Capítulo 46: El celo de Isaac

5.3K 493 18
                                    

Scott no podía dormir. Isaac estaba demasiado inquieto. Le escuchaba moverse por la casa y las feromonas... y ni siquiera había empezado el día crítico del celo. Eso sería al día siguiente.

Se levantó y bajó cojeando al gimnasio, donde se escuchaban los jadeos de Isaac haciendo ejercicio.

Y casi se cae hacia atrás de la impresión.

Era la imagen más increíblemente erótica que había visto jamás.

Isaac estaba cubierto de sudor desde la frente hasta los pies, sin nada de ropa, haciendo abdominales, con una enorme erección entre las piernas y era lo más malditamente perfecto que pudiera existir.

Y sus jadeos... sus jadeos mientras aceleraba las flexiones hacían a Scott perderse en un mundo de sensualidad.

Así debía jadear cuando estuviera debajo de él...




Isaac podía notar los ojos de Scott clavados en él, había percibido su presencia en cuanto llegó. Y le agradaba.

A él y a su cuerpo...

Dios bendito, su culo estaba chorreando. Nunca había llegado hasta ese punto. Era extraño. Literalmente sus órganos internos estaban produciendo una catarata en su interior, y podía notar como salía, y se sentía bien.

Aceleró el ritmo.

Y a cada movimiento su pene se movía y...

Scott seguía mirando. Arriba, abajo, arriba, abajo...

Isaac se detuvo. Ese movimiento le estaba provocando algo... se incorporó muy rápido. Scott casi se desmaya.

Su cuerpo hermoso y fuerte,levantándose a la velocidad de la luz y su pene sacudiéndose, completamente levantado y a un roce del orgasmo, la punta brillante...

—Scott...

—Isaac, cariño... sigue...

—Se siento extraño.

Scott esperó unos segundos para susurrar.

—¿Nunca te has acariciado?

—No... nunca.

Scott literalmente creyó caerse.

—Hice una especie de juramento a mí mismo, yo... siempre dormía con calmantes durante el celo y nunca...

—Sabía que eras inexperto pero Dios mío...

—¿Estás decepcionado?

—Dios mío, no. Es sólo que no se qué he hecho para merecer este regalo...

—Me siento muy...

—Sé como te sientes.

Isaac respondió hondo varias veces.

—¿Me ayudarías con ello?



❀ ❀ ❀ ❀



Derek no podía dormir. Stiles sí, pero él estaba demasiado inquieto. Porque necesitaba respuestas.

Y necesitaba poder tener a Stiles completamente seguro.

Para empezar no debería haberlo llevado a su casa, estaba poniéndole en riesgo si alguien le vigilaba.




❀ ❀ ❀ ❀



Scott tardó casi un minuto en responder.

—Isaac, yo...

—Necesito ayuda.

—Y te voy a ayudar, pero vamos a hacer las cosas como las mereces.

Le rodeó con los brazos y le besó los labios y luego el cuello. Le levantó y le llevó a su cuarto.

Isaac cerró los ojos. La cabeza le daba vueltas. Scott le sostenía con firmeza, era tan fuerte y era tan cálido...

Lo siguiente que notó fue su colchón contra la espalda. Scott sonrió mientras le seguía besando sin parar la cara y el cuello, y luego el pecho.

—Isaac, mi amor... ¿por qué tú colchón es tan duro?

—No me gusta ser perezoso y me gusta despertarme pronto...

—Esto va a cambiar...

—Tiene que dolerte el pie.

—Hay otras cosas que te duelen más a ti y que merecen toda mi atención.

Isaac sollozó. Scott le dió la vuelta y empezó a besarle la nuca y la columna vertebral, hasta llegar a la base. Allí sacó la lengua y lamió ese hueco, haciendo que el cuerpo del omega de arquease.

El gemido de Isaac le provocó demasiado. Siguió besando, sus nalgas y luego, abriendo éstas despacio, besó su culo. Se le quedaron los labios y hasta la barbilla mojados de la pura lubricación de su cuerpo.

Sacó la lengua y lamió. Luego siguió con sus besos por sus piernas, hasta sus talones y de nuevo arriba.

Isaac trató de girarse pero no le dejó. Siguió rozándose contra él, frotando su pene contra sus nalgas y luego contra la base de su espalda.

Empezó a masajear con sus manos la parte de la espalda donde sabía que podía hacerle llegar al orgasmo apretando su próstata.

—Hazme el amor...

—No. Hoy no...

—Me siento vacío...

—Ahora no, aún no...

—¡Scott!

—Estás desesperado y dolorido, y yo voy a curarte y amarte como te mereces, esto es para ti.

Isaac hundió la cara contra la almohada y sollozó, mientras Scott empujaba ese hueco en su espalda, con su polla dura y caliente y sus manos...

El grito del orgasmo de Isaac fue gloria para los oídos de Scott. Al fin.

Su primer orgasmo, su primer todo.

Su macho, su omega, estaba feliz, estaba saciado y satisfecho, y era gracias a él y solo a él.

—Scott...

—Lo sé.

—Pero tú...

—Yo estoy bien.

Scott le acarició la nuca mientras la respiración de Isaac se hacía pausada.

—Descansa mi amor.— dijo Scott, besándole el cabello.— mañana te queda un día largo pero estaré a tu lado.



♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥

El Código Hale [STEREK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora