro.

Y se fue a disfrutar su domingo.


❀ ❀ ❀ ❀

Liam llegó a casa de Isaac a mediodía.

—Es domingo .— Isaac se frotó los ojos .— ¿No deberías estar haciendo algo cómo disfrutar tu descanso?

—No vengo por gusto. Vengo a consultar algo clínico.

Isaac despertó del todo.

—¿Qué te ocurre?

—Estoy teniendo dolores y picor en la marca. La cicatriz está roja y a veces la siento palpitar.

—Pasa.

Liam entró en el consultorio de Isaac. Todo estaba siempre limpio, perfecto y bien surtido aunque el consultorio de su casa no era más que un sitio de primeros auxilios.

—Lo siento. Ayer estuviste bebiendo.

Isaac no respondió mientras le revisaba la marca.

—No es una resaca tan terrible. ¿Ha ocurrido algo? Quizás el maquillaje que usas para cubrirla te está haciendo reacción.

—Es el de siempre. Especial para cicatrices. No ha cambiado nada.

—¿Algún otro síntoma?

—Me siento alterado. Esta semana me he sentido extraño y en las últimas horas empezó el dolor y la picazón.

—Te voy a aplicar una crema calmante y no la maquilles estos días.

—¿Y que todos vean lo imbécil que fui?

—No digas eso .— Isaac le llenó bien la marca y empezó a masajear encima.— tenemos que hablar de Deucalion.

El ambiente se hizo hielo. Nunca pronunciaban ese nombre. De repente la habitación parecía fría, casi congelada.

—¿Qué pasa?

Isaac siguió curando su marca mientras le explicaba. Liam empezó a respirar rápido.

—Ya está bien. Para. Estoy mejor.

—Pero Liam...

—Mañana hablamos. Me voy.



❀ ❀ ❀ ❀

Stiles estaba pasándolo bien. Brett le presentó a sus amigos como "un compañero de trabajo" pero le acarició la mejilla como en una especie de aviso de que no tratasen de lanzarle indirectas porque era hombre de su interés.

Comieron unas chuletas, charlaron y Stiles bebió solo tres cervezas. No quería que el alcohol nublase lo que decidiese al final de la tarde.

Pero ya eran más de las seis y Brett se acercó a él.

—¿Vas a ver el Inglaterra-Francia?

—Pensaba hacerlo.

—Tengo una televisión muy grande.

Stiles se lamió el labio inferior y miró a Brett.

—¿Sólo eso televisor?

El taxi les dejó en el bloque de apartamentos donde Brett vivía. Entraron tropezando mientras el periodista le besaba. No estaba siendo lento, ni dulce, ni gentil, pero a Stiles no le estaba importando ni haciendo sentir mal.

Le gustaba y le excitaba.

—El televisor está en mi cuarto.— dijo Brett al fin.

—Vamos entonces... me muero por ver si es grande.

—Lo es... y funciona muy bien...

Stiles se rió y siguió a Brett al cuarto.

Brett y el cayeron sobre la cama. El otro omega le quitó toda la ropa, y miró fascinado el cuerpo trabajado y tatuado de Stiles.

—Dios mío, déjame ver qué más escondes...

Le bajó los pantalones y la erección de Stiles se liberó, firme y dura, provocando que Brett desease metérsela en la boca.

—No tengo mucha experiencia.— advirtió Stiles.

No sabía mucho de sexo pero sí que la lubricación era menor fuera del celo.

—Tranquilo, yo sí...

Brett asintió y gimió en voz alta cuando Brett le abrió las piernas y puso la mano contra su polla con la palma abierta.

Y empezó a masajear. De arriba abajo, haciendo que Stiles se pusiese más duro y su ano lubricase un poco más. Aún así, Brett utilizó un gel para facilitar la penetración.

Stiles respiró nervioso. No quería que parase de masturbarle, pero Brett estaba llenando su entrada de lubricante para que fuese todo más fácil.

Su polla vibraba y entonces sintió el rasgueo y como Brett se colocaba un preservativo.

Y le penetró.

Gimió de placer. Sin querer sus ojos miraron el reloj de la mesita. Era la misma hora que el domingo anterior cuando...

Cerró esa puerta en su mente. Brett estaba moviéndose dentro de él, sin dejar de apretar su polla, acariciando, haciendo a Stiles gemir. Su cabeza daba vueltas y el mundo estalló en un orgasmo arrebatador y Brett se corrió dentro de él.

—Aún podemos ver el partido.— dijo éste entre risas para romper la tensión.

Y conectaron el televisor.

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