Capítulo 19: Audiencia con Hale

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Stiles no había podido dormir.

Los casos que había visto... había muchos omegas desatendidos, con problemas de nutrición, embarazos complicados o heridas, y todos miraban al doctor Lahey como un Dios.

Luego Liam le había llevado a casa mientras Isaac daba sus clases de defensa personal.

Y Stiles había pasado la noche revolcándose en pesadillas y sueños donde muchos omegas le pedían ayuda sin que el pudiese hacer nada más que mirar.

Isaac amaba las clases de defensa personal. Jóvenes omegas de ambos sexos aún sin emparejar, aprendían a combatir por si un alfa sin escrúpulos decidía que quería convertirles en un juguete temporal o un saco de boxeo personal.

Isaac también ofrecía asesoramiento jurídico y tenía un ayudante, un psicólogo que iba a la zona cada miércoles y sábado.

Pero la defensa personal... era su vida, sobre todo cuando corría en su forma de lobo y les enseñaba a atacar e inmovilizar...

El Programa de Resistencia Omega era aquello que le daba sentido a su vida, un motivo para levantarse cada mañana y sonreír.

Y olvidar que una vez fue débil.



❀ ❀ ❀ ❀



Corey  llegó a casa orgulloso.
Deucalion iba a alegrarse tanto... quizás hasta le marcase pese a no tener la edad mínima legal. Porque no sólo había encontrado a Lahey, si no que tenía muchísima información.

Casi ni el golpe le dolía ya.

Lahey había sido dulce y amable pese a que Corey se negó a dar datos o hablar de cómo y porqué se había hecho eso. Le había ofrecido ayuda para denunciar a quien fuese y una muestra de cómo eran las clases de defensa personal.

La verdad Lahey le había gustado mucho y no entendía porqué Deucalion estaba tan molesto con el, pero era su alfa y a quien debía obediencia.

Así que le contó todo.



❀ ❀ ❀ ❀


Derek no recibía a nadie, nunca, después de las diez. Pero un tal Deucalion llamó a su puerta casi a medianoche. Según el, tenía información de gran importancia que determinaría el futuro del pueblo licántropo y Derek debía escucharle sin demora.

Aunque no sabía quien era ese hombre y no solía creer en ese tipo de informaciones, Derek estaba teniendo serios problemas para dormir desde lo sucedido con Stiles así que de todos modos estaba despierto.

Scott y Theo estaban allí. Los tres estaban debatiendo el posible enfoque de los humanos si el lobo solitario no volvía a aparecer.

Entonces entró ese tal Deucalion y empezó a contar una historia increíble.

Según el, un Omega llamado Isaac Lahey era el peligroso líder de una organización subversiva llamada Programa de Resistencia Omega. Eran conspiradores contra el Estado, antisistemas que se financiaban en la ilegalidad para reclutar jóvenes omegas a los que convertir en una especie de organización paramilitar y llegado el momento, asaltar al Consejo y realizar una matanza de alfas.

Tenía pruebas. Fotografías de ese omega entrenando a jóvenes en tácticas de combate.

Derek no le creyó hasta que vio las fotos.

Y aunque seguía sin creerle del todo... lo que decía y las pruebas que aportaba eran de una magnitud impresionante como para abrir una investigación al respecto.

—¿Qué opinan?

Scott y Theo habían estado con él todo el rato. Derek estaba pálido y asustado.

—Me cuesta creer que esto sea posible, pero realmente esto parecen clases de técnicas de lucha...

—Pienso que podemos vigilar a ese Lahey, pero no me da confianza este hombre.— respondió Theo.

—A mi tampoco.— Derek se mesó el cabello.— tiene como un aura sucia que me hace sentir incómodo en su presencia.

—Aún así.... creo que debemos investigar.

—¿Tu que opinas, Scott?

Derek y Theo estaban mirándolo, y Scott era incapaz de decir nada.

Tenía que hablar con Isaac.
Tenía que hablar con él y que le contase todo para saber qué era cierto, qué mentira y como salvarle de una posible condena si lo que hacía era ilegal.


❀ ❀ ❀ ❀


Isaac se dió la vuelta en la cama. El cuerpo le dolía pero había sido un día tan perfecto y productivo que eso no importaba.

Lo único importante era que había ayudado a mucha gente ese día. Tenía de hecho una cesárea programada a un Omega el lunes...

En algún momento se había quedado dormido, pero ahora algo le había despertado. Golpes. Fuertes, en su puerta.

Eran las malditas dos de la puta madrugada .

Cómo fuera Liam que había olvidado algo...

Abrió la puerta y se quedó medio adormilado mirando a Scott, que le miraba nervioso apretando las manos. Pero... ¿Qué hacía Scott allí?

—Isaac, tenemos que hablar, por favor, es urgente.

—Estaba dormido.

—Déjame pasar.

Isaac se apartó, confuso. No sabía bien cómo, pero ese alfa estaba sentándose en su sofá.

—¿Qué quieres?

—Ha ocurrido algo, algo que... Mierda, un tal Deucalion llegó a la mansión de Derek, nuestro líder, ya sabes y ha empezado a decir cosas. Cosas como que... Hizo de esa cosa de la que me hablaste para ayudar a omegas, algo inmenso, dice que son paramilitares que quieren derrocar a... ¿Isaac?

Isaac no respondía. Sus labios eran del color de un fantasma, y su rostro estaba inexpresivo.

—¿Me estás escuchando? — Scott se levantó para agarrarle de los hombros. No sabía qué mierda pasaba, Isaac como le había conocido, debía estar gritando y defendiéndose y...

Isaac se encogió, se llevó las manos a la cabeza y se cubrió la cara cuando Scott le tocó.

—Isaac...

—No.

—¿No qué?

—Deucalion. No. No quiero. No.

Scott le miró, asustado, desbordado y sin saber cómo reaccionar, ni detener lo que fuera que había puesto a Isaac en ese estado.

—Deucalion no está aquí.— dijo desesperado. Isaac estaba temblando y solo había que mirar sus ojos para ver qué no estaba allí a su lado. Estaba lejos, y estaba sufriendo...

—¡No! —repitió Isaac. Y estaba llorando, y eso rompió a Scott en millones de pedazos, no podía verle sufrir, no era capaz, no soportaba verlo así.

—No pasará nada, yo hablaré con Derek, yo... Isaac...

Scott le abrazó y logró sentarlo en el sofá. Temblaba como una hoja a punto de caer del árbol.

—Isaac...— le besó el cabello por impulso y Isaac ya no forcejeaba, se relajó en sus brazos, hiperventilando. Scott nunca se había sentido tan angustiado y a la vez tan desesperado por proteger a alguien.

Le besó la frente mientras seguía temblando, cada vez un poco menos, hasta que de repente se relajó del todo y Scott dedujo que había perdido el conocimiento.

—¿Isaac?

Éste le respondió en voz muy baja, algo que no entendió.

Scott le tomó en brazos, le llevó a su cama y luego se acostó en el suelo.

Cuidando a su Omega. Suyo.

Y respetándolo.



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El Código Hale [STEREK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora