—Él no te ama. Nunca te marcará.— Liam jugaba con sus dedos. Echaba de menos los cigarrillo.
Había pasado casi una semana desde que estaba allí. Su celo se acercaba peligrosamente y no sabía cómo iba a desenvolverse.
Necesitaba salir de ahí y para ello necesitaba sacar a Deucalion de la casa.
Y ese niñato, Corey, estaba demasiado alienado por Deucalion como para ayudarle. Su única esperanza era manipularlo para lograr quedarse a solas.
—Cállate.— Corey le puso la comida y se dió la vuelta para irse.
—Sabes que es verdad. Aquí estás, poniéndome la comida. Podría hacer que volviese conmigo si quisiese. A mí incluso me marcó. Me ha reclamado...
—¡Cállate!
—Hoy es viernes. El bar de omegas estará lleno... las parejas salen, pero apuesto a que tú te vas a quedar aquí. Y me darás la cena.
Corey salió dando un portazo. Liam se estiró en la cama. Llevaba cinco días sin ducharse, tenía el cuerpo adolorido y estaba pasando hambre como hacía años no pasaba.
Tuvo un calambre. No faltaba mucho para el celo...
—Quiero salir hoy. Sin que esté ese estúpido Liam. Salgamos a cenar.
Deucalion puso los ojos en blanco. Corey era muy indisciplinado y caprichoso, pero aún no se había cansado de lo entregado que era en el sexo.
—Está bien. Vayamos al club. Pero te callas antes de que acabe golpeándote en la cara. Otra vez.
Corey agachó la cabeza. No le gustaban los golpes en la cara. Dejaban marca.
—Gracias, señor.
❀ ❀ ❀ ❀Theo no había podido ir a trabajar toda la semana. Sus amigos y los amigos de Liam no le dejaban solo tampoco. Esa noche estaba en casa de Isaac con éste y Scott, y también Stiles y Derek.
Derek les estaba explicando con todo detalle los resultados preliminares que había arrojado la nueva autopsia de su primera novia. Se había roto el cuello antes de caer del balcón.
—La asesinaron.— dijo Scott cerrando los ojos.
—Liam se siente mal y además va a empezarle el celo... voy a volverme loco.— gimió Theo.
Scott se acercó a Isaac y le susurró.
—Quizás tengamos que plantearnos drogarle mañana...
Isaac asintió. Theo rompió a llorar. Estaba desesperado. Literalmente iba a enloquecer y no podría parar de gritar cuando eso empezase.
❀ ❀ ❀ ❀Liam escuchó cerrarse la puerta.
Perfecto. El podía salir de su cuarto. Abriría la puerta de su habitación y saldría. Trataría de salir por una ventana o encontrar algo para forzar la puerta.
Al menos no habían cerrado su cuarto.
La puerta de la calle estaba cerrada con doble llave y las ventanas tenían barrotes.
Tenía que encontrar algo que le ayudase a forzar la puerta. Quizás un martillo, tenía que haber algo en esa maldita casa y por Dios que no volvería aunque le arrastrasen por el pelo, no iba a pasar allí su celo...
Abrió unas de las puertas. Cerrada. Raro. Deucalion ni siquiera cerraba su cuarto, confiaba demasiado en el miedo que inspiraba.
Forzar una cerradura así era sencillo, podía hacerlo con un simple tenedor.
❀ ❀ ❀ ❀Corey estaba muy molesto.
Deucalion quería volver a casa y ni siquiera había pasado una hora. Había intentado protestar, pero le había amenazado con darle una paliza con la que no pudiese caminar en dos semanas y por desgracia sabía por experiencia personal que era capaz de cumplir la amenaza.
—¿Es por ese Liam? Sé que lo es...
—Corey, cállate en serio porque...
❀ ❀ ❀ ❀Liam estaba tratando de procesar lo que sus ojos veían.
Porque de todo, de absolutamente todo lo imaginable, jamás hubiera esperado encontrar lo que estaba frente a él.
Esperaba cualquier cosa de Deucalion, y eso incluía literalmente cualquier cosa. Armas, drogas, incluso trofeos de los omegas a los que había arruinado la vida. Un cadáver. Cualquier cosa. Lo que fuera.
Menos eso.
Todo, menos un cuarto lleno de fotografías y documentación sobre... Derek.
Literalmente lleno. Fotografías en las paredes, hasta el techo.
Ni siquiera de qué iba todo aquello o qué interés podía tener Deucalion en el líder de la comunidad. Pero la habitación estaba literalmente llena de fotografías de él y no sólo actuales.
Fotografías y otras cosas.
Había documentación. Y un libro con nombres tachados.
Muchos nombres.
Los últimos, que aún quedaban por tachar eran el de Theo, Scott y el propio Derek.
Joder, aquello era demasiado raro.
Sus ojos se posaron entonces en un viejo teléfono de línea que había en una esquina.
Se sabía el teléfono de la casa de Isaac de memoria...
Un tono, dos tonos.
La voz de Deucalion sonó heladora tras él.
—¿Qué mierda estás haciendo?
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El Código Hale [STEREK]
Teen FictionDerek es un alfa con una posición muy elevada que desde hace años tiene a alguien muy especial a su lado, aunque nunca lo ha sabido ver. Stiles es un omega que trabaja como secretario personal y asistente del señor Hale. Ambos están destinados a est...