Capítulo 35: Sexo con tu alfa

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Capítulo Thiam

Liam no había sido precisamente un modelo de castidad. Tras escapar de Deucalion, había querido seguir explorando su sexualidad, y lo había hecho con una frecuencia normal para un hombre joven y sano.

Pero ninguno de aquellos momentos de placer eran comparables a lo que Theo me estaba haciendo sentir y apenas estaban empezando.

Theo le retiró la camisa del pijama y se desabrochó lo pantalones.

—Cierra la puerta con cerrojo. No quiero que nuestro líder despierte y nos encuentre en pleno acto.

Theo se rió pero lo hizo. Liam de quitó el resto de la ropa y Theo le miró, completamente fascinado y enamorado.

Se metió bajo las sábanas y Liam se puso sobre él.

Theo empezó a besarlo. Liam jadeó notando sus besos y lametones sobre su marca. Le acariciaba la espalda y cerró las manos en torno a sus notas, apretando.

—Eres mi otra mitad... mi todo...

Theo asintió, a punto de ahogarse de placer. Estaban sin nada de ropa y sus cuerpos se rozaban, chocando piel con piel mientras giraban sobre sí mismos en la cama.

Theo usó el dedo índice para presionar la parte baja de la espalda de Liam, que se movió para encajarse contra su pelvis, ambos penes apretado una contra el otro.

—Necesito estar siempre así, pegado a ti. — gimió Liam. Theo siguió acariciando su trasero. Liam sollozó. Estaba lubricando como nunca antes y ni siquiera estaba en celo, faltaban tres semanas para eso.

—Tenemos que poner métodos anticonceptivos, no quiero dejarte embarazado antes de que tengas mi apellido. — dijo Theo hizo a Liam estallar de calor.

—Mañana buscaré pastillas, hoy tendrá que ser condón.

—Dios, odio interponer látex entre tú y yo.

—No lo hagas...

—No. Aunque el riesgo sea pequeño, no lo correré. Tu vientre sólo se llenará de mis bebés cuando lleves mi marca, mi anillo y mi apellido.

—Ahora es cuando debería dar un discurso acerca de la independencia pero al diablo con eso, también es un ejercicio de libertad decidir compartir mi vida contigo... y tus palabras me hacen sentir completo.

Theo se rió. Le encantaba todo de Liam. Su modo de ser, su descaro, su carácter complicado, su cuerpo delgado y manejable, sus ojos azules y su trasero.

—¿En qué cajón guardas los condones?

—El último. — Theo suspiró  — pero nunca traigo a nadie aquí...

Liam buscó uno, lo abrió y lo sujetó entre los labios. Se metió bajo las sábanas y se lo colocó con la boca provocando un grito de puro goce de Theo.

—No despiertes a Hale. — dijo Liam riéndose. Theo le quitó de sus caderas para ponerle bocabajo en la cama. Empezó a besar su espalda y bajo sus labios hasta su culo. Se lo abrió con las manos y metió la lengua, acariciando y jugando para ayudar con la lubricación. Liam se frotaba contra el colchón mientras Theo metía y sacaba la lengua, saboreando la dulzura de su excitación y acariciando sus paredes internas, mordisqueando las nalgas del omega suavemente. Le levantó las caderas para meter su boca y desde esa posición meterse bocarriba bajo él y chuparle el glande jugando a meter y sacar un dedo de su culo.

Liam gritó apretando la almohada. Jamás habría creído que el sexo podía ser así. Qué podía sentir todo eso y seguir cabalgando en el placer, su miembro duro, hinchado, caliente y húmedo y ni siquiera se había corrido aún.

Era cierto. Tu alfa te llevaba a terrenos de goce que jamás podrías conocer de otro modo.

Liam se movió, volvía a estar encima y se sentó sobre Theo. Al fin. Theo estaba dentro de él, le estaba llenando.

Le cabalgó, muriendo de placer. Los jadeos de ambos se superpusieron hasta que alcanzaron el orgasmo a la vez, llegando juntos a un clima arrollador.

Liam aún estaba envuelto en la bruma placentera del orgasmo cuando Theo lo acostó sobre su espalda y empezó a lamer su marca.

—Déjame morderte...

—No sé si podrás... la otra marca...

—Déjame intentarlo.

Liam asintió. Su cuerpo estaba en éxtasis hasta que Theo trató de traspasar su piel con sus dientes para marcarlo... el dolor le inundó de la cabeza a los pies y gritó angustiado.

—No se puede...— dijo con los ojos llenos de lágrimas.

—Tranquilo... esto solo... conseguiremos liberarte.

—Un omega solicitando una anulación aún por abandono puede tardar años en lograr ser escuchado. Aunque Derek nos ayude, es el Consejo quien debe concederlo...

—Para, no llores... — Theo estaba besando y lamiendo su marca para aplacar el dolor. — hablaré con ese hijo de puta para que te libere.

—¿Y si no quiere?

—Cálmate... ya nada va a separarnos, Liam. Nada.

Liam asintió, aún entre sollozos.

—¿Y si no quiere?

—Le obligaremos.


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El Código Hale [STEREK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora