Capítulo 47: Alta velocidad

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Stiles no podía enojarse con Derek por ser protector. No podía porque su omega se retorcía de felicidad ante ese espíritu de superprotección pero... en ese momento deseaba gritarle.

Le había obligado a salir de incógnito, escondido y acostado en la parte trasera del coche del alfa.

—Derek, ¿has considerado lo de que yo haga de cebo...?

—No. No lo he considerado.

Stiles sintió que se le escapaba la risa. Derek conducía y lo hacía rápido pero seguro.

—Derek...

—Stilinski, no juegue conmigo.

—Me gusta jugar.

Derek tomó la salida de la autopista y aceleró a ciento veinte.

—No me gusta ir acostado.

—Te jodes.

Stiles gruñó pero en realidad estaba más satisfecho de lo que quería reconocer. Derek maldijo en voz alta.

—Mierda, hay retenciones.

—¿Muy largas?

—Un camión ha volcado...

—Que lástima...

—Igualmente te vas a quedar acostado ahí.

—La lástima es que ir acostado me da ganas de follar.

Derek apretó el volante y respiró hondo varias veces.

—Pero no puedes ahora así que te aguantas.

Un jadeo llegó del asiento trasero y Derek se giró bruscamente. Luego volvió a mirar de frente. Los coches estaban volviendo a moverse, aunque despacio. No pasaba los cincuenta por hora.

Los jadeos de Stiles seguían llegando del asiento trasero. Derek se mordió una uña. Estaba literalmente en medio de una autopista sin ningún área de servicio ni salida a la vista y el provocador de su omega estaba masturbándose en el asiento trasero.

Su pene estaba tan erecto que si volvían a atascarse y un coche se detenía junto a él, los pasajeros le verían la erección con claridad.

—Stiles...

El jadeo se hizo más fuerte y se acompañó de un gemido prolongado.

—Siempre me ha gustado masturbarme así, usando las dos manos. Con una acaricio el glande y con otra la base... aunque desde que no soy virgen me muero de ganas de masturbarme metiendo los dedos en el culo...

—¡Stiles!

Los gemidos de Stiles rebotaron contra el techo y las puertas del coche. Rápidos, desesperados.

Derek sudaba mirando los paneles. 1,5 km para la salida y otros diez minutos hasta las oficinas...

El grito de Stiles corriéndose justo cuando tomaba la salida le hizo frenar en seco pero no podía provocar un accidente.

—Ensucié tu manta.— dijo Stiles con voz quebrada y respiración cortada.

—Vas a pagar por esto.— dijo Derek a punto de correrse en los pantalones.

Derek entró directamente al parking y frenó encajando el vehículo en su sitio reservado.

Salió del asiento del conductor, abrió la puerta de Stiles y le sacó.

Le encajó contra el coche y le besó, restregando contra él su erección.

—Vas a acabar conmigo y lo peor es que moriré feliz y satisfecho...

Stiles se rió. Derek sacó la manta sucia de semen y olió el dulce aroma de su hombre.

—Voy a llevar esta manta y la guardaré junto a mí todo el día...

Stiles le tocó el pene sobre la ropa y Derek le mordió el labio.

—En el despacho en una hora... y recuerda maquillar la marca.

—Sí, alfa...

Unos ojos seguían todo desde las sombras.





Stiles entró en el cuarto de baño y se aplicó la pasta en el cuello. Algo dentro de él moría cada vez que lo hacía.

—Hola...

—¿Brett? Creías que habías acabado aquí...

—Sí, pero tenía que... bueno, en realidad no tenía nada que hacer. Sólo quería verte.

Stiles se ruborizó.

—Gracias, pero las cosas definitivamente han cambiado...

—¿Cómo?

—No lo puede saber nadie, pero tú... tú eres diferente. Después de Isaac y Liam eres el único amigo que he tenido y pues... Derek y yo...

—No... después de...

—Brett, me marcó. Pero no lo puede saber nadie aún.

—Te está escondiendo como siempre.

—No, no es eso... de verdad.

Brett bajó la mirada. Stiles le abrazó.

—Gracias por todo... quiero que sigamos siendo amigos.

—Al final te hará daño.

—No. De verdad que no.

—Yo te quiero, Stiles. Sé que es imposible, sé que soy un Omega, pero no quiero que te hagas daño... apoyaré lo que decidas pero... no quiero ver cosas como las del viernes.

—Y no las verás.

—Entonces... ¿tendré un sitio en la boda?— añadió Brett riéndose con tristeza.






Derek no sabía cómo había logrado concentrarse. Pero estaba abordando personalmente una apelación contra Deucalion y su reclamación hacia Dunbar, no había tiempo que perder.

Stiles entró en su despacho a la hora exacta que le había dicho.

—Vengo a cumplir con mi alfa.

—Por favor, cierra la puerta.

Stiles lo hizo. Derek movió la silla hacia atrás. Se desabrochó la cremallera y su pene salió completamente disparado.

—Me gustaría que me chuparas la polla.

Stiles se lamió el labio inferior.

—Nunca lo he hecho... A ver qué logramos.

Derek  jadeó cuando Stiles cayó de rodillas ante él y se metió su pene en la boca.

—Estás muy duro.— dijo Stiles con la boca llena. Empujó más hasta que sus labios tocaron la base y el glande de Derek le presionaba la garganta.

—Chupa... mete y saca... así...

Derek le sujetaba el cabello mientras Stiles le obedecía y seguía su guía, metiendo y sacando el pene despacio. Era agradable, y el líquido preseminal sabía salado en sus papilas gustativas.

—Stii...

Stiles hizo presión apretando sus mejillas y Derek notó que iba a correrse. Se apartó pero demasiado tarde. Su corrida llenó la cara de Stiles.

—De verdad vas a matarme.— dijo Derek antes de que Stiles se sentara sobre él para besarlo.



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El Código Hale [STEREK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora